LA ENSEÑANZA DE PEDRO EL SIERVO Y APOSTOL DE CRISTO.
Simeón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como la nuestra. A vosotros, gracia y paz abundantes por el conocimiento de nuestro Señor. (2 de Pe 1, 1-2)
Todo en
referencia al Plan de Dios: romper con el pecado para participar de la Gracia de
Dios. Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la
vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado
por su propia gloria y virtud,
por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y
sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza
divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.
Pedro predica la fe en Jesús
como único camino de salvación, por eso lo recuerda y ayuda la necesidad de crecer
en la fe como madre de las virtudes cristiana,
La tarea del
neo converso es crecer en la Virtud. Por esta misma razón, poned
el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento, al
conocimiento la templanza, a la templanza la tenacidad, a la tenacidad la
piedad, a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad. (2 de Pe 1,
6-7)
La virtud de la fortaleza
para vencer el mal y para hacer el bien. Hija de la fortaleza es la “sencillez
de corazón” que da a luz la humildad y la mansedumbre y la “Pureza de corazón” de
la cual brota la ciencia o el conocimiento de Dios. De la ciencia, que es hija
de la fe, nace el Amor, la caridad que viene a ser como la corona de todo el
proceso. La fe unida al amor es inseparable, son unidad (Gál 5, 6)
Un camino seguro que construye la
casa sobre roca. Pues si tenéis estas cosas y las
tenéis en abundancia, no os dejarán inactivos ni estériles para el conocimiento
perfecto de nuestro Señor Jesucristo. Quien no las tenga es ciego y corto de
vista; ha echado al olvido la purificación de sus pecados pasados. (2 de Pe 1,
8-9)
O Cristo o las tinieblas, o Cristo o
el mundo, o la fe o el pecado. El crecimiento pide despojarse del traje de tinieblas
para revestirse de Cristo (Ef 4, 23- 24) Lámparas encendidas o apagadas (Lc 12,
35) No hay mezcla entre Cristo y Satanás. Entre la luz y las tinieblas. El
crecimiento en la fe pide tener vida y esta se da en un corazón limpio (1 de
Tim 1, 5)
Hay que ponerle ganas al corazón. “tanto, hermanos, poned el mayor empeño en
afianzar vuestra vocación y vuestra elección. Obrando así nunca caeréis.” Pues
así se os dará amplia entrada en el Reino eterno de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. (2 de Pe 1, 10- 11)
La vocación es el llamado a la
santidad (1 de Pe 1, 15) y la elección es elegidos por amor para ser santos y
amados. (Ef 1, 4 ) La fe crece con el uso de su ejercicio, y al crecer se
ensancha el corazón para que la fe crezca hacia arriba, hacia abajo, hacia
dentro y hacía fuera con la presencia de las virtudes cristianas y con los
valores del Reino de Dios. Grande es el Amor de Dios y su crecimiento nos ayuda a
experimentar la altura, la anchura, la longitud y la profundidad del Amor de Dios
(Ef 3, 18) Al crecer en la fe, va dejando en nuestro interior Luz, Poder y
Misericordia.
La Palabra
es como un martillo y como fuego que devora. Por esto, estaré siempre
recordándoos estas cosas, aunque ya las sepáis y estéis firmes en la verdad que
poseéis. (2 de Pe 1, 12) La Palabra nos libera y nos reconcilia, nos sana y nos
salva. Jeremías la compara como un martillo que pega y pega a la piedra hasta
que se rompe; le pega al clavo hasta que entre hasta las profundidades del
espíritu (Jer 29, 23) La escuchamos muchas veces hasta que se convierte en luz
de nuestro corazón y descubrimos toda la basura. Hay que escucharla, guardarla y obedecerla
para que fuente de alegría y felicidad.
Una
enseñanza de un buen pastor, lleno de celo apostólico es para siempre. Busca
siempre el crecimiento en la Gracia y en el conocimiento de Dios para su Comunidad.
Una fe firme, férrea y fuerte para construir la casa sobre la Roca, Cristo
Jesús, Fundamento del edificio espiritual (1 de Cor 3,11; Mt 7, 24) No busca
dar novedades ni predica modas, sino, la Verdad, aunque duela y aparezca
aburrida. Nada por negocio, sino para gloria de Dios y el bien de los demás. (1
de Tim 1, 5)
Pedro sabe
que pronto va a morir, pero, ha preparado un equipo para sigan predicando su
enseñanza. “Me parece justo, mientras me encuentro en esta tienda,
estimularos con el recuerdo, sabiendo que pronto tendré que dejar mi tienda,
según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. Pero pondré empeño en que,
en todo momento, después de mi partida, podáis recordar estas cosas.” (2 de Pe
1, 13- 15)
Como siervo y apóstol de Jsucristo su anhelo y deseo es dar a
conocer la Salvación. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria
ahora y hasta el día de la eternidad. ( 2 de Pe 3, 18) Como siervo y
apóstol de Jesucristo está al servicio del Evangelio: “A los
ancianos que están entre vosotros les exhorto yo, anciano como ellos, testigo
de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que está para
manifestarse. Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando, no
forzados, sino voluntariamente, según Dios; no por mezquino afán de ganancia,
sino de corazón; no tiranizando a los que os ha tocado cuidar, sino siendo
modelos de la grey. Y cuando aparezca el Mayoral, recibiréis la corona de
gloria que no se marchita”. (1 de Pe 5,
1- 4)
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