Introducción: Los cielos proclaman la gloria
de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su
mensaje al otro día y una noche se lo transmite a la otra noche. Salmo 18, 2-3. 4-5
De publicano a apóstol y evangelista.
En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa
de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo
siguió. (Mt 9, 9-10) Mateo primero fue publicano, un cobrador de impuestos a
servicio de los romanos. Era rico y como se quedaba con algo de os impuestos,
no era querido por el pueblo que lo tenían de ladrón.
Luego se convierte en un escucha del evangelizador del Padre, Jesús de
Nazaret, que un día lo invia a ser su discípulo y su amigo con un “Sígueme”. Él
se levantó y lo siguió. Dejando atrás su mesa de recaudador de impuestos, su
trabajo, y la entrada de dinero. Dicen que todos, todos, todos puede caber en
la Iglesia, pero no todo puede entrar a quedarse el pecado. Mateo lo deja todo
para seguir a Jesús.
Mateo ofrece una comida de despedida a sus excompañeros.
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y
pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto,
los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con
publicanos y pecadores?" Jesús los oyó y les dijo: "No son los sanos
los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que
significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo
no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores". Mt 9, 9-13
Los publicanos eran considerados como pecadores públicos, ateos y malditos
por no conocer la Ley. Por lo mismo eran impuros. Su Impureza era contagiosa,
saludarlos de mano o de abrazo era dejarse contagiar. A la mesa estaban
sentados comiendo y bebiendo muchos publicanos, Jesús y sus discípulos estaban
con ellos. Esto era un escándalo para os hombres de la religión. Y preguntan a
los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?"
Jesús habla en defensa de los Doce: "No son los sanos los que
necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que
significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo
no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores." Ustedes también
están enfermos, pero no reconocen sus pecados y se sienten sanos y santos, pero
son ciegos que guían a otros ciego (Mt 15, 14) Ofrecen sacrificios, pero, su
culto está vacío por que no tienen misericordia, ni obediencia, ni justicia ni
fidelidad.
Apóstol significa enviado a servir a Cristo y a su
Iglesia.
Primero fueron Discípulos
para luego ser enviados como Apóstoles con Poder para predicar el evangelio (Mc
4, 13) Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en
el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes
bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» (Mt 28, 18- 20)
Toda la Iglesia es enviada a la Misión.
Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se
la ha dado. Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas;
a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para
capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea,
construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la
fe y en el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser hombres perfectos,
que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo. Ef 4, 11-13
Apóstoles, Profetas, Maestros,
Pastores, Evangelizadores, todos enviados a participar de la misma Misión de
Cristo: dar vida. Liberar, perdonar, reconciliar, salvar y edificar la Iglesia.
(cf Jn 20, 19 23) Con elmandato de Jesús: trabajar Unidos y caminar en l Verdad
(Jn 17, 17), San Pablo, en nombre de Jesús e inspirado por el Espíritu Santo
nos presenta tres recomendaciones: Unidad en la fe, crecer en el conocimiento
de Dios hasta alcanzar la estatura del hombre Cristo Jesús, crucificado y
resucitado.
La unidad en la fees Comunión
con Dios en Cristo por la acción del Espíritu Santo y comunión con los miembros
del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Que nadie les engañe, la unidad en la
fe pide romper con el pecado para participar de la Naturaleza divina. (2 de Pe
1, 4) Pide guardar los Mandamientos de Dios y guardar su Palabra ( 1 de Jn 2,
3- 5)Para crecer en el conocimiento de Dios. Por eso guárdense del Mundo y de los
falsos profetas (1 de Jn 2, 2, 15; 2, 18) Los falsos profetas son aquellos que
hablan pero no cumplen; que trabajan para sus propios intereses (Mt 23, 1 7)
Tanto los Apóstoles como los
Profetas, los Maestros, los Pastores y los Evangelizadores, no pueden dejar de
ser Discípulos para que siempre tengan como Salvador, Maestro y Señor a Jesús,
el Hijo de Dios y el Mesías (Mt 16, 16) Qué prometió estar siempre con su
Iglesia (Mt 28, 20)
Para Mateo que escribió su
Evangelio para los judíos convertidos al cristianismo, une el Antiguo
Testamento con el Nuevo, para decir que Jesús es el cumplimiento de todas las
promesas del Antiguo Testamento. Promesas y Cumplimiento dan a luz la Esperanza
Mesiánica, Jesús el hijo de María, nacido por obra del Espíritu Santo para ser el
salvador de su pueblo (Mt 1, 20- 21)
El corazón del Evangelio de
Mateo.
«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré
descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es
suave y mi carga ligera.» (Mt 11, 28 30) Se trata de un intercambio entre nuestras
miserias y la misericordia de Jesús para entrar en su descanso y ser como Él, manso
y humilde de corazón, generoso y misericordioso.
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