EL ACONTECIMIENTO DE CRISTO EN CINCO PASOS UNIDOS ENTRE SÍ.
Hermanos: Les recuerdo el Evangelio que yo les
prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual están firmes. Este Evangelio los
salvará, si lo cumplen tal y como yo lo prediqué. De otro modo, habrán creído
en vano. Les transmití, ante todo, lo que yo mismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó
al tercer día, según estaba escrito; que se le apareció a Pedro y luego a los
Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos reunidos, la mayoría de
los cuales vive aún y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y
luego a todos los apóstoles. Finalmente, se me apareció también a mí. 1
Corintios 15, 1-8
El
Acontecimiento de Cristo Jesús. Jesús es Cristo y Cristo es Dios.
En aquel tiempo, Jesús dijo a Tomás: "Yo soy
el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes
me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han
visto". Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos
basta". Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con
ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre.
¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el
Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por
mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras.
Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí,
créanlo por las obras. (Juan 14, 6-12)-
1)
La Encarnación. Y la
Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su
gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de
verdad. (Jn 1, 14)- El será grande y será llamado Hijo del Altísimo,
y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de
Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» (Lc 1, 2- 33)- Tu le pondrás el
nombre de Jesús que significa Dios salva (Mt 1, 21)-
Jesús nace
y crece a la sombra de sus padres, un día dice a su Madre: Mujer, he decidido
cerrar el negocio y dedicarme a predicar la Palabra de mi Padre, el Evangelio. Bajó
al río Jordán y es bautizado por Juan, este es el Gran Acontecimiento, es
sellado con el Espíritu Santo que lo conduce al desierto para prepararse para
la Misión que el Padre le ha encomendado. Para dar comienzo a su vida pública.
La vida pública
de Jesús. Predicando su Palabra siembra el Reino de Dios en el corazón de los
hombres. Con sus milagros. Sus exorcismos y su estilo personal de vida profundizan
el Reino de amor, de paz y de justicia. Y les dice: Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado
a vosotros el Reino de Dios (Lc 11, 20)-
2) La redención. Dios se hace hombre en Jesús
para redimirnos y para salvarnos. Desde entonces
comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y
sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y
ser matado y resucitar al tercer día. (Mt 16, 21)- Los poderes religiosos,
políticos y económicos se unieron para matarlo y lo hacen por medio de los
romanos que le dan muerte de cruz (Hch 2, 22)- Con su muerte nos logra el perdón
de los pecados y paga la deuda de nuestros pecados.
3) La Resurrección. Con su resurrección vence la
muerte, el último de sus enemigos. Con su Cruz había vencido al mundo, al
Maligno y a la Carne, ahora con su Resurrección es el Vencedor de la muerte: Y aún
más, somos hallados falsos testigos de Dios porque hemos testificado de Dios
que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó si en verdad los muertos no
resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco
Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en
vuestros pecados. (1 de Cor 15, 15- 17)- Resucitó para darnos Vida eterna
y para darnos Espíritu Santo.
4) La Ascensión. Nadie ha subido al cielo sino el que bajó
del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la serpiente en el
desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que
crea tenga por él vida eterna. (Jn 3, 13- 15)- Jesús es levantado en la cruz,
en la resurrección y ahora en la ascensión. Antes
de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de
este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los
amó hasta el extremo. (Jn 13, 1)- Murió, resucitó y ascendió para ser
glorificado y sentarse a la derecha del Padre y recibir el Nombre que está
sobre todo Nombre y ser constituido como Señor. (Hch 2, 36; Flp 2, 11)-
5)
Pentecostés, el envió del Espíritu Santo. Jesús les había prometido: “No los
dejaré huérfanos”. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si
no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré; y
cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente
a la justicia y en lo referente al juicio: (Jn 16, 7- 8)- La Obra del Espíritu
Santo es convencer al Mundo que Jesús es el Salvador de toda la Humanidad (cfr
Hch 4, 12)- Es hacer que el Mudo crea en Jesús para que creyendo se salve.
Aplicación
en nuestra vida.
Por la acción del Espíritu
Santo la Palabra de Dios nace en nuestro corazón la fe, la vida de Dios y Jesús
nace en nuestro corazón (Ef 3, 17)- De la misma manera como nació de María. Por
la escucha y obediencia de la Palabra Cristo Jesús nace, crece y madura en
nuestra vida, ayudados por el Espíritu Santo. Por la fe y la conversión
entramos en el reino de Dios y en la Plenitud de Cristo (Mt 54, 17; Col 2, 9)-
Por la acción del Espíritu
Santo crecemos en la gracia y en el conocimiento de Dios hasta alcanzar la
estatura del hombre perfecto Cristo Crucificado, Resucitado y Glorificado. (Ef
4, 13)- Morimos con Cristo, resucitamos
con él y somos con él glorificados a la derecha del Padre: Pero Dios, rico en
misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de
nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo - por gracia habéis sido
salvados - y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo
Jesús. (Ef 2, 4- 6)-
Es el paso del hombre viejo al hombre Nuevo,
Jesucristo, para revestirnos de justicia y santidad (Ef 4, 23- 24)-
Para ascender con Cristo hay que morir con él y
hay que resucitar con él, para luego revestirnos de Luz, es decir revestirnos con
las virtudes de Cristo. Sin las virtudes no hay ascensión, ni resurrección, ni
cruz. La fe está muerta (Snt 2, 14)- Recordemos a Pablo: Todo el que pertenece
a Cristo ha pasado de la muerte a la vida; está muriendo al pecado y está
viviendo para Dios (Gál 5, 24)- Si vivimos según el
Espíritu, obremos también según el Espíritu. (Gál 5, 25)- Para que
seamos capaces de saborear los frutos del Espíritu: En cambio
el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad,
fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley. (Gál 5,
22- 23)-
Publicar un comentario