PARA VENCER
LA AMBICIÓN DEL PODER CRISTO RECOMIENDA EL SERVICIO POR AMOR.
En aquel tiempo, Jesús y sus
discípulos iban camino de Jerusalén y Jesús se les iba adelantando. Los
discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se
llevó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder:
"Ya ven que nos estamos dirigiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a
ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a
muerte y a entregarlo a los paganos; se van a burlar de él, van a escupirlo, a
azotarlo y a matarlo; pero al tercer día resucitará". (Mc 10, 32ss)
Jesús se les iba adelantando, es
decir, él entendía con toda claridad lo que iba a suceder, va adelante sin
miedo, toma la firme determinación de subir a Jerusalén. Va a padecer, va
sufrir y va a morir, para al tercer día resucitar. Es el Camino de la Cruz, el
primero y el único para recorrer es Jesús. Los demás no lo comprenden tienen
otro camino. El camino del Poder.
Entonces se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le
dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte".
Él les dijo: "¿Qué es lo que desean?" Le respondieron: "Concede
que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu
gloria". Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la
prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?"
Le respondieron: "Sí podemos". Y Jesús les dijo: "Ciertamente
pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré
bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí
concederlo; eso es para quienes está reservado".
No lo entienden, mientas Jesús habla de dolor, sufrimiento
y muerte, los discípulos hablan de Poder, de los primeros lugares, de dominar,
de ser famosos y ricos. Jesús les recuerda de los dos caminos que uno es ancho
y el otro es angosto y estrecho (Mt 7, 13- 14) Dos caminos: la carne y el
Espíritu (Gál 5, 16) Dos caminos el de la luz y el de las tinieblas (Ef 5, 7-8)
Cristo y el mundo: el mundo ofrece Poder, Riquezas y Placeres (1 de Jn 2, 15) En
uno hay esclavitud en el otro hay libertad. Uno es de vida el otro es de
muerte. Jesús les recuerda el libre albedrío: “Mira,
yo pongo hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal”. "Si escuchas los
mandamientos de Yahvé tu Dios que yo te mando hoy, amando a Yahvé tu Dios,
siguiendo sus caminos y guardando sus mandamientos, preceptos y normas, vivirás
y te multiplicarás” (Dt 30, 15ss)
En efecto, todo
mortal es hierba y toda su belleza es flor de hierba: se seca la hierba y cae
la flor; en cambio, la palabra del Señor permanece para siempre. Y
ésa es la palabra que se les ha anunciado. (1 de Pe 1, 25). Toda planta que mi
Padre no plantado, será arrancada, echada fuera y luego al fuego. (Mt 15, 13)
Para Jesús gobernar es servir con otros a favor de otros. Por eso reúne a sus Discípulos para
darles su gran enseñanza: “Los dos caminos el Poder y el Servicio: “Cuando los
otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús
reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya saben que los jefes de las
naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen.
No ser los dueños, sino servidores, servir con otros a favor de
otros, gobernar uno solo es dictadura que existen para oprimir, explotar y
matar. Esto es la carne que nos recuerda que todo espíritu que no viene de la
fe nos lleva al pecado que nos lleva a la muerte (Rm 14, 23; 6, 23) En cambio
todo lo que viene de Dios nos lleva a la Verdad, a la Libertad y a la Vida (Jn
8, 32).
“Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que
quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser el
primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha
venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de
todos".
El camino del Servicio lo propuso Juan el Bautista: “Es preciso que él crezca y que yo disminuya.”
(Jn 3, 30) Disminuir hasta desaparecer para que aparezca Cristo, esto hace
referencia al Nuevo Nacimiento para recibir el perdón de los pecados y el don
del Espíritu Santo (Hch 2, 39) Esto es hacerse pequeño como un niño (Mt 18, 3)
Para luego dejarse crecer con la enseñanza de los Apóstoles, la Comunión, la Eucaristía,
las Oraciones (Hch 2, 42) Y la práctica del bien.
Se trata de la enseñanza de la Verdad que nos hace íntegros, honestos,
honrados, fieles y leales, es decir estamos listos para servir, puen hemos
pasado por las manos de Cristo que nos dice; Vosotros
me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque
lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros
también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para
que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros. (Jn 13, 34)
Lo primero es permitir a
Jesús que nos lave los pies, que nos perdone y que nos de su Espíritu Santo,
para después lavar los pies a los demás: Llega a Simón Pedro; éste le dice:
«Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?» Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no
lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde.» Le dice Pedro: «No me lavarás
los pies jamás.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo.» Le
dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza.» Jesús
le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y
vosotros estáis limpios, aunque no todos.» (Jn 13, 7- 10)
Para estar
limpios de toda opresión para poder llenarse del Amor de Cristo y servir con
amor: Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como
yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. (Jn 13, 34)
El Amor nace y crece en un corazón que tuene una fe sincera, un corazón limpio
y una conciencia recta ( 1 de Tim 1, 5)
Toda la Uglesia esta llamada a servir, pero la realidad sólo sirven los que son Discípulos de Cristo; Pablo lo recuerda; el que no trabaje que no coma (2 de Tes 3, 10) "El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda hacer partícipe al que se halle en necesidad." (Ef 4, 28) Qie se ponga a lavar pies.
Publicar un comentario