¿QUIÉN PUEDE EXPERIEMENTR EL AMOR DE DIOS?


¿QUIÉN PUEDE EXPERIEMENTR EL AMOR DE DIOS?



El que se deje amar, perdonar y conducir por él. Ya que el hombre es pecador, y el pecado nos priva de la gracia de Dios (Rm 3, 23) Para permitir que el amor de Dios llegue a nuestros corazones hemos de dejarnos del pecado e ir a encontrarnos por él, que nos busca hasta encontrarnos (Lc 15, 4)

1-. ¿Cómo dejarnos encontrar por Jesús Buen Pastor?

Yo estoy a la puerta y llamo, si alguno escucha mi voz y me abre, yo entro y ceno con él, cenamos juntos y nos amamos.  (cf Apoc 3, 20) Jesús es la Palabra y no entra en nuestros corazones con las manos vacías, lleva en sus manos su Palabra que es Luz, Poder, y Misericordia. Con su primera Luz nos dice que Dios nos ama así como estamos, incondicionalmente e inabarcablemente; pero por la ida que llevamos no podemos experimentar su amor. La segunda Luz es que somos pecadores, y el pecado nos mantiene alejados de Dios; viviendo en un país lejano dónde nos deshumanizamos y despersonalizamos (Lc 15, 11ss) Nos ama aún, siendo nosotros pecadores (Rm 5, 6) Aceptar estas Verdades empieza en nosotros la fe que va dejando en nosotros la Luz, el Poder y la Misericordia.

Nos abre nuestras sepulturas e irradia su Luz sobre nuestros huesos secos y reconocemos nuestros pecados, estamos ya en proceso de conversión. (cf Ez 37, 12) Con su Poder nos levanta y nos saca de la sepultura para llevarnos al juicio para darnos por pura Misericordia su perdón, su paz y el don de su Espíritu Santo (cf Jn 16, 8ss) Para que nos guíe por los caminos de la Rectitud y nos desprendemos de las Obras de la carne que llevan a la muerte (Rm 8, 8) El todo lo anterior el Señor va a nuestro encuentro, nos acoge, nos abraza, nos ama, nos perdona, nos acompaña y nos lleva en brazos. de la muerte a la vida, del pecado a la gracia.

2-. Vivir en la experiencia del amor de Dios.

La experiencia del Amor en nuestra vida es una experiencia de la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¿Cuánto tiempo nos dura esta experiencia? Jesús quiere que sea para siempre, por eso nos dice: “Permanezca en mi Amor” (Jn 15, 9) “Permanezcan en mi Pascua” Para que no pequen y termine la experiencia que deja en nuestra vida Amor a Jesús, a su Palabra, a la Oración y a su Iglesia. Si permanecen en mi Pascua les daré una vida nueva, un espíritu nuevo y escribiré mí Ley en sus corazones para que me amen y me sirvan.

3-. ¿Cómo podemos vivir en el Amor de Cristo?

No se bajen de la Cruz: pues todo el que es de Cristo está crucificado con él, está muriendo al pecado y viviendo para Dios (Gál 5, 24) Guarden mis Mandamientos y mi Palabra: El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él”. (Jn 14, 21) “Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él”. (Jn 14, 23) El que dice que ama al Señor. Pero, no guarda sus Mandamientos es un mentiroso y a verdad no está en él. (1 de Jn 2 3-4)

4-. ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios en nuestra vida y no en el mundo?

Por amor nos libera del pozo de las tinieblas y nos saca del exilio, la tierra de la servidumbre y de la esclavitud. Por amor nos perdona y nos reconcilia para que volvamos a ser de su Familia: Hijos de Dios, hermanos y servidores de los demás. Por amor nos hace hombres nuevos y mujeres nuevas, nos reviste en justicia y en santidad (Ef 4, 23- 24) Para luego promovernos, de pecadores en hijos de Dios, de adversarios en discípulos de Cristo: “Dónde abundó el pecado, sobre abunda la Gracia de Dios (Rm 5, 20)

La fe es la respuesta que damos a la Palabra de Dios y entonces podemos amar a Dios: amar con amor se paga. Para poder permanecer y crecer en el amor de Dios hemos de saber unir fe y conversión; fe y amor a Dios y a los hermanos (Ef 1, 15- 16) Donde hay amor hay fe y hay esperanza. Por eso Pablo nos lo recuerda: Huyan de las pasiones de su juventud y vayan al encuentro de Dios. (2 de Tm 2, 22)

5-. Despójense del hombre viejo y revístanse del hombre nuevo.

Es tarea de siempre y para toda la vida, es la conversión cristiana, es un llenarse de Cristo y vaciarse del pecado. Con palabras de la Escritura decimos:Vuestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien; amándoos cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada uno a los otros; con un celo sin negligencia; con esp1ritu fervoroso; sirviendo al Señor; con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración; compartiendo las necesitades de los santos; practicando la hospitalidad”. (Rm 12, 9- 13)

La Caridad se manifiesta en el servicio con el que se vence la ambición de poder; con el compartir los dones de Dios se vence la ambición del tener; con la negación de sí mismo se vence la ambición del placer (Mt 20, 25; Lc 9, 23) Entonces con el bien vencemos al mal (Rm 12, 21) Y, así permanecer en el amor de Dios.

La vida cristiana es don y lucha, tarea y conquista- Dios quiere que seamos protagonistas de nuestra salvación, por la fe de Jesucristo, para permanecer en la fe hay que permanecer el amor- ¿Cómo podemos hacerlo? Viviendo lo que crees: Jesús es el Hijo de Dios y el Mesías (Mt 16, 16) Es el Salvador, el Maestro y es el Señor.; anunciando lo que vives y celebrando lo que anuncias. (cf 2 Tm 2, 5-6) Por la fe sincera alcanzamos la salvación y la perfección cristiana (2 de Tm 3 14. 17) Y permanecemos en su Amor.

 

 


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