EN LA ESCUCHA Y OBEDIENCIA DE LA
PALABRA DE DIOS LLEGAMOS A LA PERFECCIÓN CRISTIANA.
Introducción: "Dios mío, de pura
vergüenza no me atrevo a levantar el rostro hacia ti, porque nuestros pecados
se han multiplicado hasta cubrirnos por completo y nuestros delitos son tan
grandes, que llegan hasta el cielo. (Esdras 6, 5)
En
aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar
toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el
Reino de Dios y a curar a los enfermos. Y les dijo: "No lleven nada para
el camino: ni bastón, ni morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense
en la casa donde se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún
pueblo no los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en señal
de acusación". Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo,
predicando el Evangelio y curando en todas partes. (Lc 9, 1-6)
La Iglesia existe para evangelizar.
Subió
al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para
que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los
demonios. (Mc 3, 13- 15) Los Doce, primero son discípulos y después apóstoles.
Discípulo es aquel elegido por Jesús para estar en comunión con él, para luego
ser su servidor. Es el que escucha la Palabra y la obedece; para luego toma la
decisión de pertenecer a Cristo, y acepta pertenecer a los Doce para vivir en
comunión con Cristo y con la Iglesia que tienen como Fundamento a Jesús y a los
Doce. (Ef 2, 19 20)
Jesús
los forma en su Palabra y con su Testimonio de Vida: Mas Jesús los llamó y
dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos,
y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino
que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y
el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma
manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar
su vida como rescate por muchos.» (Mt 20, 25- 28)
Evangelizar es un servicio a Dios, a
su Palabra, a la Iglesia y al Mundo. Jesús,
el evangelizador del Padre, envía a sus Discípulos, ahora son sus Apóstoles,
sus Mensajeros, no los envía vacíos, sino llenos con el poder de su Espíritu para
predicar su Palabra con poder y para expulsar a los demonios y curar las
enfermedades. Luego les dice: “Vayan a predicar el Reino de Dios y a curar a
los enfermos”. La semilla del Reino es la Palabra de Dios. Evangelizar es
entonces sembrar la Semilla, el Poder, el Amor, la Salud de Dios en el corazón
de los hombres para que todo el crea y se convierta se salve (Mt 4, 17; Mc 1,
15; Mc 16, 16) El que escucha la Palabra y cree en ella, tiene vida espiritual,
tiene fe y luz, poder y amor. (cf Rm 10, 17)
¿Qué predican los Apóstoles?
Predican
el Amor de Dios a todos los hombres (Jn 3, 16) Los ama incondicionalmente, como
son (Ef 1, 4- 5) Los ama a pesar de sus pecados (Rm 5, 6) El pecado que nos
priva de la gracia de Dios e impide que lo experimentemos. (Rm 3, 21) Dios nos
ama y nos perdona todos nuestros pecados. Esto es Buena Nueva: Dios nos ha
redimido en Cristo, y está perdonando nuestros pecados y cambiando nuestros
corazones de piedra en corazones de carne, y lo hace gratuitamente. La Buena
Nueva tiene además del Amor y el Perdón de Dios, pide, crean en Jesucristo y conviértanse
a él para que los salve y les dé Espíritu Santo con Vida eterna. Lo anterior es
posible con la Gracia de Dios que es el Espíritu Santo, el principal
protagonista de la evangelización. Cuando él venga convencerá al Mundo del
pecado, del juicio y de la rectitud (cf Jn 16.8) Amor, Perdón, Salvación y
Espíritu Santo, todo por Cristo y en Cristo. Por eso Jesús nos evangeliza al
decir a todos:
«Venid
a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad
sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga
ligera.» (Mt 11, 28- 30) Jesús nos habló del Nuevo Nacimiento que se da cuando
nuestros pecados son perdonados y nos da Espíritu Santo para que nos lleve por
los caminos de Dios. “Guardar los Mandamientos y a practicar las Virtudes que
son las señales que nuestra fe es viva y sincera. Una fe viva que tiene como
hijas las Virtudes cristianas como la mansedumbre y la humildad, sin las cuales
el evangelio no está completo.
Evangelizar
es el servicio de llevar a los hombres a tomar la decisión de seguir a Cristo,
rompiendo con el Mundo, para consagrarnos en la verdad, su Palabra es la Verdad
(Jn 17, 17) Para ayudar a los hombres a llevarlos a la Salvación por la fe en
Cristo Jesús y a la perfección cristiana (2 de Tim 3, 14. 17)
¿Qué medios tenemos para hacerlo?
Por
la fe que nace de la escucha y obediencia de la Palabra de Dios. La Palabra nos
lleva al Amor, al Perdón y a la Conversión. Ayudar a los hombres a vivir de
encuentros con Dios por medio de una Oración íntima, cálida y perseverante.
Ayudar a crecer en el conocimiento de Dios por la práctica de las virtudes,
especialmente, la Caridad y la Misericordia. Virtudes unidas al culto a Dios en
la celebración de los Sacramentos, especialmente la Confesión y la Eucaristía. Fomentar
la vida en Comunidad, según lo ha dicho Jesús: “Dónde dos o tres se reúnen en
mi nombre, yo estos en medio de ellos (Mt 18, 20) Evangelizar es abrir caminos
para el servicio a los otros (Jn 13, 13) El servicio que se hace por amor es
fruto de la evangelización (Jn 13, 34)
¿Qué le pide el Señor al
evangelizador?
Le
pide fe, que es confianza, obediencia, amor y servicio; todo es posible cuando caminamos en la Verdad,
es decir, en Gracia de Dios, siguiendo las huellas de Jesús con nuestros ojos
fijos en él (Hb 12, 2) Para que aprendamos de nuestro único Maestro, Salvador y
Señor. Nuestra confianza puesta en él, no seremos defraudados.
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