LO NECIO DEL MUNDO LO HA ESCOGIDO
DIOS PARA CONFUNDIR A LOS SABIOS.
Lo necio de Dios es más sabio que
los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Lo necio del
mundo lo ha escogido Dios para confundir a los sabios. 1Co 1, 25. 27ª
Pues conocéis la generosidad de
nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a
fin de que os enriquecierais con su pobreza. ( 2 de Cor 8, 9) Se hizo hombre,
uno de nuestra condición, se anonadó, se despojó de lo propio, se hizo un servidor
de los hombres y se hizo obediente hasta la muerte (Flp 2, 6- 8). Siendo fuerte
se hizo débil, siendo rico se hizo pobre para amarnos con un corazón de hombre.
La expresión más grande del amor es
la cruz, que Jesús abrazó para dar su vida por todos. La predicación de la cruz
abarca todo el dolor, todo el sufrimiento de Jesús hasta su muerte. Las burlas,
los golpes, la coronación de espinas, el cetro o la caña que le ponen en sus
manos, el manto, las escupidas en su rostro, los azotes, todo eso es la cruz de
la que PABLO dice: Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que
se pierden; mas para los que se salvan - para nosotros - es fuerza de Dios. Porque
dice la Escritura: Destruiré la sabiduría de los sabios, e inutilizaré la
inteligencia de los inteligentes. (1 de Cor 1, 18- 19)
Los judíos piden milagros, señales de abajo y de arriba: Los judíos exigen
signos, los griegos buscan sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo
crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para
los llamados a Cristo -judíos o griegos-: fuerza de Dios y sabiduría de Dios. (1Co
1, 22-24) Con la sabiduría de Dios distinguimos entre lo que es bueno y lo que
es malo, y con la fuerza de Dios nos levantamo, rechazamos el mal y hacemos lo
bueno. Lo bueno es el Amor, es la Verdad, es la Vida, es Cristo Jesús (Jn 14,
6) Busquemos Cristo por lo que él es, y no por lo que él tiene.
Lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder. Aún más: ha
escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para
anular a lo que cuenta; de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del
Señor. Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho
para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. (1Co 1, 27b-30) “Pero
ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado,
atestiguada por la ley y los profetas, justicia de Dios por la fe en
Jesucristo, para todos los que creen - pues no hay diferencia alguna; todos
pecaron y están privados de la gloria de Dios - y son justificados por el don
de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús” (Rm 3, 21-
24)
"En efecto, cuando todavía
estábamos sin fuerzas, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; - en
verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se
atrevería uno a morir -; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo,
siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón,
pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos de la cólera! Si
cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,
¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!"(Rm
5, 6- 10)
¿Ahora qué tenemos que hacer? "Rechazad,
por tanto, toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de
maledicencias. Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a
fin de que, por ella, crezcáis para la salvación, si es que habéis gustado que
el Señor es bueno. Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres,
pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros, cual piedras vivas, entrad
en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para
ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo.
"(1 de Pe 1-5)
Pablo confirma lo que nos ha dicho Pedro: "Sed, pues,
imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó
y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave aroma."(Ef 5,1-
2) Y como Cristo nos amó y se entregó por nosotros, ahora, nosotros hagamos lo
mismo:
“Por esto todo lo soporto por los
elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que está en Cristo Jesús
con la gloria eterna. Es cierta esta afirmación: Si hemos muerto con él,
también viviremos con él; si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él;
si le negamos, también él nos negará; si somos infieles, él permanece fiel,
pues no puede negarse a sí mismo. Esto has de enseñar; y conjura en presencia
de Dios que se eviten las discusiones de palabras, que no sirven para nada, si
no es para perdición de los que las oyen.”(1 de Tim 2, 10- 14)
“Os exhorto, pues,
hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una
víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual. Y no
os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación
de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios:
lo bueno, lo agradable, lo perfecto.” (Rm 12, 1- 2)
El culto espiritual
agradable a Dios se ha de hacerse con amor y por amor. Amor que brota de una de
sincera, de un corazón limpio y de una conciencia recta (1 de Tim 1, 5) Porque
nada de lo que es carne y sangre entra en el reino de Dios (1 de Cor 15, 50)
Sin de nada es agradable a Dios (Heb 11, 6) Y Jesús nos lo ha dicho: "Todo
sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia,
para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os
he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento
no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros
si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que
permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no
podéis hacer nada." (Jn 15, 2- 5)
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