7. LOS QUE NO VIVEN COMO CRISTIANOS, NO VIVEN SU BAUTISMO.

 


7. LOS QUE NO VIVEN COMO CRISTIANOS, NO VIVEN SU BAUTISMO.

 

Objetivo: Iluminar para que se pueda comprender que el Sacramento del Bautismo es tan solo el inicio de una nueva vida que ha de desarrollarse a los largo de nuestra historia.

Iluminación. “Todos vosotros sois hijos de Dios; todos vosotros sois miembros unos de los otros; todos vosotros sois comunión”

DESARROLLO DEL TEMA 

Todos decimos que somos cristianos porque fuimos bautizados. Podemos afirmar que “muchísimos son los bautizados, muchos son los que creen, pocos son los que practican lo que creen y poquísimos son los que viven el compromiso de su Bautismo”. A la luz del Bautismo podemos decir que las obras de la fe dicen sobre la realidad de nuestro Padre. Si la obras son las “obras de la fe”, Dios Padre de Jesucristo es nuestro Padre. “Si nuestras obras son las obras de la carne,” nuestro padre sería entonces el diablo (cfr Jn 8,41).

 

¿Quiénes no viven su Bautismo? Son hombres y mujeres que llevan una vida mundana, pagana, vida de pecado. San Pablo los describe en hombres que ni pueden ni quieren conocen a Dios: Por tanto, os digo y os repito en nombre del Señor que no viváis ya como los gentiles, que se dejan llevar por su mente vacía, obcecados en las tinieblas y excluidos de la vida de Dios por su ignorancia y por la dureza de su corazón. Habiendo perdido el sentido moral, se entregaron al libertinaje, hasta practicar con desenfreno toda suerte de impurezas.” (Ef 4, 17- 19)

 

Ø  Los que sólo viven en razón del dinero: "No se pueden servir a Dios y al dinero" (Mt. 6,24); pero eso explotan y oprimen a los trabajadores, les roban sus salarios; prestan dinero a usura, etc. Tampoco viven su bautismo los que roban en las tiendas o atracan a sus semejantes.

Ø  Los  que sólo viven en razón del poder: quieren vivir por encima de los demás; sólo les preocupa la fama, el prestigio, que se les rinda culto.

Ø  Los que viven en razón del placer, se entregan a la bebida, a la inmoralidad y a la confusión. Hombres que se dedican a la venta de drogas y de carne humana. (Tratantes de blancas). No les importa dejar a sus familias con hambre y en la miseria.

Ø  Los que se creen los amos y dueños del mundo y piensan que la tierra sólo fue hecha para ellos. No se dan cuenta que en el cristianismo lo que vale son los hechos y no las palabras (Mt. 7, 21- 22) (Stg. 2, 14- 17).

la escuela, la salud, la comunidad. Aquellos que se ahogan en el conformismo que atrofia a las personas y a las familias.

Ø  Los que nunca prestan un servicio a la comunidad en favor de los demás. Personas individualistas que sólo buscan su propio interés. (Mt. 25, 31- 45).

Ø  Los que traicionan a los compañeros, a los amigos y a la familia por dinero. Personas ambiciosas, esclavas de Mamón (el dios dinero).

Ø  Las personas individualistas que nunca se preocupan por los demás. (1 de Jn. 3, 10- 18) “En el Reino de Dios nadie vive para sí mismo”. (Rm 14, 8)

Ø  Los que luchan por los demás, pero, al margen del Evangelio: siembran violencia, odios, matan y destruyen. La primera carta de Juan  nos dice que “todo el que odia a su hermano es un asesino, y ningún asesino tiene vida en sí mismo”. (1 de Jn 3, 15)

Ø  Los que llamándose católicos, promueven el aborto, las ideologías y se someten a un servilismo para dar culto a los ídolos del poder, del tener y del placer.

¿Qué implica el ser cristiano? Ser cristiano de verdad es tener fe en la persona de Jesucristo y dejarse conducir por el Espíritu Santo (Rm 8, 14). Es seguirlo a a Cristo, caminar a su lado. Nacer de nuevo y vivir como Jesús vivió:"Amando hasta el extremo" "Haciendo el bien" "Enseñando a los hombres con la propia vida el camino que los lleva a la Casa del Padre":

 

¿Puedo vivir solo la vida cristiana?  Nadie se realiza solo. (cf Gn 2, 18) Tengo que aprender a vivir con otros la vida de la fe en Jesús, junto con hermanos cristianos, formando con ellos la Comunidad que tiene a Jesús como centro, como principio y fin: Alfa y Omega. Los cristianos juntos forman la comunidad de la Iglesia, la fraternidad de los cristianos, en la cual todos se saben y reconocen hijos de Dios, hermanos en Cristo.

 

Por eso trabajan y luchan juntos, y juntos alaban a Dios en una misma Liturgia, y rezan a un mismo Padre. Juntos agradecen y ofrecen a Dios la vida. Se interesan por la vida de la Iglesia y juntos edifican la comunidad cristiana: comunidad de fe, culto y caridad. El individualismo y el aislamiento frustran el sentido del Bautismo.

¿Cómo vivían su bautismo los cristianos de la “comunidad primitiva?  El libro de los hechos de los Apóstoles nos presenta cuatro características que deben reunir los que han sido bautizados: "reciben la enseñanza de los Apóstoles", "viven intensamente la comunión fraterna", "celebran en culto en la "fracción del Pan" y llevan una vida de oración comunitaria y personal "(Hech. 2,  42).

Luchar por el derecho de ser libres.  Trabajar por la justicia social buscando la participación del bien común. Dios es Padre de todos; por eso todos somos iguales en dignidad. Ser libres exige el desprendimiento de todo aquello que impide realizarse como personas: la ignorancia, la pereza, los vicios o cualquier otra forma de opresión. Hombre libre es aquel que decide por el bien, el amor y el servicio. (cf Gál 5,1)


¿Cuál es el compromiso del Bautismo?  El Bautismo me implica en el compromiso de la fe: anunciarla, propagarla y defenderla; es compromiso con el Señor y con el Mundo, en la Iglesia y desde la Iglesia. También me compromete en la defensa de los más débiles, la familia y la vida. La lucha por un mejor bienestar para la comunidad y para la sociedad. Esta lucha exige ponerme al servicio de los demás, compartiendo con ellos lo que tengo, lo que sé y lo que soy. No se trata nada más de hablar, sino de actuar conforme a los designios de Dios y nunca según los planes hombres. Los secretos de Dios no están a la vista de cualquiera (cf  Sab. 2, 22)

¿Qué significa renovar el Bautismo?  Renovar diariamente nuestro Bautismo es volver a las “Fuentes”: La Palabra de Dios, la Oración, los Sacramentos, las Buenas Obras; para sumergirnos diariamente en la Pascua de Cristo: “Muerte, sepultura y resurrección de Cristo,  y crecer en el conocimiento de su Creador (Col. 3, 10),  llenarse de los mismos sentimientos de Cristo (Fil 2, 5), hasta alcanzar la estatura del "Hombre Perfecto" (Ef. 4, 13) y, así ofrecerse como hostia viva, santa y agradable al Padre (Rom 12, 1), según el estilo de Jesús. Lo anterior es llevar una “vida consagrada al Señor, renunciando al pecado, para vivir con Cristo para Dios


 

 

 

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