EL TRAJE DE BODAS ES REVESTIRSE DE CRISTO.

 

EL TRAJE DE BODAS ES REVESTIRSE DE CRISTO.

Iluminación: Habiendo oído esto, uno de los comensales le dijo: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!»



Para entrar al Reino de Dios hay que entrar por la Puerta estrecha que es Cristo Crucificado (cf Mt 7, 13. 14) Para entregarle la carga de los pecados y recibir su yugo que es suave y ligero (Mt 7, 28- 29) Lo que significa creer y convertirse (Mt 4, 17) Y con Pablo decimos: Despójense del traje de tinieblas y revístanse del traje de Luz,  para que se revistan de Jesucristo. (Rm 13, 12-14)

La enseñanza de Jesús es para todos.

Él le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: "Venid, que ya está todo preparado." Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses." Y otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses." Otro dijo: "Me he casado, y por eso no puedo ir."

Los primeros invitados fueron los del pueblo de Dios, los judíos. San Juan nos dice que vino a los suyos y los suyos no lo recibieron, no creyeron en su Evangelio (Jn 1, 11-12) Lucas dice que vino a su tierra y quisieron matarlo (Lc 4, 29) la razón es que se les hizo poca cosa, esperaban un Mesías político, poderosO y rico, y se les presentó, pobre, humilde y sufriente. Por no haber creído en Jesús no entraron al reino de Dios.

Ni los ricos ni los poderosos, si no se convierten, entran al reino de Dios.

«Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos." Todos, todos, todos, pueden entrar al Reino, pero, no todo puede entrar, el pecado tiene que quedarse fuera, el poder, el tener y el placer. Hay que tener un encuentro con Jesús, encuentro liberador porque Él nos quita las cargas: encuentro gozoso por que experimentamos la resurrección de Jesucristo y y glorioso por que experimentamos la pasión del Señor.

Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio."

La Casa de Dios es muy grande. Y Él quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de Dios ( 1 de Tm 2, 4) Mediante la escucha y la obediencia de la Palabra los hombres pueden llegar al conocimiento de la Verdad y por medio de los Sacramentos y una vida según el Evangelio puede legar la salvación a ellos.

Al Reino de Dios se entra por la Puerta estrecha.

Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa." Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.» (Lc 14, 23- 24)

La Puerta estrecha es santa y es Jesús (Jn 10, 7) San Mateo en su Evangelio añade algo al de san Lucas: Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda." Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. «Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" Él se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son llamados, más pocos escogidos.» Mt 22, 9- 14)

Al pasar por la Puerta estrecha es un verdadero encuentro con Jesús, hay baño y hay un traje de bodas, regalo del novio para todos los que crean y lo amen. Se despojan del traje sucio y se revisten con vestiduras de salvación. Los grandes pecadores reciben el perdón, la paz, la resurrección y el don del Espíritu Santo, entran al Reino de Dios donde hay pastos de conocimiento y de discernimiento, hay salvación y hay vida eterna, y comienza la fiesta. ¿Cuánto tiempo dura la fiesta? El tiempo que quieras, mientras tengas tu vestido limpio y permaneciendo crucificado con Cristo porque le perteneces. (cf Ga 5, 24) Hay fiesta. hay amor, hay paz y hay gozo en tu corazón. (Rm 14, 17)

El reino de Dios es Cristo, crucificado, Resucitado y Glorificado. La clave para entrar al Reino es creer y convertirse (Mc 1, 15) Quien así lo hace, pasa de la muerte a la vida, del pecado a la gracia de las tinieblas a la luz: cambia de casa, de vestido, de padre. Y más, es un hombre nuevo, lo viejo ha pasado, y ha llegado lo nuevo el Reinado de Cristo. Ahora podemos decir: Dónde abundó el pecado sobre abunda la Misericordia y la Gracia de Dios. (cf Rm 5, 20)

La salvación es un don gratuito, no se compra y no se vende, pero, no es barata, pide esfuerzos, enuncias y sacrificios. Porque ha dicho el Señor: Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. (Mt 11, 12) Se trata de violencia interior, para romper con el pecado.

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