EL RÉGIMEN DE LA MUERTE Y EL RÉGIMEN DE LA VIDA.

 


EL RÉGIMEN DE LA MUERTE Y EL RÉGIMEN DE LA VIDA.

Esta confianza con Dios la tenemos por Cristo. No es que por nosotros mismos estemos capacitados para apuntarnos algo, como realización nuestra; nuestra capacidad nos viene de Dios, que nos ha capacitado para ser ministros de una alianza nueva: no de código escrito, sino de espíritu; porque la ley escrita mata, el Espíritu da vida. Aquel ministerio de muerte –letras grabadas en piedra– se inauguró con gloria; tanto que los israelitas no podían fijar la vista en el rostro de Moisés, por el resplandor de su rostro, caduco y todo como era. Pues con cuánta mayor razón el ministerio del Espíritu resplandecerá de gloria. Si el ministerio de la condena se hizo con resplandor, cuánto más resplandecerá el ministerio del perdón. El resplandor aquel ya no es resplandor, eclipsado por esta gloria incomparable. Si lo caduco tuvo su resplandor, figuraos cuál será el de lo permanente. (2 Corintios 3, 4-11)

¿Cómo pasar del régimen de la ley al régimen de la Gracia? ¿Cómo pasar de un ministerio de muerte al ministerio del Espíritu? Hay que nacer de nuevo, hace falta el Nacimiento de Dios, del agua y del Espíritu. (Jn 3, 1- 5) Hay que entrar y pertenecer en la Nueva Alianza, sellada con la sangre de Cristo, para recibir la justificación por la fe de Jesucristo (Gál 2, 16) Y ser incorporados por el bautismo al Cuerpo de Cristo (Gál 3, 26) Lo que Pablo dice: “Morir con Cristo, ser sepultado con él para resucitar con él a una nueva vida” (Rm 6, 3-4) El signo de la Nueva Alianza es el Espíritu Santo que lo recibimos como sello para el día de nuestra redención (Ef 4, 30) Por la fe y el bautismo (Mc 16, 16) pasamos de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, de las tinieblas a la luz. (cf Col 1, 13- 14) “Su muerte fue un morir al pecado, de una vez para siempre; mas su vida, es un vivir para Dios. Así también vosotros, consideraos como muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.” (Rm 6, 10- 11)

La justificación por la fe la recibimos el día del bautismo, y por la justificación recibimos el perdón de los pecados y el don del Espíritu Santo (Hch 2, 38; Gál 3, 26- 27) Entramos en la Nueva Alianza, le pertenecemos a Cristo para amarlo y para servirlo. Somos ministros de la Nueva Alianza, por nuestro bautismo, todos pertenecemos al sacerdocio común, somos profetas y somos reyes para servir. (1 de Pe 2, 9) Somos y pertenecemos al Pueblo de Dios. Pueblo a quien Cristo resucitado le entregó: La paz, el gozo, la misión, el don del Espíritu Santo y el ministerio de la reconciliación para edificar la Iglesia, la Iglesia del Señor. Enviada por el mismo Señor: Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»(Mt 28, 18- 20)

¿Qué enseñó Jesús a sus apóstoles? Le enseñó el arte de vivir como hijos de Dios, el arte de amar y el arte de servir. Enseñó con sus Palabras, con sus Obras y con su Testimonio de vida. Por eso pudo decir con toda autoridad: “Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.” (Jn 13, 13)  “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.” (Jn 13, 34).¿Qué y cómo realizó Jesús su ministerio? Todo lo hizo para la Gloria de su Padre. Toda su vida estaba empapada de Oración. Su vida estaba totalmente dedicada a los pobres, a los enfermos y a los pecadores. Jesús fue un Pastor pobre, humilde y sencillo, por eso pudo recomendar a los suyos: Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón (Mt 11, 29) Y decirles como tenían que trabajar: Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.» (Mt 20, 25- 28)


Jesús fue fiel a la Alianza de su Padre con su Pueblo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos.» (Mateo  5,17-19)

Los Diez Mandamientos de la Antigua Alianza pertenecen también a la Nueva Alianza. La Plenitud es el amor y el servicio a Dios y los hombres. Jesús nos dice que su Padre es Amor  es Misericordia, pero, no se hace cómplice de nuestros pecados. Por eso le dice a la mujer adultera: Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?» Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.» (Jn 8, 10- 11) Y en evangelio de Mateo dice a unos que se creían muy religiosos: Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!" (Mt 7, 22- 23)

El que vive en el régimen de la Gracia, acepta y se somete a la voluntad de Dios, (Mt 6, 9) guarda sus mandamientos y guarda su Palabra. (Jn 14,21. 23) Sigue y ama a Jesús (Lc 9, 23) Rompe con el pecado y práctica las virtudes (2 de Tim 2, 22; 2 de Pe 1, 4b) Es un enamorado de Jesús, de su Palabra, de la Oración, de la Iglesia y está dedicado al servicio a Dios y a los hombres. Es un buscador de perlas preciosas (Mt 5, 44- 45). Es un Ministro o Ministra de la Nueva Alianza.



 

Publicar un comentario

Whatsapp Button works on Mobile Device only

Start typing and press Enter to search