LOS DISCURSOS DE PEDRO Y PABLO A LOS PRESBÍTEROS
“A los presbíteros en esa
comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y
partícipe de la gloria que va a descubrirse, os exhorto: Sed pastores del
rebaño de Dios a vuestro cargo, gobernándolo, no a la fuerza, sino de buena gana,
como Dios quiere, no por sórdida ganancia, sino con generosidad, no como
dominadores sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndoos en modelos del
rebaño. Y, cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria
que no se marchita.” 1Pe 5, 1-4
Las tres antítesis: no a la fuerza,
no con sórdida ganancia, no como dominadores. Podíamos añadir una más: sin
manipular a nadie. Al estilo del Buen Pastor que todo lo hizo bien: Por Amor. “Sino de buena gana, con generosidad, como
modelos del Rebaño.” Como testigos de los sufrimientos de Cristo para que
puedan participar de su gloria.
Sed pastores del Rebaño de Dios a
vuestro cargo. El Rebaño es de Dios, comprado a precio de sangre (1 de Pe, 1,
18- 19) El Señor es el dueño, los presbíteros tan sólo son servidores y administradores,
que sean fieles al encargo (1 de Cor 4,1) No se comporten como falsos pastores,
tal como lo dijo el profeta Ezequiel:
"Hijo de hombre, profetiza
contra los pastores de Israel, profetiza. Dirás a los pastores: Así dice el
Señor Yahveh: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No
deben los pastores apacentar el rebaño? Vosotros os habéis tomado la leche, os
habéis vestido con la lana, habéis sacrificado las ovejas más pingües; no
habéis apacentado el rebaño. No habéis fortalecido a las ovejas débiles, no
habéis cuidado a la enferma ni curado a la que estaba herida, no habéis tornado
a la descarriada ni buscado a la perdida; sino que las habéis dominado con
violencia y dureza. Y ellas se han dispersado, por falta de pastor, y se han
convertido en presa de todas las fieras del campo; andan dispersas."(Ez
34. 2- 5)
Por eso hace una promesa a su
Pueblo: "Os pondré pastores según mi corazón que os den pasto de
conocimiento y prudencia. "(Jer 3, 15) Como buen pastor lleva a su Rebaño
a las verdes praderas y a las aguas vivas (Slm 23, 1- 3) y las busca hasta
encontrarlas, las levanta en brazos y las lleva al Rebaño (Lc 15, 4) Para luego
dar su vida por ellas: "Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida
por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las
ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en
ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo
soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí," "Nadie
me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para
recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.»" (Jn
10, 11- 14. 18)
El discurso de Pablo a los presbíteros
de Efeso.
"«Y ahora yo sé que ya no
volveréis a ver mi rostro ninguno de vosotros, entre quienes pasé predicando el
Reino. Por esto os testifico en el día de hoy que yo estoy limpio de la sangre de
todos, pues no me acobardé de anunciaros todo el designio de Dios. «Tened
cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el
Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se
adquirió con la sangre de su propio hijo. «Yo sé que, después de mi partida, se
introducirán entre vosotros lobos crueles que no perdonarán al rebaño; y
también que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas
perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de sí. Por tanto, vigilad y
acordaos que durante tres años no he cesado de amonestaros día y noche con lágrimas
a cada uno de vosotros. «Ahora os encomiendo a Dios y a la Palabra de su
gracia, que tiene poder para construir el edificio y daros la herencia con
todos los santificados. «Yo de nadie codicié plata, oro o vestidos." (Hch
20, 25- 33)
Pablo es un buen pastor que se pasó
su vida sirviendo a su Iglesia, desde el día del Encuentro con Jesús en el
camino de Damasco: "Pues dice él: En el tiempo favorable te escuché y en
el día de salvación te ayudé. Mirad ahora el momento favorable; mirad ahora el
día de salvación. A nadie damos ocasión alguna de tropiezo, para que no se haga
mofa del ministerio, antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de
Dios: con mucha constancia en tribulaciones, necesidades, angustias; en azotes,
cárceles, sediciones; en fatigas, desvelos, ayunos; en pureza, ciencia,
paciencia, bondad; en el Espíritu Santo, en caridad sincera, en la palabra de
verdad, en el poder de Dios; mediante las armas de la justicia: las de la derecha
y las de la izquierda; en gloria e ignominia, en calumnia y en buena fama;
tenidos por impostores, siendo veraces; como desconocidos, aunque bien
conocidos; como quienes están a la muerte, pero vivos; como castigados, aunque
no condenados a muerte; como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque
enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos."(2
de Cor 6, 2- 10)
Pedro y Pablo dos Apóstoles del
Señor Jesús que abrazaron la Cruz con amor y fueron con ella hasta al final,
hasta su muerte. Escuchemos unas palabras de cada uno de los dos. Primero de
Pedro y luego de Pablo: "Por esta misma razón, poned el mayor empeño en
añadir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento, al conocimiento la
templanza, a la templanza la tenacidad, a la tenacidad la piedad, a la piedad
el amor fraterno, al amor fraterno la caridad. 8.Pues si tenéis estas cosas y
las tenéis en abundancia, no os dejarán inactivos ni estériles para el
conocimiento perfecto de nuestro Señor Jesucristo. Quien no las tenga es ciego
y corto de vista; ha echado al olvido la purificación de sus pecados pasados. Por
tanto, hermanos, poned el mayor empeño en afianzar vuestra vocación y vuestra
elección. Obrando así nunca caeréis. Pues así se os dará amplia entrada en el
Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo."(2 de Pe 1, 5- 11)
"Atención a los perros;
atención a los obreros malos; atención a los falsos circuncisos. Pues los
verdaderos circuncisos somos nosotros, los que damos culto según el Espíritu de
Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús sin poner nuestra confianza en la carne, aunque
yo tengo motivos para confiar también en la carne. Si algún otro cree poder
confiar en la carne, más yo. Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel;
de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo;
en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la
Ley, intachable. Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a
causa de Cristo. Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las
tengo por basura para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no con la justicia
mía, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe de Cristo, la justicia
que viene de Dios, apoyada en la fe, y conocerle a él, el poder de su
resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en
su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos. No que lo
tenga ya conseguido o que sea ya perfecto, sino que continúo mi carrera por si
consigo alcanzarlo, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús."(Flp
3, 2- 12).
Oremos: Señor Jesucristo te pedimos
que por la intercesión de tus Apóstoles Pedro y Pablo nos ayudes a crecer en
fe, esperanza y caridad para que lleguemos a ser tus testigos con la fuerza del
Espíritu Santo para que seamos fieles a la Gracia que nos has dado y a la Misión
que nos has encomendado.
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