LAS
PROFECÍAS DE LOS PROFETAS SE CUMPLEN EN JESÚS Y EN LA IGLESIA.
Iluminación: Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo
me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me
voy, os lo enviaré. (Jn 16, 7)-
En aquellos
días, la gente de la ciudad de Filipos se alborotó contra Pablo y Silas, y los
magistrados ordenaron que los desnudaran y los azotaran. Después de azotarlos
mucho, los metieron en la cárcel y le ordenaron al carcelero que los vigilara
bien. Siguiendo esta orden, él los metió en el calabozo de más adentro y les
aseguró los pies en el cepo. Hechos (16, 22-24)-
Pablo y Silas son testigos del
amor de Cristo, sufren padecen por Jesús.
En ellos se cumple la profecía de Isaías: Así dice Yahveh a su Ungido Ciro, a quien he tomado de la
diestra para someter ante él a las naciones y desceñir las cinturas de los
reyes, para abrir ante él los batientes de modo que no queden cerradas las
puertas. Yo marcharé delante de ti y allanaré las pendientes. Quebraré los
batientes de bronce y romperé los cerrojos de hierro. Te daré los tesoros
ocultos y las riquezas escondidas, para que sepas que yo soy Yahveh, el Dios de
Israel, que te llamo por tu nombre. (Is 45, 1- 3)-
El Espíritu
Santo es el Agente Principal de la Evangelización (EN 75) Él hace presente a
Cristo entre nosotros y actualiza la obra redentora entre nosotros, tal como
Jesús lo había dicho: “Yo estaré con ustedes todos los días” (Mt 28- 20)- El
Espíritu Santo los guiará hasta la verdad plena a Cristo Crucificado (Jn 16,
13)- El Espíritu Santo es nuestro ayudante y nuestro compañero: Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de
nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene;
mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables- (Rm 8, 26)-
Nos ayuda en nuestra oración, en la predicación, en nuestras necesidades, Él es
nuestra Luz, nuestra Fuerza y vuestro Amor. (2 de Cor 12, 9)-
El Espíritu Santo nos ayuda a reconocer nuestros huesos secos y nos
saca del pozo de la muerte para conducirnos a nuestra tierra, que es la
Comunidad de Cristo. (Col Ez 37, 12)- Nos
lleva al Nuevo Nacimiento (Jn 3, 1-5)- y cambia nuestro corazón de piedra en
corazón de carne para actualizar en nuestra vida la profecía de Ezequiel: Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; de todas
vuestras impurezas y de todas vuestras basuras os purificaré. Y os daré un
corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu
en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y
practiquéis mis normas.
(Ez 36, 25. 27)-
El cumplimiento de las profecías
en el hoy de la Iglesia.
A eso de la medianoche, Pablo y Silas estaban en oración, cantando himnos al
Señor, y los otros presos los escuchaban. De pronto sobrevino un temblor tan
violento, que se sacudieron los cimientos de la cárcel, las puertas se abrieron
de golpe y a todos se les soltaron las cadenas. (Hechos 16, 25-26)-
Los cantos, las alabanzas y la
oración hacen presente la Fuerza de la Resurrección rompiendo las puertas, los
cerrojos, las ataduras, las cadenas que atan a los hombres, los oprimen y los
matan. Este es el terremoto, es in nuevo Pentecostés. Ahora pueden salir a la libertad, pero esperan
la hora del Señor.
El
carcelero se despertó, y al ver las puertas de la cárcel abiertas de par en
par, pensó que los presos se habían fugado y sacó su espada para matarse. Pero
entonces Pablo le gritó: "No te hagas ningún daño; aquí estamos
todos". El carcelero pidió una lámpara, se precipitó hacia dentro, y
temblando, se arrojó a los pies de Pablo y Silas. Después los sacó de allí y
les preguntó: "¿Qué debo hacer para salvarme?" Ellos le contestaron:
"Cree en el Señor Jesús y te salvarás, tú y tu familia". Y les
explicaron la palabra del Señor a él y a todos los de su casa. (Hechos 16, 27- 33)-
El Espíritu Santo nos libera y
nos sana del espíritu del miedo y del espíritu de la culpa.
El carcelero
quiere matarse, no entiende la obra de Dios, necesita ser evangelizado: Pablo
le dice: No te hagas daño, aquí estamos todos, ninguno ha huido. El carcelero
pide una luz, pide la Palabra que es lámpara para nuestros pies. (Slm 119, 105)- Acoge la Palabra de Pablo y de
Silas, la acepta y con corazón abatido se arroja a los pies de Pablo y de Silas
y les pregunta: ¿Qué tengo que hacer para salvarme? Ellos le responden: Cree en
el Señor Jesús y te salvarás, tú y tu familia". Y les explicaron la
palabra del Señor a él y a todos los de su casa.
El primer
servicio es en la caridad, fe y obras son inseparables.
Después del
servicio a los misioneros heridos, viene el bautismo al carcelero y a toda su familia,
pequeños y grandes. Después del bautismo viene la fiesta, la comida que es la Eucaristía
para sentarse a la Mesa del Señor (1 de Cor 10, 21) y comer del Árbol de la
Vida que es Cristo Jesús (Apoc 2, 7)-
El carcelero se los llevó aparte, y en aquella
misma hora de la noche les lavó las heridas y enseguida se bautizó él con todos
los suyos. Después los invitó a su casa, les preparó la mesa y celebraron una
fiesta familiar por haber creído en Dios. (Hechos 16, 33-34)-
Ahora podemos entender el Mensaje de Jesús.
En aquel
tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Me voy ya al que me envió y ninguno
de ustedes me pregunta: '¿A dónde vas?' Es que su corazón se ha llenado de
tristeza porque les he dicho estas cosas. Sin embargo, es cierto lo que les
digo: les conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el
Paráclito; en cambio, si me voy, yo se lo enviaré.
Y cuando él venga, establecerá la culpabilidad del mundo en materia de pecado,
de justicia y de juicio; de pecado, porque ellos no han creído en mí; de
justicia, porque me voy al Padre y ya no me verán ustedes; de juicio, porque el
príncipe de este mundo ya está condenado". (Juan 16, 5-11)-
El Espíritu Santo viene a
enseñar, recordar y actualizar las Palabras de Jesús, el Señor, Es el Agente
principal de la evangelización.
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