LA FE QUE MUEVE MONTAÑAS.


 "Si tuvieras fe como un granito de mostaza"

Hoy el evangelio nos presenta una palabra consoladora: "Si tuvieras fe como un granito de mostaza" ¿Qué pasaría? Podríamos hacer maravillas. "Como el plantar árboles en el mar", según las Palabras del Autor y Consumador de nuestra fe, Cristo Jesús. Fe que tiene como origen la escucha de la Palabra de Cristo (Rom 10, 17. Fe que tiene como fundamento y como contenido al mismo Jesucristo. Qué oportuno es mencionar las palabras de san Pablo: Que Cristo viva por la fe en vuestros corazones" (Ef 3, 17). Si Cristo vive en mi corazón, mi fe está viva y yo me encuentro en las manos de Dios... esa es la fe que mueve montañas.

El poder de la fe se manifiesta siembre en el servicio para irradiar en el rostro de las personas el amor, la paz y la alegría. La fe crece viviendo la, poniéndola en práctica, dándose y entregándose en servicio a los demás para que lleven una vida digna y descubran la belleza de la dignidad humana. En la fe cristiana se encuentra la semillas de a Sabiduría divina que nos capacita para vivir en comunión con la “realidad” y conocer el arte de amar y de servir. Quien la tenga y se deje conducir por ella va aprendiendo el arte de vivir en comunión con Dios, con sigo mismo y con los demás: Vive una relación sana con Dios, una relación sana consigo mismo y una relación sana con los demás.. No hay lugar para los complejos de culpa, ni para los miedos o rencores.
Principio del formulario

La fe cristiana crece con la oración interior, cálida y extensa. Crece cuando es irrigada con la Palabra de Dios y con las obras de misericordia. Oración puede ser individual, comunitaria y litúrgica... Con el poder de la fe podemos vencer el mal y podemos hacer toda clase de buenas obras. Con palabras de san Pablo: "Rechacen el mal y amen apasionadamente el bien" (Rom 12, 9) La fe cristiana es la Luz, el Amor, la Vida y el Poder de Dios que llevamos en nuestros corazones. Por eso decimos, hay Fe donde hay confianza en el Señor, donde hay obediencia al Señor, donde hay amor al Señor y a nuestros hermanos. Sólo entonces descubrimos que el lugar de nuestra fe cristiana es múltiple: Nuestro corazón, Dios, los demás y la naturaleza, es decir el lugar es nuestra realidad: La fe nos pide salir para ir al encuentro de la realidad… a esto llamaos; EX PERI ENCIA RELIGIOSA. Esto es, SALIR PARA vivir de encuentros con nuestra realidad para que la fe crezca y de sus frutos. Los frutos de la fe los encontramos en Gál 2, 22; entre otros el amor, a paz y el gozo en el Espíritu.

El camino de la fe se debe de recorrer SIGGUIENDO LAS HUELLAS DE JESÚS, y con toda seguridad nos lleva nuestra realización humana, nos humaniza y nos hace más personas y mejores personas... Cuánta verdad hay en las palabras de Jesús: "si tuvieras fe como un granito de mostaza", serías un ser original, responsable, libre y capaz de amar. Seríamos personas amables, generosas, serviciales y maduras. La Fe nos quita lo tacaño, lo perezoso y lo impuro.... Nos hace hijos de Dios, hermanos de los demás y servidores del reino de Dios.

La Fe del corazón es aquella que acepta la Voluntad de Dios y se somete a ella.


Creo en Ti Señor Jesús… pero,  aumenta mi fe.

Publicar un comentario

Whatsapp Button works on Mobile Device only

Start typing and press Enter to search