LA SEÑORA ELEGIDA ES LA IGLESIA DE CRISTO.
El
Presbítero a la Señora Elegida y a sus hijos, a quienes amo en la verdad; y no
solo yo, sino también todos los que han conocido la Verdad, a causa de la
verdad que permanece en nosotros y que estará con nosotros para siempre. La
gracia, la misericordia y la paz de parte de Dios Padre y de Jesucristo, el
Hijo del Padre, estarán con nosotros según la verdad y el amor. (2 de Jn 1-
1-3)
La Verdad y el Amor son Cristo Jesús.
El amor
nos lleva a la verdad y ésta nos lleva al amor. Quien tiene la Verdad, tiene a
Cristo y ama a la Señora Elegida y a sus hijos, es decir, ama a la Iglesia pues
está en la gracia de Dios. San Pablo está de acuerdo con san Juan al decirnos: Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y
se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el
baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí
mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e
inmaculada. (Ef 5, 25- 27)
Caminar en la Verdad.
4 Me alegré mucho al encontrar entre tus hijos a quienes
viven en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre. La Verdad nos libera: “Para ser libres nos ha liberado Cristo”
(Gál 5, 1) Nos libera de todo mal para que amemos y para que sirvamos al Señor
nuestro Dios (cf 1 de Tes 1, 9) La verdad echa fuera toda mentira, toda
falsedad y toda hipocresía, ya que es la fuerza del mal que nos lleva al pecado
y a la muerte. La mentira tiene por padre al Diablo (Jn 8, 44) En cambio nos
dice Jeremías que Dios es la Verdad (Jer 10, 10) Y Cristo Jesús se apropió de
la Verdad al decir: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14, 6)
5 Y ahora te ruego, Señora, y no te escribo un mandamiento
nuevo, sino el que tenemos desde el principio: que nos amemos unos a otros. Es el Mandamiento Nuevo, el Regio que Jesucristo dio a su
Iglesia: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los
unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los
unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os
tenéis amor los unos a los otros.” (Jn 13, 34- 35) Para guardar este
Mandamiento hay que guardar los 10 Mandamientos de la Ley de Dios. La Ley es e pedagogo
que nos lleva a la fe, a Cristo.
6 Y en esto consiste el amor: en que vivamos según sus
mandamientos. Este es el mandamiento que oísteis desde el principio: que
caminéis en el amor. El que camina en el amor, sigue
a Cristo y camina en la Verdad. El camino de Cristo es estrecho, es angosto hay
que esforzarse, renunciar y ofrecer sacrificios espirituales: Sacrificios de
Comunión de alabanza y de expiación. (Eclo 35, 1- 14)
7 Han
venido al mundo muchos seductores negando que Jesucristo haya venido en carne
mortal. Ese es el Seductor y el Anticristo. Qué nadie os engañe, Hay muchos
mentiros que niegan que Jesucristo es verdadero Dios y que es verdadero Hombre.
Dicen que Jesús es una especie de ángel que tomo rostro humano, todo es una
apariencia, entonces Jesús no sufrió, no padeció y no murió, todo fue en
apariencia. Otros niegan la divinidad de Jesús niegan que Jesús es el Hijo de
Dios (Mt 16, 16) Niegan que Jesús es verdadero Dios de la estirpe de David (Rm 9,
5) San Pablo nos dice: Pero aun cuando
nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que
os hemos anunciado, ¡sea anatema! (Gál 1, 8)
8 Cuidad de vosotros, para no perder el fruto de vuestro
trabajo, sino para que recibáis una amplia recompensa. Guárdense de toda mentira que distorsiona la fe de Jesucristo,
permanezcan en la Verdad, amen a Jesucristo y permanezcan en su amor, guarden
sus Mandamientos y amen a su prójimo. El amor es la señal que han paso de la
muerte a la vida.
9 Todo el que se excede y no permanece en la doctrina de
Cristo, no posee a Dios. El que permanece en la doctrina, ese sí posee al Padre
y al Hijo. “Permanezcan en mi Palabra y seréis mis discípulos
y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8, 31- 32) La doctrina
de Jesús es el Amor que nos lleva a la Verdad para que demos fruto en abundancia-
El Amor es el Padre de todas las virtudes cristianas.
10 Si alguno va a vosotros y no os lleva esta doctrina, no lo
recibáis en casa ni lo saludéis, 11 pues el que lo saluda se
hace solidario de sus malas obras. Cuando alguien
te quiera hablar de la Palabra de Dios, pegunta: ¿Quién es Jesús para usted? Empecemos
hablar de la Cabeza que es Cristo, que es Dios entre nosotros, Emmanuel (Mt 1,
23) Y si te responde con otras ideas, contrarias a la divinidad de Jesús, no le[um1] hagas caso, es un falso profeta.
Pablo y Juan están de acuerdo en la Verdad.
Os ruego,
hermanos, que os guardéis de los que suscitan divisiones y escándalos contra la
doctrina que habéis aprendido; apartaos de ellos, pues esos tales no sirven a
nuestro Señor Jesucristo, sino a su propio vientre, y, por medio de suaves
palabras y lisonjas, seducen los corazones de los sencillos. (Rm 16. 17-18)
Ten por
norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo
Jesús. Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en
nosotros. (2 de Tim 1, 13- 14)
Tú, pues,
hijo mío, manténte fuerte en la gracia de Cristo Jesús; y cuánto me has oído en
presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su
vez, de instruir a otros. Soporta las fatigas conmigo, como un buen soldado de
Cristo Jesús. Nadie que se dedica a la milicia se enreda en los negocios de la
vida, si quiere complacer al que le ha alistado. Y lo mismo el atleta; no
recibe la corona si no ha competido según el reglamento. Y el labrador que
trabaja es el primero que tiene derecho a percibir los frutos. (2 de Tim 1- 6)
El primero
en creer, en vivir, em anunciar y en celebrar lo que ha creído.
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