FE Y VIDA, CULTO, AMOR Y SERVICIO SON INSEPARABLES.

 


FE Y VIDA, CULTO, AMOR Y SERVICIO SON INSEPARABLES.

La Palabra de Dios. En el A.T

"¡Escuchad la palabra de Yavé, jefes de Sódoma; prestad oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra! ¿De qué me sirve la multitud de vuestros sacrificios? —dice Yavé—. Estoy harto de holocaustos de carneros y de grasas de becerros; la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos me repugna.

Cuando venís a presentaros ante mí, ¿quién pide esto de vosotros? Dejad de hollar mis atrios para traerme ofrendas vanas; me causa horror su incienso. Novilunios, sábados, asambleas... ¡Ya no soporto más sacrificios ni fiestas! Vuestros novilunios, vuestras solemnidades odio con toda el alma: un peso se me han vuelto, y estoy cansado de aguantarlas.

Cuando extendéis las manos, aparto mis ojos de vosotros; aunque multipliquéis vuestras plegarias, no las escucho. Vuestras manos están llenas de sangre. Lavaos, purificaos; alejad vuestras malas acciones de mis ojos, dejad de hacer el mal. Aprended a hacer el bien, perseguid la justicia, socorred al oprimido, haced justicia al huérfano, defended a la viuda. Venid, pues, hagamos cuentas —dice Yavé—. Y si vuestros pecados son como la grana, blanquearán como la nieve; si son rojos cual la púrpura, se volverán como la lana" (Is 1,10-18)

"Yo detesto, desprecio vuestras fiestas, no me gusta el olor de vuestras reuniones solemnes. Si me ofrecéis holocaustos... no me complazco en vuestras oblaciones, ni miro a vuestros sacrificios de comunión de novillos cebados. ¡Aparta de mi lado la multitud de tus canciones, no quiero oír la salmodia de tus arpas! ¡Que fluya, sí, el juicio como agua y la justicia como arroyo perenne! ¿Acaso sacrificios y oblaciones en el desierto me ofrecisteis, durante cuarenta años, casa de Israel?" (Am 5,21-25).

"Ha dicho Yavé: Porque este pueblo se acerca a mí sólo con palabras y sólo de labios me honra, mientras su corazón sigue lejos de mí, siendo así su religión para conmigo sólo un mandamiento humano, una lección aprendida. Por eso yo continuaré obrando maravillas; entonces fracasará la sabiduría de sus sabios y la inteligencia de sus inteligentes se eclipsará" (Is 23,13-14).

Jesús es profeta que habla para denunciar la falsa religión.

"Un día se acercaron a Jesús los fariseos con algunos maestros de la Ley llegados de Jerusalén y se fijaron que algunos discípulos de Jesús comían con las manos impuras, es decir, sin lavárselas. De hecho, los fariseos (y todos los judíos), aferrados a la tradición de los mayores, no comen sin haberse lavado cuidadosamente las manos; tampoco comen al volver del mercado sin lavarse antes, y hay muchas otras costumbres que ellos conservan, como la de lavar los vasos, los jarros y las bandejas. Por eso los fariseos y los maestros de la Ley le preguntaron: ¿Por qué tus discípulos no respetan la tradición de los ancianos, sino que comen con las manos impuras? Jesús les contestó: ¡Qué bien salváis las apariencias! Con justa razón habla de vosotros el profeta Isaías cuando escribía:

“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me rinden no sirve de nada, y sus enseñanzas no son más que mandatos de hombres.” (Is 23)

Dispensáis del mandamiento de Dios y luego mantenéis la tradición de los hombres. Y Jesús hizo este comentario: Dejáis tranquilamente a un lado el mandato de Dios para imponer nuestra tradición. Así, por ejemplo, Moisés dijo: Atiende a tu padre y a tu madre; y también: El que maldiga a su padre o a su madre debe ser condenado a muerte. Vosotros, por el contrario, afirmáis que un hombre puede decirle a su padre o a su madre: No puedo ayudarte porque todo lo que tengo lo he consagrado a Dios. En este caso decís que ya no tenéis que ayudarlos. Así, pues, anuláis la palabra de Dios en beneficio de la tradición que habéis transmitido y hacéis muchas otras cosas parecidas a éstas" (Mc 7,1-13).

El legalismo, el rigorismo y el perfeccionismo de los fariseos.

"¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos hipócritas, que pagáis diezmo de todo, sin olvidar la menta, el anís y el comino, y, en cambio, no cumplís lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Estas son las cosas que deberíais observar, sin descuidar las otras. ¡Guías ciegos, que coláis un mosquito y os tragáis un camello!

¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera copas y platos, y por dentro estáis llenos de envidia y avaricia! Fariseo ciego, limpia primero el interior del vaso y después se limpiará también el exterior.

¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos hipócritas, que os parecéis a sepulcros bien pintados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y de toda clase de podredumbre. Así también vosotros: por fuera os presentáis como hombres religiosos, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de maldad" (Mt 23,23-27).

Jesús  recomienda a la gente y a sus discípulos:

"Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí". «Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar "Directores", porque uno solo es vuestro Director: el Cristo."(Mt 23 1- 10)

"«Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos"(Mt 5,20) Los discípulos podrán superar la justicia de los fariseos en la medida que busquen la gloria de Dios y no la de los hombres. Que crean en Jesús, el don de Dios a los hombres para que tengan vida eterna (Jn 3, 16) Podrán superar a los fariseos, cuando por la fe y la conversión lleguen a tener una fe sincera, un corazón limpio y una conciencia recta (1 de Tim 1, 5)

La verdadera religión pide vivir de encuentros con Jesús:

"Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»"(Mt 11, 27- 30)

"«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada.” (Juan 15, 1- 5)

Las dos características que nos propone Jesús:

"Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros. "(Jn 13, 12- 15)

"Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.» Simón Pedro le dice: «Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: «Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde.» Pedro le dice: «¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti.» Le responde Jesús: «¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces.»"(Jn 13, 34- 28)

La Palabra que nos lleva a la Verdad, al Amor y a la Vida (Jn 14, 6)

"Les dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. Y el que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él.» Al hablar así, muchos creyeron en él. Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres."(Jn 8, 28- 32)

La Fe ha de estar unida al amor y al servicio.

"Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme." Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? .¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."(Mt 25, 36- 40)

"En él también vosotros, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y creído también en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa, que es prenda de nuestra herencia, para redención del Pueblo de su posesión, para alabanza de su gloria. Por eso, también yo, al tener noticia de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestra caridad para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente; iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos, y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero." (Ef 1, 13- 20)

"Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura. «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino (Lc 12, 31- 32)

Publicar un comentario

Whatsapp Button works on Mobile Device only

Start typing and press Enter to search