LA
MENTIRA ES PECADO QUE ROMPE LA COMUNIÓN CON DIOS.
“Fuera
del cielo todo el que ame y practique la mentira” (Ap 22, 15) La mentira es
pecado y rompe la comunión con Dios, y nos priva de la gracia de Dios (Rm 3,
21) Y como pecado nos lleva a la muerte espiritual (Rm 6,23) Por eso san Juan
nos dice que: “Ninguna mentira viene de la verdad” (1 de Jn 2, 21) La mentira
no viene de la fe, viene del diablo (cf Rm 14, 23)
La
mentira no es eterna, la verdad si lo es,
por eso la Escritura nos dice: “Los labios sinceros permanecen por siempre la
legua mentirosa dura un instante (Prov 12, 19) Más pronto cae el mentiroso que
el cojo. La persona mentirosa es como la hierba: “Pues toda carne es como
hierba y todo su esplendor como flor de hierba; se seca la hierba y cae la
flor; .pero la Palabra del Señor permanece eternamente. Y esta es la Palabra:
la Buena Nueva anunciada a vosotros”.(1 de Pe 1, 24- 25)
El
diablo es mentiroso y padre de la mentira (Jn 8, 44) Las lenguas del diablo
confunden, engañan, dividen, manipulan, aplastan y matan. Es el que engañó a
nuestros primeros padres para que desobedecieran a Dios, y él es el que nos
confunde y engaña a nosotros para que pequemos. Se hace pasar por ángel de luz
para dividirnos y manipularnos ( 2 de Cor 11, 14) San Pedro nos advierte: “Sed
sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente,
buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros
hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos”. (1 de Pe 5,
8- 9)
Mentiras
ni pequeñas, ni blancas ni piadosas, todas son un motivo para protegernos y
para justificarnos por eso; “Es preferible el ladrón que el que persiste en la
mentira”. (Ecl 20, 25)
No
os mintáis unos a los otros (Col 3, 9) La mentira no comunica, es un medio para
engañar y para manipular, por eso la verdad no peca, pero, incomoda, la verdad
es la que nos comunica y nos libera. Recordemos y tengamos siempre presente el
mandato del Señor: “No mentiréis” (Lv 19, 11) El profeta Jeremías nos descubre
la realidad: el pueblo es de cabeza dura y desobedece a Dios: “Es la mentira, y
no la verdad lo que prevalece en esta tierra. Van de mal en peor y a Dios
desconocen (Jer 9, 2) No guardan su mandamientos ni su Palabra. Dan la espalda
a Dios y se van hacerse sus cisternas agrietadas que no contienen el agua (Jer
2, 13) Caen en la idolatría, el pecado de Israel.
Rechazad
todo engaño. Como niños recién nacidos rechacen la malicia, la mentira y la
envidia (1 de Pe 2,1) Las tres son inseparables, una nos lleva a la otra. El
diablo por envidia engaño a Eva y a Adán. “Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad,
le hizo imagen de su misma naturaleza; mas por envidia del diablo entró la
muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen”. (Sab 1, 23- 24) ¿Quiénes
pertenecen al diablo? Los que ´pecan y no se arrepienten.
Por
tanto, desechando la mentira, hablad con verdad cada cual con su prójimo, pues
somos miembros los unos de los otros. Si os airáis, no pequéis; no se ponga el
sol mientras estéis airados, ni deis ocasión al Diablo (Ef 4, 25- 27) “Vigilad
y orad para no caer en tentación” (Mt 26, 41) El que no vigila se duerme, y mientras
dormimos viene el diablo y siembra la cizaña (Mt 13, 38) Dormirse en el pecado,
vigilad significa conocerse, despojarse, revestirse, luchar y orad para
mantenerse de pie, con fe firme y fuerte.
¿Cómo
es que Satanás sembró la mentira en tu corazón? Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo
es que Satanás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con
parte del precio del campo. ¿Es que mientras lo tenías no era tuyo, y una vez
vendido no podías disponer del precio? ¿Por qué determinaste en tu corazón
hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas
palabras, cayó y expiró. (Hch 5, 3- 5) El
salario del pecado es la muerte (Rm 6, 23) La mentira a Dios y a los hombres es
fuente de otros pecados. El engaño engendra la parálisis y esta engendra la frustración.
Los tres nos llevan al vacío de Dios y de Amor. Hablemos con toda verdad.
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