EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI VERDAD.
Iluminación: El mensaje que de él
hemos recibido y os transmitimos es éste: Dios es luz y en él no hay tiniebla
alguna. (1Jn 1, 5)
En cambio, todo hombre, judíos y
gentiles somos pecadores y pecamos (cf Rm 3, 21) La Vida es Luz (Jn 1, 5) En
cambio el pecado, es tinieblas y es muerte. (cf Rm 6, 23) No apaguemos las lámparas, más bien,
encendámoslas (Lc 12, 35) Si las hemos apagado, el modo para volver a
encenderlas es ir a Jesús, con un corazón contrito y arrepentido y pidámosle
perdón, con el perdón el Señor nos encienda las lámparas.
“Vengan a mí los que están cansados
y agobiados, tráiganme su carga y acéptenla mía, y encontraran descanso para
sus almas, y acepten mi yugo que es suave y ligero” (cf Mt 11, 28- 29) Y
tendrán luz en sus corazones y podrán llegar a ser “Luz del mundo” (Mt 5, 13)
La luz no se enciende para esconderse, sino, para ponerlo sobre lo alto para
que ilumine a muchos: "Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen
debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que
están en la casa."(Mt 5, 15)
El mismo Señor que nos dijo “Yo soy
la Luz” se sentó sobre un monte alto y muchos se acercaron a él para
escucharlo, para que les diera la Luz con sus Palabras en el sermón de la
Montaña (Mt 5, 3- 11) "Yahveh es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de
temer? Yahveh, el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?"(Slm 27,
1) El que está en Cristo es una Nueva creación, lo viejo ha pasado, lo que ahora
hay es nuevo (2 de Cor 5, 17) No camina en tinieblas por la Luz de su Palabra
es lámpara para sus pies (Slm 119, 105) Y la luz de Cristo habita en su corazón
(Ef 3, 17) Jesús mismo nos dice: “No tengáis miedo, Yo estoy con ustedes (Mt
28, 20) “Señor tú eres mi escondite y eres mi muralla” (cf Slm 27, 5)
La vida de los hombres se divide en
dos: antes de conocer a Cristo y después de conocer y amar a Jesús. Tal como lo
dice san Pablo: "Sed, pues, imitadores de Dios, como hijos queridos, y
vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y
víctima de suave aroma. La fornicación, y toda impureza o codicia, ni siquiera
se mencione entre vosotros, como conviene a los santos. Lo mismo de la
grosería, las necedades o las chocarrerías, cosas que no están bien; sino más
bien, acciones de gracias. Porque tened entendido que ningún fornicario o
impuro o codicioso - que es ser idólatra - participará en la herencia del Reino
de Cristo y de Dios. Que nadie os engañe con vanas razones, pues por eso viene
le cólera de Dios sobre los rebeldes. No tengáis parte con ellos. Porque en
otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como
hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y
verdad. Examinad qué es lo que agrada al Señor, y no participéis en las obras
infructuosas de las tinieblas, antes bien, denunciadlas. Cierto que ya sólo el
mencionar las cosas que hacen ocultamente da vergüenza; pero, al ser
denunciadas, se manifiestan a la luz."(Ef 5, 1- 13)
Permanezcan en mi Luz. (Jn 15, 9)
La Luz de Jesús es Vida, es Amor, es la Verdad, es la Justicia. Dónde hay
Justicia hay Paz, donde hay Paz hay Perdón y donde hay Perdón hay Espíritu Santo
y donde está el Espíritu de Dios allí hay Luz en abundancia. Escuchemos la
palabra de Jesús: " «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará
en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.»"(Jn 8, 12) Se cumple
entonces las bendiciones que encontramos en la carta a los efesios: "Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda
clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo; por cuanto nos ha
elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en
su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos
por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de
la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado. En él tenemos por
medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de
su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e
inteligencia,"(Ef 1, 4- 8)
Apropiémonos de estas bendiciones y
permanezcamos en la Luz: "Lo que existía desde el principio, lo que hemos
oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron
nuestras manos acerca de la Palabra de vida, pues la Vida se manifestó, y
nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que
estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó - lo que hemos visto y
oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con
nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo. Y este es el mensaje que
hemos oído de él y que os anunciamos: Dios es Luz, en él no hay tiniebla
alguna. Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas,
mentimos y no obramos la verdad. Pero si caminamos en la luz, como él mismo
está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo
Jesús nos purifica de todo pecado."(1 de Jn 1, 1- 7)
El que está en la Luz rompe con el
pecado y huye de las tinieblas (2 de Tim 2,22) "Si decimos: «No tenemos pecado», nos
engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados,
fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda
injusticia. Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su Palabra no
está en nosotros."(1 de Jn 1, 8- 10) El que tiene la Palabra tiene la Luz
y reconoce sus pecados. El que no posee la Palabra estás en tinieblas y se la
pasa diciendo que es buena gente.
"Por sus frutos los
conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así,
todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol
bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo
árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus
frutos los reconoceréis."(Mt 7, 16- 20)
El fruto que da gloria al Padre es
el Amor (cf Jn 15, 8) "Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es
de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no
ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que Dios
nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por
medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros
pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos
amarnos unos a otros."(1 DE Jn 4, 7- 11)
Permanezcan en mi Amor, es decir,
permanezcan en mi Verdad, en mi Vida, en mi Luz (Jn 8, 12; 14, 6; 15, 9) “Huyan
de la corrupción para que participen de la naturaleza divina (2 de Pe 1, 4b) Y agreguen
a la fe la prudencia, la justicia la fortaleza, la templanza, la tenacidad, la
piedad, el amor fraterno y la caridad para que abunden en el conocimiento de
Dios (2 de Pe 1, 5- 8).
"Pues toda carne es como
hierba y todo su esplendor como flor de hierba; se seca la hierba y cae la
flor; pero la Palabra del Señor permanece eternamente. Y esta es la Palabra: la
Buena Nueva anunciada a vosotros." (1 de Pe 1, 24- 25)
Cristo es la Palabra y es la Buena
Nueva. El que cree en Jesús permanece en la Luz.
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