DESDE EL ADVIENTO HASTA EL BAUTISMO DE JESÚS VEMOS LAS MANIFESTACIONES DE DIOS.
Para
el Adviento que significa venida, llegada y presencia, estemos preparados.
"Por
aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: Convertíos
porque ha llegado el Reino de los Cielos.» Este es aquél de quien habla el
profeta Isaías cuando dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el
camino del Señor, enderezad sus sendas. Tenía Juan su vestido hecho de pelos de
camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y
miel silvestre. Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del
Jordán,"(Mt 3, 1- 5)
La
Navidad de Jesús. El Verbo se hizo carne (Hch 1,14).
De
Mateo: "Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en
sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer
porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le
pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Todo
esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel,
que traducido significa: «Dios con nosotros.»"(Mt 1, 21- 23) Jesús
significa: Dios salva. Jesús es nuestro Salvador y es nuestra Salvación.
De
Lucas: "Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a
Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y
familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y
sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del
alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le
acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento."(Lc
2, 4- 7)
De
Juan: "En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y
la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por
ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la
vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las
tinieblas no la vencieron.(Jn 1. 5) "Y
la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado
su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de
verdad."(Jn 1,14).
La
Epifanía de Jesús a su pueblo, presente en los pastores.
"Y
sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se
decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y
el Señor nos ha manifestado.» Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a
José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les
habían dicho acerca de aquel niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de
lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas
cosas, y las meditaba en su corazón." (Luc 2, 15- 19)
Epifanía
de Jesús a las naciones, representadas por los magos.
"Ellos,
después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que
habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo
encima del lugar donde estaba el niño. 10.Al ver la estrella se llenaron de
inmensa alegría. 11.Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y,
postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de
oro, incienso y mirra." (Mt 2, 9- 11) Oro como rey, incienso como
Dios y mirra para su muerte, como hombre verdadero.
El
Bautismo de Jesús:
"Como
el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de
Juan, si no sería él el Cristo; respondió Juan a todos, diciendo: «Yo os
bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de
desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y
fuego."(Lc 3, 15- 16)
"Entonces
aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán donde Juan, para ser bautizado
por él. Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: «Soy yo el que necesita ser
bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?» Jesús le respondió: «Déjame ahora, pues
conviene que así cumplamos toda justicia.» Entonces le dejó. Bautizado Jesús,
salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de
Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los
cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.» (Mt 3, 13, 17)
El
Bautismo de Jesús es el Gran Acontecimiento, divide su vida en dos. Su vida
privada y su vida pública; Primero fue carpintero, obrero y jornalero, después
predicador, heraldo, taumaturgo, exorcista, Cristo y Mesías. En su Bautismo se
abren los cielos, es ungido con Espíritu Santo
y presentado como el Hijo predilecto del Padre, en quien se complace.
Ahora puede apropiarse de las palabras del profeta Isaías: "El espíritu
del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar
la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a
pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; a
proclamar un año de gracia del Señor, un día de venganza para nuestro Dios. (Is
61, 1- 2)
Jesús
es sin más el Ungido, el Mesías, el Cristo, el Hijo de Dios. y Él nos hace
partícipes de su Unción, en nuestro bautismo nos apropiamos de los frutos de la
redención de Jesucristo. El perdón de nuestros pecados, la Paz, la
reconciliación y el don del Espíritu Santo. La presencia del Espíritu en nosotros
nos hace hijos de Dios, hermanos de Jesús, templos vivos del Espíritu Santo e
hijos de la Iglesia, nuestra Madre y Maestra.
Decimos todos:
Sí
hubo Adviento, hubo Navidad, si hubo Navidad, hubo y Epifanía, y si hubo
Epifanía, hubo Espíritus Santo. Y si no, será para otra ocasión. Todo está en
la escucha y en la obediencia de la Palabra de Dios y en la aceptación de los
Sacramentos. (Rm 10, 17) La predicación
nos lleva a la Verdad y la salvación nos llega por medio de los Sacramentos (cf
Mc 16, 16; Mt 28, 19; 1 de Tim 2. 4)
La
fe es don y respuesta a la Palabra.
"Vino
a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les
dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no
nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios."
(Jn 1, 11- 13) La Palabra nos lleva a Cristo que perdona nuestros pecados y nos
da su Gracia, el don del Espíritu Santo (Jn 3, 1- 5) Allí donde el Señor perdona
nuestros pecados se da el Nuevo Nacimiento, hay Navidad (Rm 5,1- 5) Pasamos de
la muerte a la Vida, del odio al Amor, de las tinieblas a la Luz (Col 1, 13-
14)
La
Epifanía de nosotros los hijos de Dios.
Dios
se manifiesta en los que creen y lo aman (cf Jn 14, 21) Él quiere hacer de nosotros
una Epifanía. ¿Cómo se manifiesta Dios en nosotros? Si hay manifestaciones hay
Epifanía.
La
primera manifestación es la liberación. "He aquí que yo abro vuestras
tumbas; os haré salir de vuestras tumbas, pueblo mío, y os llevaré de nuevo al
suelo de Israel."(Ez 37, 12) Para esto vino Jesús, el Enviado por
Dios a salvarnos. Nos libera del Exilio, la tierra de esclavitud y servidumbre,
para ponernos en camino de éxodo hacia Cristo, nuestra Tierra Prometida. Nos
saca y libera del pecado. (cf Col 1, 13- 14)
La
segunda manifestación del Señor en nuestra vida es la Reconciliación. “Volver a
ser hijos de Dios y hermanos de los hombres.” Reconciliados en virtud de la
sangre de Cristo, nuestra Paz (Ef 2, 14) El Señor nos reconcilia perdonando
nuestros pecados reconocidos y confesados. Con el perdón nos da Espíritu Santo,
es Navidad.
La
tercera manifestación es hacer de nosotros una “Nueva Creación” Los que estaban
lejos, ahora están cerca, los que no eran familia, ahora son familia, hijos del
Padre y hermanos entre nosotros. Somos familia y familiares de Dios (Ef 2, 19)
La
cuarta manifestación es la Promoción. El que ama promueva a los amados. Dios
nos ama incansablemente, y nos ama hasta darnos a su Hijo, y su Hijo nos amó
hasta darse por nosotros. Por eso nos ha elegido para estar en su presencia,
santos e inmaculados por amor. (Ef 1, 4) Elección gratuita e inmerecida.
Elección inalterable, hay que aceptarla o hay que rechazarla, pero ahí está a
tu alcance, hay que aceptarla por la fe. Elección funcional. Elegidos por amor
y para amar. Hay una Misión. De pecadores nos promueve, ahora podemos ser hijos
de Dios, discípulos y apóstoles de Jesús.
Somos
llamados a ser Epifanía de Cristo (cf Rm 8, 29) Para vivir como Cristo que
dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre y llevar a cabo su Obra” (Jn 4, 34) Jesús en vida es
el que recibe el Espíritu Santo sin medida, y después de su resurrección,
Cristo es el que Espíritu Santo a los que creen y lo aman, lo siguen y lo
sirven.
¿Cómo
vivió Jesús? La Palabra lo dice: "Vosotros sabéis lo sucedido en toda
Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo; cómo Dios
a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y cómo él pasó
haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios
estaba con él; y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de
los judíos y en Jerusalén; a quien llegaron a matar colgándole de un madero; a
éste, Dios le resucitó al tercer día y le concedió la gracia de aparecerse, no
a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a
nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos"(Hch
10, 37- 41)
La Gracia de Dios está en el Adviento, en la Navidad, en la Epifanía y el bautismo de Espíritu Santo en nuestra vida. 'Ven Señor Jesús'
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