TODA
LA IGLESIA ES MISIONERA Y SERVIDORA DEL REINO.
Iluminación: Pues
conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por
vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza. (2
de Cor 8, 9)
La
oración del corazón es grata y agradable a Dios.
Toda
palabra de Dios es verdadera. El Señor es un escudo para cuantos en él confían.
No alteres para nada sus palabras,
no sea que te reprenda y resultes mentiroso.
Dos cosas te pido, Señor, antes de morir,
no me las niegues: líbrame de la falsedad y la mentira; no me des
pobreza ni riqueza,
dame tan sólo lo necesario para vivir,
no sea que la abundancia me aparte de ti
y me haga olvidarte; no sea que la pobreza me obligue a robar
y me lleve a ofenderte. (Prv 30, 5-9)
El relato evangélico.
En aquel tiempo, Jesús reunió a
los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y
para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el Reino de Dios y a curar
a los enfermos. Y les dijo: "No lleven nada para el camino: ni bastón, ni
morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense en la casa donde se
alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún pueblo no los reciben,
salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en señal de acusación". Ellos
se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio y
curando en todas partes. (Lc 9, 1-6)
El
proyecto de Jesús es actual y es eficaz.
Subió al monte y llamó a los
que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él,
y para enviarlos a predica con poder de expulsar los demonios. (Mc 3, 13- 15)
El poder que Jesús da a sus Apóstoles es el mismo Espíritu santo que estaba en
Jesús para realizar la Misi´n que el Padre le había confiado a Él Los elige,
los llama y los forma con Amor, Después de un tiempo de formación los envía a
predicar el Reino[um1] de Dios y a
curar a los enfermos.
Lo que los misioneros deben de
tener presente que no van a cosechar, sino a sembrar: Qué ellos no son los dueños
ni de la Palabra ni de a Misión, ni de as Comunidades, el Dueño es el Señor,
ellos tan solo son servidores del Reino. La predicación, la curación de los
enfermos y la expulsión de los demonios son manifestaciones del Reino que ellos
predican, loque indica que el reinado del mal ha llegado a su término, para dar
lugar a la época de la Gracia. Según lo dice san Pablo:
Pero, al llegar la plenitud
de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para
rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la
filiación adoptiva. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a
nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! (Gál 4, 4-
6) Con palabras de Jesús: Desde entonces comenzó
Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha
llegado.» (Mt 4, 17) Ahora envía a los Doce a predicar el reinado de
Dios.
¿De qué van hablar los Apóstoles a la gente?
Van hablar
de Dios manifestado en Jesucristo: Dios ama a todos pobres y ricos, hombres y mujeres,
buenos y malos, viejos, jóvenes y niños. Dios perdona los pecados de los
hombres que se arrepiente, lo mucho y lo poquito, lo grande y lo chiquito. Dios
es misericordioso y compasivo, y quiere que todos los hombres se conviertan al
Amor, al reino de Dios: “Crean y Conviértanse” para que entren al reino de Dios
y se salven.
Después de
hablar del Reino de Dios y de Conversión, Los Apóstoles hablan del Bautismo
como el Sacramento de la fe: “Crean y bautícense” (Mc 16, 16; Hch 2, 37- 38) Para
que sean Uno en Cristo Jesús (Gál 3, 26) Para luego pasar hablar de la Vida
eterna con el juicio final de donde salimos con un premio o un castigo: Muerte
eterna o Vida eterna. Los Apóstoles hablan con poder por eso de su predicación
salen los espíritus impuros y los enfermos son curados.
Las recomendaciones de Jesús a los Doce y a toda la Iglesia.
"No lleven nada para
el camino: ni bastón, ni morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas”. Hospédense
en una sola casa, sea pobre o rica. (Y no busquen los primeros lugares) Pongan
su confianza en Él que los envía, no a pongan en sus estructuras. Nadie
comienza de cero, porque Dios les gana la delantera, Él ama por primero. Sean mansos
y humildes de corazón, sean pobres y misericordiosos. Para que con su pobreza
enriquezcan a muchos. Recuerden que la Palabra y el Testimonio van de la mano.
Los frutos
de la primera Evangelización.
No tenían los medios que
ahora tenemos. Sus medios eran la pobreza y la confianza en Dios, la Palabra y
su Testimonio. Muy pronto descubrieron que el destino de Jesús era también el
destino de la Iglesia: ser perseguida hasta la muerte. Sangre de mártires
semilla de cristianos, pronto se multiplicaron hasta llenar el mundo conocido.
Los primeros tres siglos de la historia de la Iglesia estuvieron llenos de
martirios, cárceles, azotes, y muchas persecuciones, hasta la llegada de
Constantino que decreta la religión católica como la religión del Estado.
El Bautismo ahora es por
decreto, se terminan los mártires, se construyen grandes catedrales, pero, EL
ADAGIO NOS DICE: muchísimos son los bautizados, muchos los creyentes, pocos los
practicantes y poquísimos los comprometidos. Muchos bautizados son ateos o
paganos, muchos creyentes, pero no son practicantes. Aceptemos con humidad que
muchos pastores so paganos y son conducidos por el espíritu mundano. Trabajan
por dinero y los lujos son lo primero de sus vidas.
Las estructuras son
hermosísimas: Obispos, sacerdotes y laicos muy bien preparados con diplomas y
títulos, pero con la llama del Espíritu muy débil o ya se ha apagado. Sin el
fuego del Espíritu son paganos. Se han olvidado que lo primero es hablar del Reino
de Dios, de la conversión a Jesucristo y de la Vida Eterna. El Reino es de
Amor, Pan y Gozo en el Espíritu- (Rm 14, 17) La conversión es llenarse de Cristo
y la Vida eterna es el conocimiento de Dios y de Cristo.
El Misionero de Jesús está llamado
a ser como Él, pobre, humilde y santo de corazón para atraer la gente a Cristo
y no la disperse.
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