EL CAMINO PARA HACERSE DISCÍPULOS DE JESÚS.

 


EL CAMINO PARA HACERSE DISCÍPULOS DE JESÚS.

 Introducción: Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» El se levantó y le siguió.(Mc 2, 14)

Jesús llama a estar en comunión con él.

En esto, Jesús toma la iniciativa, invita a estar en comunión con él para toda la vida, y no sólo para un par de años. Las condiciones son básicas. Lo primero es escuchar la Palabra de Dios o de Cristo. Es obedecer la Palabra. Escucharla,  guardar la  ponerla en práctica, es decir obedecerla. En tercer lugar tomar la decisión de pertenecer a Cristo, lo que equivale a “Tomar la firme determinación de seguir a Cristo. Por último tomar a firme determinación de pertenecer al Grupo de los Doce, para estar en comunión con ellos. Son cuatro condiciones elementales y esenciales del discipulado de Cristo. Para amarlo y para seguirlo. “Para estar donde él está” (Jn 12, 25)

Según san Lucas: en su Cruz (Lc 9, 23) Para luego resucitar con él y sentarse a la derecha del Padre con Jesús (Ef 2, 6) Según el apóstol Pablo este es el destino de los discípulos: “Morir con Cristo, estar sepultados con él y resucitar con él”. (Rm 6, 3- 4) Después del Bautismo Jesús llama a la santidad o alguna vocación específica.

Jesús corrige a sus discípulos:

Tomando Juan la palabra, dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no viene con nosotros.» Pero Jesús le dijo: «No se lo impidáis, pues el que no está contra vosotros, está por vosotros.» (Lucas 9, 49- 50) Conmigo o contra mí. El que no está contra mí, está conmigo, y el que no junta desparrama (cf Mt 12,30) Jesús no quiere que entre sus discípulos se enraíce el fanatismo o el elitismo, él quiere que todos sean Unidad. (Jn 17, 17)

Violencia engendra violencia:

Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo. (Lc 9, 51-56) Los días de la asunción son los días para pasar de este mundo al Padre (Jn 13,1) Jesús ha tomado la firme determinación de subir a Jerusalén a padecer, sufrir y morir, no se echa para atrás, va para adelante, lo atrae la Voluntad de su Padre. Envió mensajeros delante de él a preparar el camino y a buscar posada. Fueron a un pueblo de samaritanos, éstos eran enemigos de  los judíos y no quisieron recibirlos. Juan y Santiago, dijeron: «Señor, ¿quieres que hagamos que baje fuego del cielo y los consuma?» Jesús los reprendió, violencia engendra violencia, les había dicho en Mateo: “Dichosos los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5, 9)

Un voluntario se ofrece a seguir a Jesús:

Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» (Lc 9, 57- 58) No hay lugar ni para comer y descansar, como tampoco hay lugar para vacaciones pagadas o para aguinaldos, ni para pensar e hacerse ricos, Jesús, no tiene donde reclinar la cabeza. Hay que romper con las guaridas de las zorras que son la vida mundana y pagana, es decir una vida según la carne. Los nidos de las aves son los emocionalismos, los infantilismos, el individualismo, el totalitarismo, el conformismo, y otros. Enemigos acérrimos de la fe. Hay que ser fieles al Evangelio para poder recibir la corona (cf 2 Tim 2, 5)

Busca primero el Reino de Dios.

A otro dijo: «Sígueme.» El respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre.» Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios.» (Lc 59- 60) Enterrar a los muertos equivale a buscar herencias. Lo que puede llevar a la discordia con los hermanos. Lo del discípulo es el servicio al Reino de Cristo o de Dios. No podrá ser servidor de dos señores, con Dios y con el dinero. «Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero (Lc 16, 13) No podéis servir a Jesús y al mundo, es decir servir a la carne (Gál 5, 16 18) Pablo recuerda a su hijo Timoteo que el atleta tiene que jugar limpio para no ser descalificado (2 de Tim 2, 5)

El pasado ya pasó, no mires hacia atrás:

También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.» Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.» (Lc 9, 61- 62) Algo muy lícito y muy normal. Despedirse de la familia. Para despedirse, para que me haga una fiesta, y algunos regalos. Jesús sabe que los familiares y amigos pueden convertirse en obstáculos para seguirlo a él, por eso le recuerda el proverbio: el que pone su mano en el arado y mira hacia atrás no es apto para el Reino de Dios. Vivir en el pasado nos hace ser neuróticos, nos convierte en estatuas de sal como a la mujer de Lot (Gn 19, 26) ) El pasado ya pasó, el futuro todavía no llega, el discípulo tiene que poner los pies sobre la tierra y vivir su presente, al pasado se le saca una enseñanza, la hace presente y se lanza hacia el futuro. “Con los ojos puestos en Jesús, el Señor”. Sin desviarse ni izquierda ni a la derecha. (Heb 12, 2).

 

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