Condiciones para hacer Oración
Iluminación: “Por aquel entonces, tomó Jesús la palabra y dijo: «Yo te
alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a
sabios e inteligentes y se las has revelado a gente sencilla. 26 Sí, Padre,
pues tal ha sido tu decisión” (Mt 11, 25- 26).
En el nombre de Cristo, único, Mediador entre Dios y los hombres. Orar
en el nombre de Jesús, no es un añadido al final de nuestras oraciones, es
bien, estar en comunión con Cristo para dar frutos de vida eterna (cf Jn 15,
5), participando de su mismo Espíritu que nos hace hijos de Dios en Cristo (Ef
1, 5) El Espíritu Santo nos fortalece interiormente (cf Ef 3, 16) y nos asiste
en nuestras debilidades (Rm 8, 26) y nos conduce a Cristo (Rm 8, 14). Es una
oración en el Espíritu Santo que permite que Cristo ore, ame y sirve en y desde
nuestros corazones. En la Eucaristía es la oración por excelencia que la
Iglesia hace en el nombre Jesús: Es la oración que Jesús dirige al Padre.
V
“Y yo os
concederé todo lo que pidáis en mi nombre, para que el Padre sea glorificado en
el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo os lo concederé” (Jn 14, 13).
V
“No me
habéis elegido vosotros a mí; más bien os he elegido yo a vosotros, y os he
destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto sea duradero; de
modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre él os lo conceda” (Jn 15, 16)
V
“Aquel
día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo que el Padre os
concederá lo que pidáis en mi nombre. Hasta ahora nada le habéis pedido en mi
nombre”. (Jn 16, 23)
Cómo debe ser nuestra oración
V Con
humildad. En cambio el
publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al
cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: ‘¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí,
que soy pecador!’ Os digo que éste regresó a su casa justificado, y aquél no.
Porque todo el que se ensalce será humillado, y el que se humille será
ensalzado” (Lc 18, 13- 14) La oración ha de ser humilde, sin pretensiones ante
Dios, sin vanagloria ante los hombres, salida del corazón, confiada a la bondad
del Padre, insistente hasta la importunidad.
V Con
confianza filial. Así que
doblo mis rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo
y en la tierra, para que, en virtud de su gloriosa riqueza, os conceda
fortaleza interior mediante la acción de su Espíritu, y haga que Cristo habite
por la fe en vuestros corazones (Ef 3, 14- 17). Orar como hijos a un Padre que
nos ama, nos perdona, nos salva y nos da su Espíritu Santo. La confianza en la
oración sólo puede ser interior, cálida, es decir sale del corazón y se hace
con amor.
V Con
agradecimiento: Gracias Señor
por el don de la vida; por el don de la Familia, Por tus bendiciones: La
elección, la filiación, la redención; gracia por el don de la fe, por darnos a
tu Hijo y por darnos Espíritu Santo; por la salud y las pruebas de la vida…. “Le
pedimos también que os fortalezca plenamente con su glorioso poder, para que
seáis constantes y pacientes en todo y deis con alegría gracias al Padre, que
os hizo capaces de participar en la luminosa herencia de los santos” (Col 1,
11-12). De diez leprosos que quedaron curados con el poder de Jesús, sólo uno
de ellos se volvió a dar gracias a Jesús: “Uno de ellos, viéndose curado, se volvió
alabando a Dios en alta voz, y, postrándose rostro en tierra a los pies de
Jesús, le dio las gracias. Era un samaritano. Dijo entonces Jesús: «¿No
quedaron limpios los diez? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido quien
volviera a dar gloria a Dios, sino este extranjero?» Y añadió: «Levántate y
vete; tu fe te ha salvado” (Lc 17, 15- 19)
V Con
fe. “Sin fe nadie le agrada a
Dios” (Heb 11, 6) Por la fe estamos en comunión con Dios en Cristo que habita
por la fe en nuestro corazón (Ef 3, 17) Sin obediencia a Dios la ve está muerta
y vacía (Snt 2, 14) “Si alguno de vosotros carece de sabiduría, que la pida a
Dios. Seguro que se la concederá, pues Dios da a todos generosamente, y sin
echarlo en cara. Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es
semejante al oleaje del mar, agitado por el viento y zarandeado de una a otra
parte. Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre así, 8 irresoluto
e inconstante en todos sus caminos” (Snt 1, 6-8) La fe es confianza, obediencia,
amor, pertenencia Dios.
V Con
Intercesión. Manteneos
siempre en la oración y la súplica, orando en toda ocasión por medio del
Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los
santos. 19 Y orad también por mí, para que Dios me conceda la palabra adecuada
cuando abra mi boca para dar a conocer con valentía el misterio del Evangelio,
V Orar
con perseverancia. Por
aquellos días, se fue al monte a rezar y se pasó la noche orando a Dios. Cuando
se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió doce de entre ellos, a los que
llamó también apóstoles (Lc 6, 12- 13) Con insistencia y tenacidad para esperan
con paciencia el día del Señor. “Orando siempre y sin desfallecer” (Lc 18,1)
V Con
recogimiento interior. Tú, en
cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la
puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará. La Oración interior y cálida, es decir con amor es
poderosa y abierta a la voluntad de Dios que bendice al que ama con alegría.
¿Qué enseñarnos para que nuestra oración sea afectiva?
¨
Hacer silencio
interior. Los espacios de silencio son importantes para poder escuchar a Dios.
¨
Hacer la
relajación. Con el cuerpo tenso es imposible entrar en una oración profunda, por
ello es necesario aprender a relajarse.
¨
Buscar la
concentración. Necesaria para que nuestra mente no ande alocada, con muchos
pensamientos dispersos.
¨
Cultivar la
oración corporal, La vocal con palabras, lecturas, procesiones, etc.
¨
Cultivar la oración
mental o de meditación. La
meditación, es la oración que se hace con la mente, de una más alta calidad. Es
necesario meditar en nuestro interior, y pedir luz para poder ver con claridad
la voluntad de Dios
¨
Cultivar la
oración del corazón. Es la oración interior que exige estar en gracia de
Dios.
¨ Los métodos de la oración. Son muchos y
distintos: alabanza, acción de gracias, adoración, perdón, peticiones, acción
de gracias, padecer la acción del Espíritu, vaciamiento, intercesión, silencio,
etc.
Imitar a Cristo que ora.
Para vencer el activismo exterior no se debe olvidar que la primera
intención de Jesús fue convocar en torno a sí a los Apóstoles, sobre todo para
que estuviesen en comunión con Él (Mc 3, 13).Toda la actividad cotidiana de
Jesús nacía de la oración Oraba de noche y trabajaba de día
Ø Se retiraba al desierto o al monte para orar.
(Mc. 6, 46; Lc. 5, 16; Mt. 4,1; 14, 23)
Ø Se levantaba de madrugada para ir a orar. (Mc. 1, 35)
Ø Pasaba la noche entera en oración con
Dios (Mt. 14, 23.25; Mc. 6 46.48; Lc. 6,
12)
Ø Hasta el final de su vida en la última cena
hizo su Oración Sacerdotal (Jn. 17, 1-26.
Ø Durante la agonía oraba con más intensidad
para someterse a la Voluntad de su Padre (Mt. 26, 36-43)
Ø En la cruz hizo oración de intercesión ante su
Padre por los que le daban muerte y por los dos ladrones. (Lc. 23, 34.46; Mt.
27, 46; Mc. 25, 34)
Siguiendo el ejemplo de Cristo que llevó una vida empapada de oración
para dar gloria a su Padre y gastarse por los hombres, sacerdotes y los laicos debemos
mantener vivos los y frecuentes ratos de silencio y oración para cultivar y
profundizar el trato existencial con la persona viva de nuestro Señor Jesús.
Publicar un comentario