APÓSTOL DE JESUCRISTO POR VOLUNTAD DEL PADRE.
Introducción: Pablo,
apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo
Jesús. Gracia a vosotros y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor
Jesucristo. (Ef 1, 1- 2)
Pablo, elegido
para ser el Misionero incansable de Cristo en favor de la Iglesia.
Respondió Ananías: «Señor, he
oído a muchos hablar de ese hombre y de los muchos males que ha causado a tus
santos en Jerusalén y que está aquí con poderes de los sumos sacerdotes para
apresar a todos los que invocan tu nombre.» El Señor le contestó: «Vete, pues
éste me es un instrumento de elección que lleve mi nombre ante los gentiles,
los reyes y los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer
por mi nombre.» (Hch 9, 13- 16)
Para Pablo, todo era Cristo,
por eso con la fuerza del Espíritu dijo: “Para mí la vida es Cristo y la muerte
es ganancia (Flp 1, 21) Para el Apóstol su delicia era vivir el Evangelio de
Jesucristo (Flp 1, 27) Por amor a Cristo renuncio a sus derechos de tener una
familia, de tener bienes y riquezas, renunció a su raza, a su religión y a su
patria, todo lo considera basura, lo único que busca es conocer a Cristo
crucificado y experimentar su resurrección (Flp 3, 3ss)
Para el
Apóstol Cristo era su Salvador, su Maestro y su Señor (1 de Cor 1, 30) Era Dios que se hizo Hombre para
redimirnos y llevarnos de las tinieblas a la luz (2 de Cor 8, 9: Col 1, 13- 14)
Por eso nos dejó el Himno Cristológico para revelarnos el Misterio de Dios que
es Cristo: “El cual, siendo de condición
divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí
mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y
apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta
la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre,
que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo
Jesús es SENOR para gloria de Dios Padre”. (Flp 2, 6- 11)
Pablo nos invita a tener los
mismos pensamientos y sentimientos de Cristo, sus mismos intereses, sus mismas
precauciones y sus mismas luchas ( cf Fil 2, 5)
Y poder llegar a vivir como Pablo vivió en
Cristo: “Así, pues, os conjuro en virtud de toda exhortación en Cristo,
de toda persuasión de amor, de toda comunión en el Espíritu, de toda entrañable
compasión, que colméis mi alegría, siendo todos del mismo sentir, con un mismo
amor, un mismo espíritu, unos mismos sentimientos. Nada hagáis por rivalidad,
ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como
superiores a sí mismo, buscando cada cual no su
propio interés sino el de los demás”. (Flp 2, 1- 4) Y poder decir: “Todo lo
puedo en Cristo Jesús que me fortalece” (cf Flp 4, 13)
Las recomendaciones de Pablo a su discípulo Timoteo.
Tú, pues, hijo mío, manténte
fuerte en la gracia de Cristo Jesús; y cuánto me has oído en presencia de
muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de
instruir a otros. Soporta las fatigas conmigo, como un buen soldado de Cristo
Jesús. Nadie que se dedica a la milicia se enreda en los negocios de la vida,
si quiere complacer al que le ha alistado. Y lo mismo el atleta; no recibe la
corona si no ha competido según el reglamento. Y el labrador que trabaja es el
primero que tiene derecho a percibir los frutos.
Cómo soldado, no te mezcles
en los asuntos de la vida mundana y pagana. Como atleta no mezcles el Evangelio
con los ideologíaS o filosofías. Como campesino tiene el derecho de comer de
los primeros frutos de la cosecha-
Lo más
importante para Pablo es la fe.
La Fe que viene de los que se escucha, la Palabra de Dios (Rm 10, 17)
Por la fe recibimos la justificación que nos gana el perdón de los pecados y el
don del Espíritu Santo, la esperanza y la caridad. (Rm 5, 1- 5) Recuerda lo que se siembra es lo
que se cosecha que Dios da al que da con alegría. (2 de Cor 9, 7 ) No tengas
miedo ni seas cobarde por que has recibido u Espíritu de Amor, Fortaleza y
Dominio propio ( 2 de Tm. 1, 7) Para llevar a cabo la Misión que Dios te ha
encomendado.
La importancia de la Palabra para la Misión.
Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste,
teniendo presente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las
Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación
mediante la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios y útil
para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; así el
hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena.. (2 de Tim 3. 14- 17)
Lo que viene de la escucha de
la Palabra es la fe, la esperaanza y la caridad. (1 de Cor 13)
Para Pablo la fe, la
esperanza y el amor son inseparables (Rm, 5, 1-5) La fe sin amor equivale a una
fe sin conversión. Él une de manera especial la fe y las obras, la unidad de
las tres: fe, esperanza y caridad nos garantizan la salvación (Ef 2, 6- 10) Por
eso pide a los romanos una fe sin fingimiento que sería amores fingidos (Rm 12,
9)
Vuestra caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al
bien; amándoos cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada uno a
los otros; con un celo sin negligencia; con esp1ritu fervoroso; sirviendo al
Señor; con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación;
perseverantes en la oración; compartiendo las necesitades de los santos;
practicando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis. (Rm
12, 9- 14)
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