SOMOS HIJOS DE DIOS POR LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO.

 

SOMOS HIJOS DE DIOS POR LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO.

En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús algunos de los saduceos, los cuales afirman que los muertos no resucitan, y le dijeron: “Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre muere dejando a su viuda sin hijos, que la tome por mujer el hermano del que murió, para darle descendencia a su hermano. Había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo se casó con la viuda y murió también, sin dejar hijos; lo mismo el tercero. Los siete se casaron con ella y ninguno de ellos dejó descendencia. Por último, después de todos, murió también la mujer. El día de la resurrección, cuando resuciten de entre los muertos, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque fue mujer de los siete”.

Los Saduceos era un grupo pseudo religioso, pues no creían en la resurrección de los muertos, ni en los espíritus ni en los ángeles., en lo más serio, ni en Dios creían, eran ateos, su religión era el Dinero y el Poder. Seguían al mejor postor, eran utilitaristas: bueno, lo que nos conviene, lo que nos deja y permite ser más ricos y poderosos, eran subordinados incondicionales de Roma, es decir, del Poder. Entre ellos están los Sumos sacerdotes, amos y señores del Templo, que era su negocio.  No creían en los profetas de la Biblia, solo aceptaban el Pentateuco, y a su manera.  Su culto era externo, sin justicia y sin obediencia.

Va una comisión de ellos con Jesús y le pregunta:

“Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre muere dejando a su viuda sin hijos, que la tome por mujer el hermano del que murió, para darle descendencia a su hermano.” Le hablan de un cuento que usaban para negar la resurrección.  El día de la resurrección, cuando resuciten de entre los muertos, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque fue mujer de los siete”.

Jesús les contestó: “Están en un error, porque no entienden las Jesús Escrituras ni el poder de Dios.  Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni los hombres tendrán mujer ni las mujeres marido, sino que serán como los ángeles del cielo. Y en cuanto al hecho de que los muertos resucitan, ¿acaso no han leído en el libro de Moisés aquel pasaje de la zarza, en que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Están, pues, muy equivocados”.

“Están en un error, están equivocados y están perdidos, no   entienden las Escrituras. ¿Cómo las van a entender si no creen en el Dios de la Biblia? En el Dios de vivos. Después de la resurrección no habrá matrimonios; ni el hombre tendrá mujer ni la mujer tendrá hombre, todos será como ángeles al servicio del Señor. Tendrán un cuerpo resucitado y glorificado. Pero de que hay resurrección, la hay y con ella hay Vida eterna, es la enseñanza de Jesús.

Cuando nació el grupo de los Mormones, su Fundador, enseñaba que después de la resurrección el hombre iba a tener las esposas que habían tenido en esta vida, y logró tener 42 esposas. Estaba en un error y no conocía las Escrituras. La Biblia habla de un hombre para una mujer y de una mujer para un hombre, lo que sale de esta enseñanza es adulterio y es poligamia. Y la enseñanza de Jesús nos dice que no hay vida conyugal después de la resurrección.

Cristo murió y resucitó, murió para que nuestros pecados sean perdonados y resucitó para darnos vida eterna (Rm 4, 25) Este es el fundamento de nuestra fe, pero, lo esencial es la resurrección. De acuerdo a la enseñanza de san Pablo que nos dice: “Si Cristo no resucitó vana es nuestra fe y vana nuestra predicación. ( 1 de Cor, 15, 14)

Después de la muerte hay un juicio, de ahí, saldremos por un camino que nos lleva al Cielo, a la Vida eterna, o por otro camino que nos lleva a la muerte eterna. Si al morir estábamos engracia de Dios, hay vida eterna, pero, si había pecado mortal, sigue la muerte eterna. (Mt 25, 34ss) 

¿Cómo hablar de la resurrección? Por la fe en Jesucristo que murió y resucitó. La resurrección en Jesús es la Obra poderosísima que el Espíritu Santo realizó en el cadáver de Jesús para transformarlo en un ser vivo, viviente y vivificador. Cristo en su vida mortal recibió el Espíritu sin medida, pero después de su resurrección, es el que da Espíritu Santo a los que crean y lo obedezcan. (Hch 5, 32)

¿Cómo es nuestra resurrección? Es la Obra poderosísima que el Espíritu hace en nosotros para transformarnos en hijos de Dios. Sin resurrección no hay perdón de los pecados y no hay conversión. Por la fe morimos, somos sepultados y resucitamos con Jesús (Rm 6, 3- 5) Por la resurrección somos hijos de Dios y herederos de la vida eterna (Rm 8, 17) Sin resurrección somos ateos, al igual que los saduceos.

La resurrección nos hace vivir en la gracia de Dios, por eso Jesús pide a sus discípulos amar y servir, a Dios y a los hombres, por eso nos pide guardar sus Mandamientos y guardar su Palabra (Jn 14, 21.23) Vivir como Jesús vivió, una vida resucitada, amando a todos, sanando enfermos, liberando a los oprimidos, y dando su Palabra. Su obra fue instaurar el Reino de su Padre en el corazón de los hombres. Para nosotros, hoy, muerte y resurrección son dos momentos de un mismo acontecimiento: la Pascua de Cristo, morir y resucitar para poder estar sentados a la diestra de Dios




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