PERMANEZCAN EN MI AMOR PARA QUE
PERMANEZCAN EN MI CRUZ.
Ya es hora que despertéis del
sueño. La noche va pasando, el día está encima; desnudémonos, pues, de las
obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de la luz, con la armadura de
Dios. (Rm 13, 11b. 12-13)
El hombre de fe es el que tiene su
confianza en el Señor. No queda defraudado, pues, vive en comunión con Dios en
Jesucristo, es su Casa, en la que Jesús vive a sus anchas. “Bendito quien
confía en el Señor, y pone en el Señor su confianza: será un árbol plantado
junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no
lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de
dar fruto. Andemos como en pleno día, con dignidad.” (Jr 17, 7-8) Es el hombre
de la Palabra, es su Luz y su guía, se ha hecho discípulo de Cristo, camina en la
verdad que lo libera y lo capacita para toda obra buena (Jn 8, 31- 32; 2 de Tim
3,17)
¿Cómo vivir en Dignidad? Quien vive
en Jesús, vive como Jesús vivió, amando y liberando a los oprimidos (Hch 10,
38) Pablo nos dice: "En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de
vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado: y no vivo yo, sino que es Cristo
quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe
del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí."(Gál 2, 19- 20)
"Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus
pasiones y sus apetencias. Si vivimos según el Espíritu, obremos también según
el Espíritu." (Gál 5, 24- 25) Vivir en Cristo es vivir en la Luz, en la
Verdad, en el Amor, en Justicia, es decir, vivir según el Espíritu Santo.
Existen dos caminos, el de Cristo y
el del Mal. El camino de Cristo es vivir en el Espíritu y el otro es vivir en
la carne (Gál 5, 16) La carne es una vida mundana, pagana y de pecado. "Ahora
bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría,
hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias,
embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya
os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. (Gál
5, 19- 21) Mientras que los frutos de la fe llamados también del Espíritu Santo
son: “En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad,
bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay
ley."(Gál 5, 22- 23)
Vivir en dignidad es una vida
conducida por el Espíritu Santo, que guía y conduce a los que se hacen hijos de
Dios (cf Rm 8, 14) El Espíritu nos lleva a Cristo para que creamos en él, lo amemos
y lo sigamos como hijos de Dios, hermanos de los hombres y como servidores,
igual como lo Jesús se pasó la vida sirviendo a Dios y a sus hermanos. La vida
digna, según Cristo, pide abandonar las guaridas y los nidos de las zorras y de
las aves para hacerse pobres como Jesús que no tenía ni una piedra para
reclinar su cabeza.(Lc 9, 58)
Para nosotros, lo primero es Nacer
de Nuevo, nacer de lo Alto, de Dios por el agua y el Espíritu Santo (Jn 3, 1-
5) Para nacer de Dios, lo primero es escuchar la Palaba de Dios para quedar
embarazados de vida, de amor, de sabiduría. La Palabra nos convence de que
somos pecadores necesitados de la Gracia de Dios. Para luego, llevarnos por el camino
del arrepentimiento a los pies de la Cruz de Cristo. El llamado de Jesús que
nos atrae concuerdas de ternura y de cariño para darnos el abrazo del perdón y
de la reconciliación y podamos nacer de Dios.
Después del nacimiento lo que sigue
tiene lógica: alimentarse como niños recién nacidos para que te pongas de pie y
puedas caminar en la verdad, esto es vivir en la dignidad de los hijos de Dios.
(cf Gál 5, 1.13) Ahora, Jesús nos dice: “Permanezcan en mi amor” (Jn 15, 9)
¿Cómo? “Permanezcan en mis Mandamientos (Jn 14, 21) “Guarden mi Palabra” (Jn
14, 23) y Síganme tomando su cruz cada día (Lc 9, 23) Con palabras de Pablo: “Permanezcan
en mi Cruz” Para que puedan morir al pecado y vivan para Dios” (cf Gál 5, 24)
Es un continuo y permanente parto, estar naciendo de Dios en Cristo Jesús. Lo
que significa el vivir en las manos de Dios. Una vida confiada y abandonada en las
manos del Señor. Entonces podemos mover montañas desde las manos de Dios. Por
otro lado es una vida de donación, entrega y servicio a Dios y a los hombres.
La vida digna pide seguir a Cristo
Jesús: "No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a
ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el
primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo
del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como
rescate por muchos.»"(Mt 20, 26- 28) La vida digna en Cristo pide guardar
sus Mandamientos:
El Mandamiento profético: "Jesús
se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en
la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo
lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días
hasta el fin del mundo.»"(Mt 28, 18- 20)
EL Mandamiento Social: "Vosotros
me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque
lo soy. 14.Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros
también debéis lavaros los pies unos a otros. 15.Porque os he dado ejemplo,
para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros." (Jn 13,
13- 15) "Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros.
Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En
esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los
otros.»" (Jn 13, 34- 35)
El Mandamiento Litúrgico: "Cuando
llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: «Con ansia he
deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya
no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» Y
recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomad esto y repartidlo entre
vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto
de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.» Tomó luego pan, y, dadas las
gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por
vosotros; haced esto en recuerdo mío.» De igual modo, después de cenar, la
copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada
por vosotros." (Lc 22, 14- 20)
La vida digna en Cristo nos pide la
Unidad de los tres Mandamientos: el Anuncio, la Moral y el Culto para creer lo que
nos anuncian, para vivir lo que creemos y celebrar lo que creemos y lo que
vivimos. Aquí se cumplen las palabras del Apóstol: "Soporta las fatigas
conmigo, como un buen soldado de Cristo Jesús. Nadie que se dedica a la milicia
se enreda en los negocios de la vida, si quiere complacer al que le ha
alistado. Y lo mismo el atleta; no recibe la corona si no ha competido según el
reglamento. Y el labrador que trabaja es el primero que tiene derecho a
percibir los frutos. Entiende lo que quiero decirte, pues el Señor te dará la
inteligencia de todo."(2 de Tim 3- 7) La vida digna en Cristo nos llena de
entendimiento y sabiduría:
“Dichoso el que encuentra
sabiduría, el que alcanza inteligencia: adquirirla vale más que la plata y su
renta más que el oro, es más valiosa que las perlas ni se le comparan las
joyas.” (Pr 3, 13-15)
Dichoso el hombre a quien corrige
Dios: no rechaces el escarmiento del Todopoderoso, porque él hiere y venda la
herida, golpea y cura con su mano. (Job 5, 17-18) “Porque Dios a los que ama,
los reprende y los corrige” (Apoc 3, 19) Para que no se caigan, y si se han caído se levanten y caminen.
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