DE HUESOS SECOS A HOMBRES Y MUJERES MOVIDOS POR EL AMOR.

 

DE HUESOS SECOS A HOMBRES Y MUJERES MOVIDOS POR EL AMOR.

Iluminación:Doble mal ha hecho mi pueblo: a mí me dejaron, Manantial de aguas vivas, para hacerse cisternas, cisternas agrietadas, que el agua no retienen”. (Jer 2, 13) Por eso ahora son huesos secos.

Introducción: “Estos huesos son toda la casa de Israel, que ha dicho: 'Nuestros huesos están secos”. Pereció nuestra esperanza y estamos destrozados' (Ez 37, 11)

La realidad del texto y de nuestra vida.

El me dijo: "Habla en mi nombre a estos huesos y diles: 'Huesos secos, escuchen la palabra del Señor. Esto dice el Señor Dios a estos huesos: He aquí que yo les infundiré el espíritu y revivirán. Les pondré nervios, haré que les brote carne, la cubriré de piel, les infundiré el espíritu y revivirán. Entonces reconocerán que yo soy el Señor'  Yo pronuncié en nombre del Señor las palabras que él me había ordenado, y mientras hablaba, se oyó un gran estrépito, se produjo un terremoto y los huesos se juntaron unos con otros. Y vi cómo les iban saliendo nervios y carne y cómo se cubrían de piel; pero no tenían espíritu. (Ez 37, 4ss)

En la escucha y obediencia a la Palabra.

Le escucha y obediencia de la Palabra de Dios nos saca de la esclavitud de Egipto y de la servidumbre de Babilonia. Nos saca del  reinado de la muerte y de  las tinieblas para llevarnos al reino del amor y de la luz (Col 1, 13; Ef 5.7-9) Nos saca de la sepultura para llevarnos a la Casa del Padre (Ez 37, 12) Los huesos secos son el pueblo de Israel que había caído en la idolatría al quebrantar la Alianza del Señor. Dios comienza su Obra. Fruto de la escucha de la Palabra es la integración de los huesos secos. Luego a los huesos les pone nervios, carne y piel Y aparece la inteligencia, la voluntad, los sentimientos, los sentidos…. Piensa, decide, siente, hace cosas… Pero les falta el espíritu.

Por la acción del Espíritu Santo.

Entonces me dijo el Señor: "Hijo de hombre, habla en mi nombre al espíritu y dile: 'Esto dice el Señor: Ven, espíritu, desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, para que vuelvan a la vida' ".Yo hablé en nombre del Señor, como él me había ordenado. Vino sobre ellos el espíritu, revivieron y se pusieron de pie. Era una multitud innumerable. El Señor me dijo: "Hijo de hombre: Estos huesos son toda la casa de Israel, que ha dicho: 'Nuestros huesos están secos; pereció nuestra esperanza y estamos destrozados'. /Ez 37, 9,ss)

Ahora podemos llegar a ser una Nueva Creación.

La época del reinado de los huesos secos ha pasado, lo que ahora hay es nuevo (2 de Cor, 5, 20; Rom 5,20) Ahora el hombre es un ser pensante, que siente, se expresa, que escucha y puede responder a sus inquietudes, preocupaciones o necesidades. Puede reconocerse que es un ser necesitado de ayuda- Que no está sólo, camina con otros y que puede caminar con ellos. Como también puede reconocer que no tiene felicidad, que necesita la Luz, el Poder y el Amor que sólo puede venir de Dios.

La Promesa de Dios.

Por eso, habla en mi nombre y diles: 'Esto dice el Señor: Pueblo mío, yo mismo abriré sus sepulcros, los haré salir de ellos y los conduciré de nuevo a la tierra de Israel. Cuando abra sus sepulcros y los saque de ellos, pueblo mío, ustedes dirán que yo soy el Señor. Entonces les infundiré mi espíritu, los estableceré en su tierra y sabrán que yo, el Señor, lo dije y lo cumplí' ". (Ez 37, 12-14)

El Acontecimiento.

Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios. (Gál 4, 4- 7)

Cristo es la Promesa y es el Acontecimiento que se hace uno de nosotros (Jn 1, 14) Para darnos su Palabra que es Luz que ilumina nuestras tinieblas para que reconozcamos nuestros huesos secos y nos lleva a la Unidad con Dios y con nosotros mismos para que tengamos vida en abundancia (Jn 10, 10) Muere y resucita para hacer la Nueva Alianza con Dios y con el Nuevo Pueblo, y nos da Espíritu Santo Para que podamos guardar sus Mandamientos y guardar su Palabra. Para que seamos una Comunidad en la cual todos seamos hijos de Dios y hermanos entre nosotros. Donde hay filiación hay también fraternidad. Llamados todos a amar y a servir,

La ley, en verdad, intervino para que abundara el delito; pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia; así, la mismo que el pecado reinó en la muerte, así también reinaría la gracia en virtud de la justicia para vida eterna por Jesucristo nuestro Señor. (Rm 5, 20- 21)

 

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