EL QUE
PREDIQUE OTRO EVANGELIO ANATEMA SEA.
Iluminación: Decía, pues, Jesús a los judíos que
habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis
discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.» (Jn 8, 31. 32)
Hermanos: Me extraña mucho que tan fácilmente hayan abandonado ustedes a Dios
Padre, quien los llamó a vivir en la gracia de Cristo, y que sigan otro
Evangelio. No es que exista otro Evangelio; lo que pasa es que hay algunos que
los perturban a ustedes, tratando de cambiar el Evangelio de Cristo.
Pero,
sépanlo bien: si alguien, yo mismo o un ángel enviado del cielo, les predicara
un Evangelio distinto del que les hemos predicado, que sea maldito. Se lo acabo
de decir, pero se lo repito: si alguno les predica un Evangelio distinto del
que ustedes han recibido, que sea maldito.
¿A quién creen que trato de agradar con lo que acabo de decir? ¿A Dios o a los hombres? ¿Acaso es ésta la manera de congraciarse con los hombres? Si estuviera buscando agradarles a ustedes no sería servidor de Cristo. Quiero que sepan, hermanos, que el Evangelio predicado porno es un invento humano, pues no lo he recibido ni aprendido de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. (el otro
¿El utro evangelio al que Pablo se refiere?
Es el que enseña que la salvación viene de la observancia de la ley, del
hacer la buenas obras o por méritos personales. El evangelio de de Pablo es que
somos salvados por la misericordia de Dios manifestada en Cristo Jesús:
Pero Dios,
rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a
causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo - por gracia
habéis sido salvados - y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en
Cristo Jesús, a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante
riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Pues
habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros,
sino que es un don de Dios; tampoco viene de las obras, para que nadie se
gloríe. (Ef 2, 4- 9)
Pablo sabe
unir la Fe con las obras de la Fe y no con la obras de la Ley.
“Por eso,
también yo, al tener noticia de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestra
caridad para con todos los santos” (Ef 1, 15) Para el Apóstol las obras
de la fe son: En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz,
paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra
tales cosas no hay ley. Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la
carne con sus pasiones y sus apetencias. (Dál 5, 22- 24) Las obras de la fe son
los frutos de la Luz: Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois
luz en el Señor. Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste
en toda bondad, justicia y verdad. (Ef 5, 8-9)
[aenseñanza de Pablo está de
acuerdo a la espiritualidad del Buen Samaritano que hunde sus raíces en amor a
Dios y al prójimo; en el amor y en la misericordia a los demás, especialmente a
los más necesitados. (Lc 10, 25- 37) T al mismo ápostol Santiago que nos dice:
¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «¿Tengo fe», si no tiene obras?
¿Acaso podrá salvarle la fe? Si un hermano o una hermana están desnudos y
carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: «Idos en paz,
calentaos y hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué
sirve? (Snt 2, 14- 16).
Y también
nos dice en su carta: Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su
lengua, sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana. La religión
pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las
viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo. (Snt 1, 26- 27)
Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.(Snt 4, 17)
Pablo y
Santiago están de acuerdo con Juan que nos dice: Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su
hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él
el amor de Dios? (1 de Jn 3, 17) Para Pablo la Fe y el Amor son
inseparables (Gál 5, 6) Una fe sin amor es una fe sin conversión, está vacía o
está muerta. Sin fe y sin amor nadie la agrada a Dios (Hb 11, 6)
Para el Apóstol la fe nos deja luz, poder y misericordia: Luz para discernir nuestros amores y nuestras intenciones: “Vuestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien” (Rm 12, 9) Es Poder para fortalecernos para hacer el bien y recha<ar el mal: Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. (Ef 6, 10- 12) Y Es Misericordia para que perdonamos a los que nos han ofendido: Si os airáis, no pequéis; no se ponga el sol mientras estéis airados, ni deis ocasión al Diablo. Reconciliaos (Ef Ef 4, 26- 27) Lo que está de acuerdo con Jesús: «Pero yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. (Lc 6, 27- 28) Este es el evangelio de Jesucristo, el que Pablo predica a los judíos y a los gentiles:
Lo que importa es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo,
para que tanto si voy a veros como si estoy ausente, oiga de vosotros que os
mantenéis firmes en un mismo espíritu y lucháis acordes por la fe del
Evangelio, sin dejaros intimidar en nada por los adversarios, lo cual es para
ellos señal de perdición, y para vosotros de salvación. Todo esto viene de
Dios. (Flp1, 27- 28)
Somos salvados por la Gracia
de Dios, …. Y a la Gracia de Dios se le pide una respuesta, esta es nuestra fe.
Sin la respuesta quedamos al margen de la Misericordia de Dios. Sin esta
respuesta nos quedamos fuera. Somos salvados por el sacrificio redentor de
Cristo.
La fe pide pasar por la Puerta estrecha que es Cristo Crucificado que se ofreció a sí mismo por el perdón de los pecados.
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