EN
LA CÁTEDRA DE MOISÉS SE HAN SENTADO LOS ESCRIBAS Y FARISEOS-
Entonces
Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de
Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo
lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan
cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el
dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los
hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del
manto; Mt 23, 1- 15)
¿Cuál
es la característica de un falso profeta o de un falso pastor? Porque dicen y
no hacen. No ponen en práctica lo que enseñan. Dicen una cosa y hacen otra, el
mismo evangelio les llama frutos malos que deben ser arrancados y echados fuera
(Mt 7, 17ss) Jesús también les llama “sepulcros blanqueados” (Mt 23, 27) y “lobos
vestidos con piel de oveja”, falsos profetas (Mt 7, 15) El profeta Ezequiel
habló de los falsos pastores:
Hijo
de hombre, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza. Dirás a los
pastores: Así dice el Señor Yahveh: ¡Ay de los pastores de Israel que se
apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar el rebaño? Vosotros os
habéis tomado la leche, os habéis vestido con la lana, habéis sacrificado las
ovejas más pingües; no habéis apacentado el rebaño. No habéis fortalecido a las
ovejas débiles, no habéis cuidado a la enferma ni curado a la que estaba
herida, no habéis tornado a la descarriada ni buscado a la perdida; sino que
las habéis dominado con violencia y dureza. Y ellas se han dispersado, por
falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las fieras del campo;
andan dispersas. (Ez 34, 2,- 5)
Así
encontró Jesús a las ovejas de Israel: “Pero les vieron marcharse y muchos
cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y
llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión
de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles
muchas cosas”. (Mc 6, 34- 35) Los falsos pastores de ayer y de hoy se toman la
leche, se visten con la lana y se comen la carne de las ovejas, hacen su negocio,
se hacen ricos con la lana de las ovejas. Por eso Jesús dice de ellos: “Quieren
el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que
se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí".(Mt 23,
6- 7) En todo buscan que les vaya bien y quedar bien. Pablo dice: “No nos
predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como
siervos vuestros por Jesús”. (1 de Cor 4. 5) Usan la Palabra de Dios para sus
intereses, o hablan bonito para que les vaya bien económicamente.
A
los pastores el apóstol Pedro les dice: A los ancianos que están entre vosotros
les exhorto yo, anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y
partícipe de la gloria que está para manifestarse. Apacentad la grey de Dios
que os está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según
Dios; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; no tiranizando a los
que os ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey. Y cuando aparezca el
Mayoral, recibiréis la corona de gloria que no se marchita. De igual manera,
jóvenes, sed sumisos a los ancianos; revestíos todos de humildad en vuestras
mutuas relaciones, pues Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los
humildes.(1 de Pe 5, 1- 5)
Pablo
exhorta a los pastores a vivir y trabajar para la edificación de la Iglesia: Os exhorto, pues, yo, preso por el Señor, a que viváis
de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda
humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros por amor, poniendo
empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo
Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados.
Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, (Ef 4, 1- 5) El mismo «dio» a
unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros,
pastores y maestros, para el recto ordenamiento de los santos en orden a las
funciones del ministerio, para edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos
todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado
de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo. (Ef 4, 11- 13)
El
buen pastor da su vida por sus ovejas (Jn 10, ) Los alimenta con pastos de
conocimiento y de discernimiento (Jer 3, 15) Para que tengan el crecimiento en
la fe, la esperanza y en la caridad, para que no sean manipulados por nada ni
por nadie. (cf Ef 4, 14) Tú, pues, hijo mío, manténte fuerte en la gracia de
Cristo Jesús; y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a
hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros” (2 Tim 2, 1-
2)
Santiago nos habla del
discernimiento de pastores: Hermanos míos, no entre la acepción de personas en la fe que
tenéis en nuestro Señor Jesucristo glorificado. Supongamos que entra en vuestra
asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra
también un pobre con un vestido sucio; y que dirigís vuestra mirada al que
lleva el vestido espléndido y le decís: «Tú, siéntate aquí, en un buen lugar»;
y en cambio al pobre le decís: «Tú, quédate ahí de pie», o «Siéntate a mis
pies». ¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces con
criterios malos? (Snt 2, 1- 4)
La acepción de personas se
fundamenta en la mentira que tiene por padre al Diablo: ¿Cuánto tienes, cuánto
vales? En la Iglesia de Dios, Comunidad de Cristo todos somos iguales en
dignidad, todos, hombres y mujeres, pobres y ricos, judíos y gentiles (cf Col
3, 11) Todos somos uno en Cristo Jesús.
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