CREAN Y CONVIERTANSE PARA QUE PASEN POR LA PUERTA ESRECHA Y SE SALVEN.
Iluminación: «Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y poco son los que lo encuentran. (Mt 7, 13- 14)
Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» El les dijo: «Luchad
por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y
no podrán. «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os
pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: "¡Señor,
ábrenos!" Y os responderá: "No sé de dónde sois." Entonces
empezaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en
nuestras plazas"; y os volverá a decir: "No sé de dónde sois.
¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!" (Lc 13, 23-27)
La Puerta estrecha es Jesucristo Crucificado.
Al pasar por la Puerta estrecha quedamos limpios de nuestros pecados y recibimos
al Espíritu Santo. Nos hemos acercado al Árbol de la da que estpa en el Paraíso
de Dios para comer de su ruto (Apc 2, 7) Lo que equivale a estar sentados a la
esa del Señor y no en la mesa de los demonios (cf 1 de Cor 10, 21) ara poder
presentarle al Señor unas manos limpias y llenas de frutos de vida eterna.
Dad, pues, fruto digno de conversión. Frutos de
un verdadero arrepentimiento para pasa por la Puerta estrecha y recibir el perdón
de los pecados ya Gracia de Dios.
Todo sarmiento que en mí no
da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros
estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. (Jn 15, 2- 3)
Para dar frutos hay que abrazar al Cristo crucificado y morir con Él
para vivir para Él. Eso es morir al pecado, ser sepultados con Jesús y poder
así resucitar con Él a una Nueva Vida (Rm 6, 3-5) Lo anterior es para ser
hombres y mujeres de Cristo y para Cristo. Los frutos de la fe llamados también
frutos del Espíritu Santo, son frutos de conversión que nacen y crecen en una “Fe
sincera, en un corazón limpio y de una conciencia recta” (1 de Tm 1, 5) Frutos
que son manifestación dela presencia del Espíritu en nuestra vida, son el Amor,
la Paz y el Gozo (Rm 14, 17) En la carta a los efesios son los hijos de la Luz:
La bondad, la verdad y la justicia (Ef 5, 9) Son frutos de conversión porque
Pablo dice: Huye de las pasiones juveniles. Vete al
alcance de la justicia, de la fe, de la caridad, de la paz, en unión de los que
invocan al Señor con corazón puro.” (2 de Tim 2, 22)
El fruto de la fe es un corazón limpio que puede
dar culto a Dios-Un corazón que tiene obediencia, justicia y caridad para presentar
su ofrenda al Señor con un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, este es
el culto espiritual qe se hace con amor y por amor (cf Rm 12, 1)
Cuando el señor de la Casa cierra la puerta, después de la muerte, todo
es vano, nada podemos hacer, el tiempo de hacer el bien se terminó. En la
sepultura somos huesos secos (Ez 37, 12) Lo que significa permanecer en el
pecado y no arrepentirse. Dejar a Dios sacarnos de la sepultura lo, hace por medio
de su Hijo que abrazó la Cruz con amor para salvarnos, tan sólo nos pide, pasar
por la Puerta estrecha, creer en Cristo Crucificado. Si lo hacemos podemos dar frutos
de vida eterna, y si no, seremos expulsados, como lo dice el Apocalipsis: “Conozco tu
conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Ahora
bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca.”
(Aoc 3, 15-16)
Llamamos o
tocamos la puerta en vano.
"¡Señor, ábrenos!"
Y os responderá: "No sé de dónde sois." Entonces empezaréis a decir:
"Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas"; y
os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los
agentes de injusticia!".
O tal vez le digamos somos
tus servidores, tus empleados, trabajamos para ti. “Muchos me dirán aquel Día:
"Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les
declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!"
(Mt 7, 22-23) Pero nunca se arrepintieron y no se convirtieron para entrar por
la Puerta estrecha.
Entrar por
la Puerta estrecha tiene exigencias: “Niégate a ti mismo, toma tu cruz y
sígueme” (Lc 9, 23) La exigencia de escuchar y obedecer la Palabra de Dios: “Hagan
lo que Él les diga” (Jn 2, 5) Nos dice el evangelio de María. Evangelio que nos
pide creer, confiar, obedecer amar y servir a Cristo para poder dar frutos en
abundancia: En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia,
afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas
no hay ley. Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus
pasiones y sus apetencias. (Gál 5, 22- 24)
Son de
Cristo Jesús los que han pasado por la Puerta estrecha y han hecho Alianza con
Él. Las Leyes de a Nueva Alianza son: Pertenecer a Cristo, amar a Cristo y
servir a Cristo. “Soy de Cristo” “Amo a Cristo” “Sirvo a Cristo” No e avergüenzo
del Evangelio de Jesucristo, que es una fuerza
de Dios para la salvación de todo el que cree: del judío primeramente y también
del griego. (Rm 1, 16)
“Lo que importa es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de
Cristo, para que tanto si voy a veros como si estoy ausente, oiga de vosotros
que os mantenéis firmes en un mismo espíritu y lucháis acordes por la fe del
Evangelio” (Flp 1, 27).
El Evangelio
nos dice: Crean y conviértanse para que pasen por la Puerta estrecha, que es
Cristo Crucificado y se salven (Mt 4, 17; 7, 13; Lc 13, 23ss)
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