EL DIÁLOGO MÁS LIBERADOR DE LA HISTORIA.

 

EL DIÁLOGO MÁS LIBERADOR DE LA HISTORIA.

1.     La Anunciación.

Diálogo entre el Cielo y la tierra. Entre Dios y los hombres. De parte de Dios el Ángel Gabriel y de parte de los hombres, María de Nazaret.  El Ángel saluda: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Es un saludo Mesiánico anunciado por los Profetas: “¡Exulta sin freno, Sión, grita de alegría, Jerusalén! Que viene a ti tu rey: justo y victorioso, humilde y montado en un asno, en una cría de asna” (Zac 9, 9. So 3, 14). Si hoy estamos hablando de María, si hoy le pedimos y le cantamos, y ella nos alcanza favores del Cielo, es porqué Dios está con ella: “El Señor está contigo”. Desde su concepción inmaculada hasta la eternidad, el Señor está con su hija predilecta.

Ella se conturbó por estas palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en tu seno y a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande, le llamarán Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin (Lc 1, 30- 33). El ángel Gabriel da a conocer a María lo que Dios quiere hacer en favor de su pueblo y de toda la humanidad. Ella con una madurez humana impensable pregunta desde su realidad virginal.

María respondió al ángel: «¿Cómo será esto posible, si no conozco varón?» el ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y le llamarán Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y ya está en el sexto mes la que era considerada estéril, porque no hay nada imposible para Dios.»

 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel la dejó y se fue (Lc 1, 35- 38). Al escuchar las palabras del Ángel, María entiende que se trata del Mesías prometido. Ella anhela la liberación de su Pueblo y se compromete con Dios en un acto de solidaridad dándole su “Fiat”.

11. María Virgen y Madre.

A la luz del diálogo más liberador de la historia entre María y el Ángel del Señor, Pablo VI, nos dejó en la “Marialis Cultus”, cuatro perfiles del rostro de la Madre por lo que es llamada “Madre y Modelo” para toda la Iglesia.

A)     María es la Virgen oyente. Es oyente porque escucha en su corazón la Palabra de Dios que la invita aceptar la Misión única e irrepetible de ser la Madre de su Hijo unigénito. Para la Escritura la fe viene de la escucha de la Palabra de Dios (Rom 10, 17). La Virgen oyente es la primera Evangelizada, es la primera en creer y por eso es la primera discípula de su Hijo. Ella la Virgen oyente encuentra en la voluntad de Dios la delicia de su vida, con alegría exclama: “Habla Señor que tu sierva escucha”. María se define a sí misma como la “humilde esclava del Señor”. La disponibilidad para hacer la voluntad de su Señor invade totalmente el alma de la Mujer elegida desde la eternidad de Dios para ser  Madre de Jesús.

B)   María es la Virgen Orante. Es orante porque ora. La Oración de María es íntima y abierta a la voluntad de Dios. En su diálogo con Dios pregunta: “«¿Cómo será esto posible, si no conozco varón?»” Ella, Mujer de oración íntima, cálida y extensa, acostumbrada por su intimidad con el Señor a tener experiencias sublimes. Pregunta al Dios que respeta la libertad de los hombres.

¿Cómo es la Oración de María?  "María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios, de corazón, derriba del trono a los poderosos, y enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos Is despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia —como lo había prometido a nuestros padres—, en favor de Abrahán y su descendencia para siempre" (Lc 1, 46-55).

C.    María la Virgen Madre. El ángel del explica a María la obra que el Espíritu Santo realizará en ella: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y le llamarán Hijo de Dios. María es Mujer creyente y acepta después de escuchar la explicación ángel ser la Virgen Madre del Hijo de Dios. Ella es Madre fecunda que se dona en favor de toda la Humanidad.

 

D.    María es la Virgen Oferente. Dios respeta la libertad de los hombres, propone, pero no obliga, el hombre responde desde su libertad. María es Mujer Oferente por que se ofrece al igual que los grandes de la Biblia. Cree que puede ser Madre, siendo Virgen, y responde al Cielo diciendo: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» El Fiat de María hace que el Cielo baje a la tierra, la segunda persona de la Santísima Trinidad, el Verbo del Padre se encarna en las entrañas de la Virgen Madre por obra del Espíritu Santo. 

Los Padres de la Iglesia hablaron de María y la llamaron la "Nueva Eva"- Elegida por Dios desde la eternidad para ser la Madre de su Hijo y la prepara desde su Concepción Inmaculada llenándola  de su Gracia. La Encarnación es la Obra perfectísima del Espíritu Santo en María. Dios se hace humano para amarnos con un corazón de hombre. La Nueva Creación tiene como Fundamento la Iniciativa de Dios y ola humilde esclava del Señor, María .la hija predilecta del Padre, la Madre del Hijo y el Sagrario del Espíritu Santo


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