LA VISITA DE JESÚS A SU TIERRA NAZARET Y SU ENSEÑANZA.
En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: "¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?" Y se negaban a creer en él. Entonces, Jesús les dijo: "Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa". Y no hizo muchos milagros allí por la incredulidad de ellos.( Mt 13, 54-58)
Jesús llega a su tierra y entra en la
sinagoga para enseñar. ¿Qué enseña Jesús a sus paisanos y familiares? De seguro
les enseña el “Sentido de la Ley, el Amor”. Esto implica el “creer y convertirse"
(Mt 4, 17) La mayoría de la gente era de cabeza dura, apegada a sus tradiciones
paganas, pero muy religiosa. Las palabras de Jesús les incomodaron y se
preguntaban unos a otros: "¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos?
Se decían conocerlo desde niño, jugábamos
con él, venía a la sinagoga con nosotros. Desde muy joven trabajaba en la
carpintería, era un obrero, Conocemos a su familia, es el hijo de carpintero.
Es un pobre, no tiene propiedades ni tiene negocios, no fue a la escuela
bíblica de Jerusalén. ¿Por qué tanta sabiduría? ¿De donde saca el poder para
hacer milagros? Y se llenaron de envidia; la envidia los llevó al odio; el odio
al deseo de matarlo. No creyeron en él, se les hizo poca cosa. Y Juan nos dice:
”Vino a los suyos y no o recibieron” (Jn 1, 12) A los poquitos que si creyeron en él, les dio
poder de hacerse hijos de Dios (Jn 1, 13)
“¿Acaso no es éste el hijo del
carpintero?” Lo conocemos, es uno de los nuestros, es el hijo del carpintero.
Su madre se llama María y sus hermanos son Santiago, Simón, Judas y José, sus
hermanas viven entre nosotros. Jesús no pudo hacer milagros por su
incredulidad, sólo hizo algunas curaciones.
Entonces, la Virgen tenía por lo
menos siete hijos, es lo que afirman muchos estudiosos o lectores de la Biblia.
Que en ninguna parte dice que María
tenía otros hijos. Les llama hermanos de Jesús, que, en la lengua hebrea, se le
llama hermanos a los primos hermanos, a los tíos vez es su Unigénito. , a los paisanos,
a los cuñados. María tuvo a su Primogénito que a la
¿Quién es la madre de estos hombres? Vayamos
a la Escritura y encontramos quien es la madre de estos jóvenes que casi todos fueron discípulos
[P1] de Jesús. “Había allí muchas mujeres mirando
desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. Entre
ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la madre
de los hijos de Zebedeo.” (Mt 27, 54-55) Primos hermanos de Jesús. Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre
ellas, María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de Joset, y
Salomé, (Mc 15, 40).
Junto a la cruz
de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y
María Magdalena. (Jn 19, 25) Había tres Marías: María la madre de Jesús,
María de Cleofás, María Magdalena y Salomé, la madre de Santiago y de Juan,
esposa de Zebedeo. La madre de los cuatro hermanos de Jesús, que eran primos de
Jesús, es María de Cleofás. Santiago y Juan los hijos de Salomé y el Zebedeo eran primos hermanos de Jesús.
Según la cultura hebrea,
una mujer sin esposo y sin hijos era de segunda, de tercera, de cuarta, categoría.
María viuda y sin hijos quedaba al margen de la sociedad. Jesús, no quería eso
para su Madre: “Honra a tu padre y a tu madre”. Nos dice el cuarto Mandamiento de la ley de
Dios. Jesús desde el trono de la cruz quiere darnos, no solo, su Vida, sino
también a su Madre.
Jesús, viendo a su madre y junto a ella al
discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego
dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo
la acogió en su casa. (Jn 19, 26- 27)
Si María hubiera tenido otros hijos o hijas, ellos
la hubieran recogido a sus casas como su Madre, pero como no los tenían, Jesús
quiso por amor dar le a su Madre un hijo, y al discípulo una madre.
María es la Madre del Hijo de Dios, llamado Jesús;
Jesús es el Cristo (Mt 1, 23: 16, 16) Y Cristo es Dios: “Y los
patriarcas; de los cuales también procede Cristo según la carne, el cual está
por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén”.
(Rm 9, 5) Así lo confirma san Lucas poniendo en los labios de Isabel ,a madre
de Juan el Bautista: Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó
de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y
exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto
de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? (Lc 1,
41- 43)
¡Feliz la
que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del
Señor!» Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en
Dios mi salvador, porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por
eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, (Lc 1, 45-
48)
En aquel tiempo, Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente
en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban:
"¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso
no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre y no son sus
hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Qué no viven entre nosotros todas sus
hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?" Y se negaban a
creer en él. Entonces, Jesús les dijo: "Un profeta no es despreciado más
que en su patria y en su casa". Y no hizo muchos milagros allí por la
incredulidad de ellos.( Mt 13, 54-58)
Jesús llega a su tierra y entra en la
sinagoga para enseñar. ¿Qué enseña Jesús a sus paisanos y familiares? De seguro
les enseña el “Sentido de la Ley, el Amor”. Esto implica el “creer y convertirse"
(Mt 4, 17) La mayoría de la gente era de cabeza dura, apegada a sus tradiciones
paganas, pero muy religiosa. Las palabras de Jesús les incomodaron y se
preguntaban unos a otros: "¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos?
Se decían conocerlo desde niño, jugábamos
con él, venía a la sinagoga con nosotros. Desde muy joven trabajaba en la
carpintería, era un obrero, Conocemos a su familia, es el hijo de carpintero.
Es un pobre, no tiene propiedades ni tiene negocios, no fue a la escuela
bíblica de Jerusalén. ¿Por qué tanta sabiduría? ¿De donde saca el poder para
hacer milagros? Y se llenaron de envidia; la envidia los llevó al odio; el odio
al deseo de matarlo. No creyeron en él, se les hizo poca cosa. Y Juan nos dice:
”Vino a los suyos y no o recibieron” (Jn 1, 12) A los poquitos que si creyeron en él, les dio
poder de hacerse hijos de Dios (Jn 1, 13)
“¿Acaso no es éste el hijo del
carpintero?” Lo conocemos, es uno de los nuestros, es el hijo del carpintero.
Su madre se llama María y sus hermanos son Santiago, Simón, Judas y José, sus
hermanas viven entre nosotros. Jesús no pudo hacer milagros por su
incredulidad, sólo hizo algunas curaciones.
Entonces, la Virgen tenía por lo
menos siete hijos, es lo que afirman muchos estudiosos o lectores de la Biblia.
Que en ninguna parte dice que María
tenía otros hijos. Les llama hermanos de Jesús, que, en la lengua hebrea, se le
llama hermanos a los primos hermanos, a los tíos vez es su Unigénito. , a los paisanos,
a los cuñados. María tuvo a su Primogénito que a la
¿Quién es la madre de estos hombres? Vayamos
a la Escritura y encontramos quien es la madre de estos jóvenes que casi todos fueron discípulos
[P1] de Jesús. “Había allí muchas mujeres mirando
desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. Entre
ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la madre
de los hijos de Zebedeo.” (Mt 27, 54-55) Primos hermanos de Jesús. Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre
ellas, María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de Joset, y
Salomé, (Mc 15, 40).
Junto a la cruz
de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y
María Magdalena. (Jn 19, 25) Había tres Marías: María la madre de Jesús,
María de Cleofás, María Magdalena y Salomé, la madre de Santiago y de Juan,
esposa de Zebedeo. La madre de los cuatro hermanos de Jesús, que eran primos de
Jesús, es María de Cleofás. Santiago y Juan los hijos de Salomé y el Zebedeo eran primos hermanos de Jesús.
Según la cultura hebrea,
una mujer sin esposo y sin hijos era de segunda, de tercera, de cuarta, categoría.
María viuda y sin hijos quedaba al margen de la sociedad. Jesús, no quería eso
para su Madre: “Honra a tu padre y a tu madre”. Nos dice el cuarto Mandamiento de la ley de
Dios. Jesús desde el trono de la cruz quiere darnos, no solo, su Vida, sino
también a su Madre.
Jesús, viendo a su madre y junto a ella al
discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego
dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo
la acogió en su casa. (Jn 19, 26- 27)
Si María hubiera tenido otros hijos o hijas, ellos
la hubieran recogido a sus casas como su Madre, pero como no los tenían, Jesús
quiso por amor dar le a su Madre un hijo, y al discípulo una madre.
María es la Madre del Hijo de Dios, llamado Jesús;
Jesús es el Cristo (Mt 1, 23: 16, 16) Y Cristo es Dios: “Y los
patriarcas; de los cuales también procede Cristo según la carne, el cual está
por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén”.
(Rm 9, 5) Así lo confirma san Lucas poniendo en los labios de Isabel ,a madre
de Juan el Bautista: Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó
de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y
exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto
de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? (Lc 1,
41- 43)
¡Feliz la
que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del
Señor!» Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en
Dios mi salvador, porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por
eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, (Lc 1, 45-
48)
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