DICHOSOS LOS OJOS QUE USTEDES VEN.

 


DICHOSOS LOS OJOS QUE USTEDES VEN.

 

En aquella misma hora, Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y exclamó: “¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”. Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: “Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”. (Lc 10, 21-24)

 

¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien! Dios se revela a los hombres. Dios se revela a sí mismo y revela el Misterio de su voluntad: la salvación de los hombres por medio de su Hijo Jesucristo. Esta Revelación está contenida en la Biblia, la Sagrada Escritura. El evangelio de Juan nos dice que Jesús es el revelador del Padre y es el revelador del hombre, Lo que Jesús es, es lo que estamos llamados a ser: hijos de Dios, hermanos y servidores de los demás.

"Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.» Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras."(Jn 14, 6- 11)


"Llegado Jesús a la región de Cesárea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.» Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos."(Mt 16, 13- 17)

Es posible conocer a Dios porque Él se nos da a conocer. “Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”. ¿Qué vieron los apóstoles? En ninguna parte de los evangelios nos hablan del físico de Jesús. Si era alto o bajito, blanco o moreno, rubio con barba dorada, gordo o flaco. Ellos dan testimonio del amor, la verdad y la vida (Jn 14, 6) "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo."(1 de Jn 1- 3)

Las palabras de Jesús que los apóstoles oyeron hicieron decir a Pedro: "«Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna," (Jn 6, 68) Y el mismo Jesús dice: "«El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida."(Jn 6, 63) Palabras que animan, que unen, que consuelan, que liberan, que salvan y que corrigen. "Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.»"(Jn 8, 31- 32) Palabra que es Luz y Verdad, palabras que nos llevan a la salvación y a la perfección cristiana (2 de Tim 3. 1, 14- 17)

 
Jesús revela a Pedro y a los otros apóstoles lo que hay en la voluntad del Padre: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»"(Mt 16, 18- 19) Son promesas que hace a los suyos y que después dela resurrección las lleva a cumplimiento:

"Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» 20.Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21.Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.» 22.Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. 23.A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»" (Jn 20, 19- 23).

"Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»"(Mt 28, 18- 20) Jesús cumple lo que promete. Ha prometido defender la Iglesia y estar con ella hasta al final. Nadie podrá destruir la Iglesia, porque su Fundador así lo ha revelado.

 

Dios se revela a sí mismo y nos revela el misterio de su voluntad. Dios se revela como Padre, como Amor, como el Santo, como Perdón y como Libertad. Y nos revela la voluntad de Dios, que es nuestra liberación, nuestra salvación y nuestra santificación. (Jn 17, 3; 1 de Jn 4, 7-8; 2 de Cor 3, 18; 1 de Ts 4, 3; 1 de Tim 2, 4) En el rostro de Cristo brilla la Gloria de Dios. Jesús es el Buen Pastor, (Jn 10, 11) es la Puerta, (Jn 10, 7) es el Pan vivo, (Jn 6, 51) es la Luz, (Jn 8, 12) es la resurrección y la vida, (Jn 11, 25) es el camino, la verdad y la vida (Jn 14, 6) Es Yo soy ( Jn 8, 58) En Juan nos dice que es el don y el Hijo de Dios, el amor entregado: "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él."(Jn 3, 16- 17)

Pablo nos dice que Jesús "fue entregado por nuestros pecados, y fue resucitado para nuestra justificación." (Rm 4, 25) Por so la escritura nos dice que es nuestro Redentor, nuestro Salvador, nuestro Maestro y nuestro Señor. Como lo es el “Don de Dios a los hombres y es el “Hijo de Dios.”

Es Aquel que se pasó la vida haciendo el bien y liberando a los oprimidos por el mal (Hch 10, 38) Hasta sus enemigos hablaban bien de él: "Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?» Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo.» Ellos le presentaron un denario. Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» Dícenle: «Del César.» Entonces les dice: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios.»"(Mt 22, 16- 20)

Hasta los demonios le decían: Tú eres el santo de Dios (Lc 4, 34). La Biblia nos revela que Jesús es el hijo de María y el Hijo de Dios: "Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros.»"(Mt 1, 20- 23)

Jesús, el enviado de Dios, llama a los Doce para estar con él y para enviarlos con la Misión de salvar a los hombres para que con la fuerza del Espíritu Santo perdonaran los pecados a los hombres (Jn 20, 23) La Misión de Jesús es por voluntad del Padre, la Misión de la Iglesia.

 

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