EL HOMBRE SE FIJA EN EL EXTERIOR
MIENTRAS QUE DIOS MIRA EL CORAZÓN DEL HOMBRE
Toda sabiduría proviene del Señor y
está con él eternamente. ¿Quién puede contar las arenas de la playa, las gotas
de la lluvia o los días de los siglos? ¿Quién puede explorar la altura del
cielo, la extensión de la tierra y la profundidad de los abismos? Antes que
cualquier otra cosa fue creada la sabiduría; y la luz de la inteligencia, desde
la eternidad. ¿A quién se le ha revelado la fuente de la sabiduría? ¿Quién ha
conocido sus recursos inagotables? Uno solo es sabio, temible en extremo: el
que está sentado en su trono, el Señor. Él creó la sabiduría, la contempló y la
midió; la ha derramado sobre todas sus obras y sobre todos los hombres, según
su generosidad; la ha derrochado entre aquellos que lo aman. (Sir 1, 1-10)
Al escribirse el libro del Eclesiástico
la sabiduría era impersonal, es hasta el Nuevo Testamento con Pablo que se le
designa como persona, Cristo Jesús, (Col 1, 15) Él es nuestra sabiduría,
nuestra redención y nuestra salvación. (1 de Cor 1, 30) Jesús es el Sabio de
Dios. Es Emmanuel Dios con nosotros y entre nosotros. (Mt 1, 23) Es la Palabra
que se hizo hombre y puso su Morada entre nosotros (Jn 1, 14)
El apóstol Santiago nos habla de tres
sabidurías: la divina, la mundana y la diabólica: "¿Hay entre vosotros quien tenga sabiduría o experiencia? Que
muestre por su buena conducta las obras hechas con la dulzura de la sabiduría. Pero
si tenéis en vuestro corazón amarga envidia y espíritu de contienda, no os
jactéis ni mintáis contra la verdad. Tal sabiduría no desciende de lo alto,
sino que es terrena, natural, demoníaca. Pues donde existen envidias y espíritu
de contienda, allí hay desconcierto y toda clase de maldad. En cambio la
sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, pura, además pacífica,
complaciente, dócil, llena de compasión y buenos frutos, imparcial, sin
hipocresía."(Snt 3, 13- 17)
La sabiduría divina
es inseparable del amor y de la humildad, el hombre entre más sabio es, más
humilde es, y la humildad es inseparable de la caridad y de la mansedumbre.
Sabio es el que hace el bien, el que ama a sus hermanos. Mientras que la
sabiduría humana nos hace ser y sentir superiores a los otros y mejor que los
demás. Está cimentada en la mentira que dice: ¿Cuánto tienes cuánto vales? La
sabiduría demoniaca es construir torres de Babel de caos, confusión y vacíos.
Se legislan guerras, leyes abortivas, siembra odios, discordias rivalidades, y
otras cosas peores.
La Sabiduría como
don del Espíritu es un don infuso que Dios infunde en las potencia del alma que se encuentra en
Gracia de Dios, nunca en el pecado mortal. Por eso empieza con la Justificación
por la fe que nos trae el perdón de los pecados y el don del Espíritu: "Más
aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación
engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada,
esperanza, y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado." (Rm
5, 3- 5) Todo empieza con la escucha de la Palabra de Dios y en obedecerla,
ponerla en práctica. Esto nos hace ser inteligentes. Para la Biblia inteligente
es el que sabe vivir. El hombre puede saber muchas cosas, tener títulos y mucho
dinero pero si no sabe vivir, porque se llena de envidia, mentira, soberbia, le
falta la luz de la Palabra, no es inteligente, y la Biblia le nombre:
insensatos, impíos o malvados. El hombre sabio puede perdonar, disculpar,
respetar a los otros por lo que son personas, no hace acepción de personas,
hacer el bien (Snt 2, 1) Entre más sabio es, más humilde y generoso es, un hombre
o mujer abierta a todos. Es capaz de dejarse corregir y ayudar por los demás
(Apoc 3, 19)
Sabio y humilde es sólo Dios y aquellos a quienes el justifica y reviste. Jesús nos invita
hacernos sabios al decirnos: “Aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón”
(Mt 11, 29) Jesús es el Modelo que siendo rico se hizo pobre y humilde para
enriquecernos con su pobreza (1 de Cor 8, 9; Flp 2, 6- 8) El pobre de espíritu
está en comunión con Jesús, vive con él y le sirve (Jn 15, 4-5) El pobre de
espíritu reconoce sus defectos, sus debilidades y sus pecados, pero, además
reconoce que todos los dones que posee vienen de lo Alto , de Dios, para su
realización y para la realización de los demás. (cf 1 de Cor 4, 7) Es un
servidor para los demás. Un servidor de la vida. La ciencia que no sirve a la vida, no podemos llamarle ciencia, es
sabiduría humana y hasta demoníaca.
Algo
para saber que los sabios son como Dios que no se fija en los aspectos
exteriores, sino en el corazón del hombre (1 de Sm 16, 7) La sabiduría divina
habita como en su propia casa en la “Fe sincera, en un corazón limpio y en una conciencia
recta” ( 1 ede Tim 1,5) Es la Casa de Cristo,todo para gloria de Dios y para el
bien delos hombres.
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