POR LA FE SOMOS HIJOS DE
DIOS
Iluminación: Nosotros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por
vosotros, hermanos, amados del Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio
para la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la
verdad.(2 Tes 2, 13)
En aquel tiempo, Jesús fue a Nazaret, donde se había criado.
Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó
para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y
encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está
sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para
anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar
libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor. (Lc 4, 16- 18)
El proyecto de
Jesús nos lleva a la Plenitud en Cristo.
El Espíritu
del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena
nueva. . Los pobres son los que tienen hambre y sed de justicia; aquellos que
reconocen sus pecados y no pueden salir de ellos; aquellos que pudiendo hacer
el bien no pueden por que no los dejan. Pobres son aquellos que no tienen lo
necesario para vivir con dignidad. Pueden ser los viejos, los enfermos, las
mujeres. Jóvenes y niños que buscan razones para sentirse bien, pero encuentran
todas las puertas cerradas.
El Espíritu
del Señor está sobre mí, para anunciar la liberación a los cautivos. Liberados de la
opresión de lo que oprime, explota. Manipula, confunde, divide y mata. Libres
para vivir la libertad de los hijos de Dios, haciendo el bien y rechazando el
mal. Libres son los que piensan, deciden y actúan por sí mismos. Hablamos de libertad interior, la del
corazón.
: El Espíritu del Señor está sobre mí, para dar la
curación a los ciegos. Ciego es el que no sabe de dónde viene, para
que está aquí y para sonde va. Ciego es que no se reconoce como persona y piensa
que vale por lo que tiene, vive en la mentira. Se siente ser más grande que los
demás y superior que todos- Ciego es el que no reconoce su dignidad ni la
dignidad de los demás, se siente cosa, objeto y no persona, cae en el instrumentalismo
de trabajo o de placer
El Espíritu
del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para proclamar el año de gracia
del Señor. Hoy es el día de la salvación: Día para
abrir las puertas del corazón al Señor para que entre en nuestro corazón y haga
su Obra: nuestra liberación, el perdón de nuestros pecados, nuestra
reconciliación y llene nuestro corazón con su Amor (Rm 5, 5).Y haga de los
pecadores una Nueva Creación ( 2 de Cor 5, 17)
La fe viene de la escucha de la Palabra de
Dios (Rm 10. 17) EL ENEMIGO DE LA FE ES LA SOBERBIA, LA INCREDILDAD Y LA MENTIRA, ES DECIR, ES EL PECADO. Y por la fe de
Jesucristo somos justificados de nuestros pecados, son
perdonados y recibimos el don del Espíritu Santo. (Rm 5, 1- 5; Gál 2, 16) Por
la fe somos hijos de Dios y hermanos de los que creen en Jesús y se convierten
a él.
“Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”. (Gál 3, 26) Por la
fe Cristo vive en nuestro corazón (Ef 3, 17) Y su Palabra está en nuestro
corazón con toda su riqueza (Col 3, 16) La riqueza de la Palabra es Cristo
Jesús que es nuestro por la fe y la
conversión (Mc 1, 15)
La fe sincera que está unida a un corazón limpio
( 1 dee Tm 1, 5) Es confianza, obediencia y pertenencia a Dios: y poner nuestra
vida está en las manos de Dios para poder mover montañas de basura de nuestros
corazones.. Pero sobre todo para hacer la Voluntad de Dios que es amar a todos.
Sin fe no hay amor como tampoco hay Esperanza. Llevando a sólo, la muerte en
nuestro corazón, ya que el salario del pecado es la muerte (Rm 6, 23) Dónde la
pecado la fe está muerta (Snt 2, 14)Por lo que la Escritura dice: Sin fer nada
le agrada a Dios (Hb 11, 6)
Escuchar la Palabra,
guardarla y ponerla por obra: Pero
él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.» (Lc
11, 28) Pero él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen
la Palabra de Dios y la cumplen.» (Lc 8, 21) Santiago nos dice; Poned por obra la Palabra y no os contentéis
sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos.(Snt 1, 22) Mateo repite
lo mismo: Y todo el que oiga estas palabras
mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su
casa sobre arena, cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos,
irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.» (Mt 7, 26- 27)
Al escuchar la Palabra quedamos embarazados de Dios. Embarazados
de Luz, Poder y Amor. La Palabra es la
Semilla del Reino el que crea y se convierte entra en la Plenitud de Dios que
es Cristo (Col 2, 9) El fruto de la semilla se alcanza obedeciendo la Palabra
de Dios. Rl Fruto es el Hombre Nuevo, Jesucristo resucitado que habita en
nuestro corazón para cumplir su Promesa: “Estar con ustedes todos los días
hasta el fin de los siglos (Mt 28, 20) Razón por la que la Palabra y la fe se
guardan en el corazón y no en la mente. Los conocimientos inchan e inflaman,
pero el amor construye y transforma.
La obediencia de la Palabra nos reviste de Cristo en justicia y
en santidad (Ef 4, 24) En bondad, verdad y justicia (Rf 5, 9) En humildad,
mansedumbre y misericordia (Col 3, 12) En piedad, amor fraterno y caridad (2 de Pe 1, 5-
8) Estas son las armas de la fe para luchar contra el mal (Rm 12, 21)Son la
armadura de Dios que nos reviste de Jesucristo ((Rm 13, 13- 14) La pide poner
el Fundamento del Edificio y construir las Murallas para defender la Gracia de
Dios de los ataques de los enemigos, del Ego y su comunidad que son los vicios.
(1 de Cor 3, 11) Cristo en nuestro
corazón es nuestro Fundamento y es nuestra Muralla que se construye en la
escucha y obediencia a su Palabra que es Luz, Poder y Amor que vivienen de la
Fe y por la fe, y por la obediencia de la Palabra se conviete em Virtudes que
nos revisten cde Cristo Jesús.
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