TRES AÑOS SEGUIDOS HE VENIDO A BUSCAR HIGOS EN ESTA HIGUERA Y NO LOS HE ENCONTRADO

 


TRES AÑOS SEGUIDOS HE VENIDO A BUSCAR HIGOS EN ESTA HIGUERA Y NO LOS HE ENCONTRADO

Entonces les dijo esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’ El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’ ”.

La higuera hace referencia a la “religión.” ¿Cuáles son los frutos de la religión y cómo pueden darse? Los frutos son manifestaciones de la fuerza, de la energía y del poder de Dios en los hombres (Ef 6, 10) Frutos que están como semillas en la Palabra que se escucha y que se obedece (Rm 10, 17) Para que haya un nuevo Nacimiento. Para que crezca la planta ha de removerse la tierra, ponerle agua y echarle abandono. A esto se le llama “Trabajar y proteger la planta” (Gn 2, 15). Es el proceso del grano de trigo que muere para nacer, luego crecer hasta dar frutos en abundancia (Jn 12, 24) Proteger la planta es decir la fe o la religión que es comunicación con Dios y con los hombres a de cultivarse la “Prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza” (2 De Pe 1, 5) A esto Jeremías le llamó “Cultivar el barbecho del corazón” (Jer 4, 3).

La Palabra de Dios nos dice que además hemos de cultivar la piedad (Comunión con Dios y con los hombres), el amor fraterno y la caridad. Quién tenga estas cosas abunda en el conocimiento de Dios (2 de Pe 1, 8) Lo anterior es posible con la Gracia de Dios que se manifiesta en los débiles, en los que reconocen sus  debilidades y se las expresan al Señor (2 de Cor 12, 9ss)

Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente? Córtarla, equivale a expulsar, echar fuera y quemarla como yerba seca. Los que viene de la carne que es una vida mundana, pagana vida pecaminosa equivale a lo que dice la Escritura: "Pues toda carne es como hierba y todo su esplendor como flor de hierba; se seca la hierba y cae la flor; pero la Palabra del Señor permanece eternamente. Y esta es la Palabra: la Buena Nueva anunciada a vosotros"(1 de Pe 1, 24- 25) "Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca."(Apoc 3, 15- 16) Santiago nos dice algo parecido: "¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?"(Snt 2, 14) Las obras de la fe son los frutos del Espíritu Santo

El fruto de la fe pide conversión. Pide bajar los conocimientos de la fe al corazón. De nada sirve saber sino no amamos y servirmos a Dios y a los demás. Jesús lo explica diciendo: “Conmigo o contra mí, el que no junta desparrama” (Mt 12, 30) De nada sirve decir: Señor, Señor, ya llegué, ya estoy aquí, pero, no estamos caminando en la Voluntad de Dios (cf Mt 7, 21) La voluntad de Dios es que creamos en Jesús, su Hijo (1 de Jn 3, 23; Jn 6, 39-40) El que cree en Jesús le hace justicia a Dios, a Jesús y a la Iglesia: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios."(Mt 5, 6- 9)

Para hacerle justicia a Dios la clave es escuchar la Palabra y obedecerla (Mc 1, 15; Rm 10, 17) Es decir, crean y conviértanse. La conversión implica la obediencia a los Mandamientos, a la Palabra y a la práctica de las Bienaventuranzas o de las Virtudes cristianas. Lo que el apóstol Pablo nos dice: “Despojaos del hombre viejo y revestirnos del hombre Nuevo en Justicia y en Santidad (Ef 4, 23- 24) La conversión es llenarnos de Cristo que es amor, verdad y justicia (Ef 5, 9). Lo que pide “huir de las pasiones de la juventud (2 de Tim 2, 22) Lo que también significa “despojarnos del traje de tinieblas, para revestirnos de luz” (Rm 12, 13)

Para conocer la “Misericordia de Dios” y recibir el perdón de los pecados, hemos de reconocer que somos pecadores necesitados de la gracia de Dios y Pedirla: Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado.(Slm 50, 3- 4) Decir que somos buena gente, que no tenemos pecado es decir que Dios es mentiroso y la verdad no está en nosotros (1 de Jn 1, 8) Todos somos pecadores (Rm 3, 21) Necesitados de la Gracia de Dios. El primer fruto de la fe es la humildad que nos lleva a reconocer nuestros pecados. De este corazón nace y crece la esperanza que se despliega hacia el amor. (Gál 5, 6. 22).

Jesús nos habla del nuevo Nacimiento para entrar en el Reino de Dios (Jn 3, 1- 5). Para nacer de nuevo, lo primero es escuchar la Palabra de Dios, para quedar embarazados de luz, de amor, de verdad y de justicia. (Jn 14, 6). La Palabra nos convence de que somos pecadores amados y queridos por Dios que no quiere la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva (Ez 33, 10) Por eso conducidos por la acción del Espíritu Santo y por la Palabra nos llevan a Cristo con un corazón contrito y arrepentido (Slm 50, 19) Para que recibamos el perdón de los pecados y el don del espíritu Santo. Hay un nuevo Nacimiento, hemos nacido de Dios. y ¿Ahora qué? "Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación, si es que habéis gustado que el Señor es bueno."(1 de Pe 2, 2- 3) Recordemos que la fe que a Dios le agrada es la fe viva, santa y agradable a Dios (Rm 12,1; Heb 11, 6) Es la fe que tiene a Cristo en el corazón (Ef 3, 17) y que es conducida por el Espíritu Santo (Rm 8, 14) Para que seamos hombres Nuevos, perdonados, reconciliados y salvados por la Gracia de Dios. (Ef 2, 4- 6)-

La higuera, la religión ahora puede dar frutos y buenos porque está en comunión con Cristo: "«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada."(Jn 15, 1- 5)

Religión con fruto bueno es de aquel o aquella que hacen la Voluntad de Dios. "«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.»"(Lc 6, 36- 38)

"La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo."(Snt 1, 27) Lo que es el amor que brota de una fe sincera, de un corazón limpio y de una conciencia recta (1 de Tim 1. 5)



 

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