JESÚS FUNDÓ SU IGLESIA Y LA RELIGIÓN DEL AMOR.
Iluminación: Yo los he
elegido del mundo, dice el Señor, para
que vayan y den fruto y su fruto permanezca. (Cfr Juan 15, 16)-
La elección de Matías Apóstol.
En aquellos días, Pedro se puso de pie en medio de
los hermanos y dijo: “Hermanos, tenía que cumplirse aquel pasaje de la
Escritura en que el Espíritu Santo, por boca de David, hizo una predicción
tocante a Judas, quien fue el que guio a los que apresaron a Jesús. Él era de
nuestro grupo y había sido llamado a desempeñar con nosotros este ministerio.
Ahora bien, en el libro de los Salmos está escrito: Que su morada quede
desierta y que no haya quien habite en ella; que su cargo lo ocupe otro.
Hace falta, por lo tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la
resurrección de Jesús, uno que sea de los que nos acompañaron mientras convivió
con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba hasta el día de la
ascensión”.
Propusieron
entonces a dos: a José Barsabá, por sobrenombre “el Justo”, y a Matías, y se
pusieron a orar de este modo: “Tú, Señor, que conoces los corazones de todos,
muestra a cuál de estos dos has elegido para desempeñar este ministerio y
apostolado, del que Judas desertó para irse a su propio lugar”. Echaron
suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles. (Hechos1,15-17.
20-26)-
Es Pedro el
que se pone de pie en medio de la asamblea, para presentar y explicar la
ausencia de Judas y la necesidad de nombrar a uno para completar el número Doce
entre los Apóstoles. La Asamblea nombra a dos discípulos que llenan los
requisitos de haber andado con Jesús desde su bautismo y ser testigos de la
Resurrección: Barsabá y Matías. Todos oran, Apóstoles y Asamblea, después de la
oración el elegido es Matías.
Muchos son
los que dicen que Jesús el Señor no fundó ninguna Iglesia y que no fundó
ninguna religión. Esto está por verse.
Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó
Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de
expulsar los demonios. Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a
Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por
nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé,
Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote,
el mismo que le entregó. (Mc 3, 13- 19)-
Replicando Jesús le dijo:
«Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la
carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo
que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los
Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que
desates en la tierra quedará desatado en los cielos.» (Mt 16, 17- 19)-
Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos
de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el cimiento de los
apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo, en quien toda
edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor, en
quien también vosotros estáis siendo juntamente edificados, hasta ser morada de
Dios en el Espíritu. (Ef 2, 19- 22)-
Los llamó, lo formó y los envío a misiones por todo el mundo.
Jesús se acercó a ellos y les
habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y
haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he
mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo.» (Mt 28, 18- 20)-
Al atardecer de aquel día, el
primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del
lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos
y les dijo: «La paz con vosotros.» Dicho esto, les mostró las manos y el
costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez:
«La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.» Dicho esto,
sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis
los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan
retenidos.» (Jn 20, 19- 23)-
No los envía con las manos
vacías, llevan con ellos la Misión, el Espíritu Santo y el Ministerio de la
Reconciliación. La Misión de Cristo es la Misión de la Iglesia: Anunciar el
Reino de Dios; reconciliar a los hombres con Dios y entre ellos; salvar a todos
los que crean y se bauticen (Mc 16, 16)- Para eso les da el don del Espíritu
Santo, alma de la Iglesia, para que predi1uen la Palabra de Dios, y les da la
Tradición: Palabra y Sacramentos.
Pues todos sois hijos de Dios por la fe en
Cristo Jesús. En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de
Cristo: ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya
que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si sois de Cristo, ya sois
descendencia de Abraham, herederos según la Promesa. (Gál 3, 26- 29)-
Jesucristo fundó la Religión
del Amor, a Dios y a los hombres.
Dios envió a su Hijo para que
todo el crea en él se salvara. Jesús al hacer hombres puso su Morada entre
nosotros (Jn 1, 14)- Después de su bautismo eligió por amor a los Doce; Invitó
a los pecadores a la conversión: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y
sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.» (Mt 11, 28- 30)-
El Mandamiento Regio que Jesús dejó a su
Iglesia.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Como
el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis
mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de
mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en
ustedes y su alegría sea plena.
Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado.
Nadie tiene amor más grande a sus amigos, que el que da la vida por ellos.
Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos,
porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque
les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha
destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el
Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que
se amen los unos a los otros’’. (Juan 15, 9-17)-
La Religión fundada por Cristo está cimentada en el Amor, la Fe, la Verdad y la
Vida, Cristo es su Fundamento (Jn 14,6; en la Fe sincera, el corazón limpio y una
conciencia recta (1 de Tm 1, 5)- Para que Cristo habite por la fe en nuestro
corazón. (Ef 3, 17)- Así lo dice el apóstol Santiago: Si alguno se
cree religioso, pero no pone freno a su lengua, sino que engaña a su propio
corazón, su religión es vana. La religión pura e intachable ante Dios Padre es
ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse
incontaminado del mundo. (Snt 1, 26- 27)- La religión para que sea verdadera
pide cultivar ls virtudes de la fe, la esperanza y la caridad (1 de Tes 1, 3)-
La piedad, (vivir en comunión con Dios en Cristo y con los demás) el amor fraterno y la caridad
(2 de Pe 1, 7)-
Características de la Iglesia
de Jesucristo.
a)
La Iglesia es una. Porque uno es su Fundamento Cristo Jesús (1
de Cor 3, 11)- Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a
que habéis sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo
Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos. (Ef 4, 4-
6)-
b)
La Iglesia es santa. Santa en su raíces, en su tronco y santa en
sus ramas. La sabia que de las raíces al tronco y a las ramas es el Espíritu
Santo, alma de la Iglesia. Todo bautizado es llamadoa ser santo: Como hijos
obedientes, no os amoldéis a las apetencias de antes, del tiempo de vuestra
ignorancia, más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también
vosotros sed santos en toda vuestra conducta, como dice la Escritura: Seréis
santos, porque santo soy yo. (1 dePe 1, 14- 16)-
c)
La Iglesia es católica. Llamada a ser formada con gente que
viene de todas las naciones. Judíos y gentiles, pobres u ricos, hombres y
mujeres, cultos o incultos, todos son amados por Dios que quiere que todos se
salven y lleguen al conocimiento dela verdad (1 de Tm 2, 4)- Dios ama a todos y
Cristo murió y resucitó por todos, todos son llamados a la salvación, pero no a
fuerzas. La Iglesia es por eso Universal.
d)
La Iglesia es Apostólica. Es apostólica por que recibió su
enseñanza de los Apóstoles y de sus sucesores. Enseñanza que los Apóstoles
recibieron de Cristo Jesús, que a su vez la recibió del Padre. La Iglesia por
eso, tiene sus raíces en la eternidad. Acudían
asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del
pan y a las oraciones. (Hch 2, 42)-
Aquí
encontramos los cuatro pilares de la Iglesia Apostólica: La enseñanza recibida
de los apóstoles, la comunión, la fracción del pan y las oraciones: Anuncio,
Culto y Moral. El centro de las cuatro columnas es la “Fracción del Pan”, la “Eucaristía.”
Sin Eucaristía y sin Amor no hay Iglesia.
Publicar un comentario