EL REINO DE LOS CIELOS ES SEMEJANTE A UNA PERLA
PRECIOSA.
"¡Ay
de mí, madre mía, porque me diste a luz varón discutido y debatido por todo el
país! Ni les debo, ni me deben, ¡pero todos me maldicen! Di, Yahveh, si no te
he servido bien: intercedí ante ti por mis enemigos en el tiempo de su mal y de
su apuro. ¿Se mella el hiero, el hierro del norte, y el bronce? Tu haber y tus
tesoros al pillaje voy a dar gratis, por todos tus pecados en todas tus
fronteras, y te haré esclavo de tus enemigos en un país que no conoces, porque
un fuego ha saltado en mi ira que sobre vosotros estará encendido. Tú lo sabes.
Yahveh, acuérdate de mí, visítame y véngame de mis perseguidores. No dejes que
por alargarse tu ira sea yo arrebatado. Sábelo: he soportado por ti el oprobio.
Se presentaban tus palabras, y yo las devoraba; era tu palabra para mí un gozo
y alegría de corazón, porque se me llamaba por tu Nombre Yahveh, Dios Sebaot. No
me senté en peña de gente alegre y me holgué: por obra tuya, solitario me
senté, porque de rabia me llenaste. 1¿Por qué ha resultado mi penar perpetuo, y
mi herida irremediable, rebelde a la medicina? ¡Ay! ¿serás tú para mí como un
espejismo, aguas no verdaderas? Entonces Yahveh dijo así: Si te vuelves porque
yo te haga volver, estarás en mi presencia; y si sacas lo precioso de lo vil,
serás como mi boca. Que ellos se vuelvan a ti, y no tú a ellos. Yo te pondré
para este pueblo por muralla de bronce inexpugnable. Y pelearán contigo, pero
no te podrán, pues contigo estoy yo para librarte y salvarte - oráculo de
Yahveh -. Te salvaré de mano de los malos y te rescataré del puño de esos
rabiosos."(Jer 15, 10- 21)
Los lamentos de Jeremías: ¿Qué es lo que le paso al profeta Jeremías?
Una crisis de fe o una caída, ¿El hombre de Dios había pecado?
"¡Ay
de mí, madre mía, porque me diste a luz varón discutido y debatido por todo el
país! Ni les debo, ni me deben, ¡pero todos me maldicen! La verdad Jeremías tenía muchísimos enemigos: Los
sacerdotes, los falsos profetas, políticos, terratenientes, comerciantes y una
gran parte del Pueblo. El profeta había profetizado que el pueblo sería llevado
al destierro y que el Templo sería quemado y arrasado. La religión era falseada
y estaba vacía.
Di, Yahveh, si no te he servido bien: intercedí
ante ti por mis enemigos en el tiempo de su mal y de su apuro. De frente al Señor le reclama como un servidor
fiel. He orado por mis enemigos y les he dado tu Palabra. Pero, me rechazan y
me persiguen, me quieren matar.
Tú lo sabes. Yahveh, acuérdate de mí, visítame
y véngame de mis perseguidores. No dejes que por alargarse tu ira sea yo
arrebatado. Parece que el
Señor no escucha al profeta. Se siente solo y abandonado. Alargarse tu ira para
castigarlos me alcances también a mí.
Sábelo: he soportado por ti el oprobio. Se
presentaban tus palabras, y yo las devoraba; era tu palabra para mí un gozo y
alegría de corazón, porque se me llamaba por tu Nombre Yahveh, Dios Sebaot. Cuando me dabas tus Palabras, yo las devoraba
con gozo y con alegría. Me sentía amado y elegido por Ti.
No me senté en peña de gente alegre y me
holgué: por obra tuya, solitario me senté, porque de rabia me llenaste. Fui fiel a tu Palabra. No me mezcle con gente
adultera. Me alejé de los malvados. Me senté aparte.
¿Por qué ha resultado mi penar perpetuo, y mi
herida irremediable, rebelde a la medicina? ¡Ay! Rebelde
a la medicina que era la Palabra de Dios. Experimentó la soledad, el
aislamiento, parecía que oraba y Dios no le respondía.
¿Serás tú para mí como un espejismo, aguas no
verdaderas? Llegó a dudar de
la existencia de Dios. ¿Era una crisis de fe, o, había pecado?
Dios le habla y lo invita a convertirse.
Si te vuelves porque yo te haga volver, estarás
en mi presencia; y si sacas lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Que
ellos se vuelvan a ti, y no tú a ellos.
El profeta sabe que es Dios el que nos convierte. El que nos atrae con cuerdas
de ternura y con lazos de misericordia para que volvamos a estar en su
Presencia. (Os 11, 1- 5) La conversión pide lavarse y limpiarse, purificar el
corazón de todo lo que viene de Dios.(Is 1, 16) Sólo si hay rompimiento con el
pecado el profeta vuelve a ser el servidor de Dios, su boca. La fe es
considerada como una respuesta a Dios que llama a salir del pecado para entrar
a su presencia y a su servicio.
“Yo te pondré
para este pueblo por muralla de bronce inexpugnable. Y pelearán contigo, pero
no te podrán, pues contigo estoy yo para librarte y salvarte - oráculo de
Yahveh -Te salvaré de mano de los malos y te rescataré del puño de esos
rabiosos”. La vida al servicio de
Dios es un don y es una lucha. Muchísimos son los enemigos, pero hay una
promesa: “Yo estaré contigo” (Mt 28, 20) “Hago de ti una muralla de bronce.” Te
hago fuerte y nadie podrá vencerte porque yo estoy contigo para defenderte y
para salvarte de la mano de esos rabiosos. ¿Qué es lo que pide Dios a su
servidor? Que sea fiel a su Palabra, a sus Mandamientos y a su Servicio. Pide
fidelidad y no facilidad. Pelearán contigo pero no podrán pues contigo estoy yo para liberarte y para
salvarte.
El Reino de Dios pide todo para poder poseer lo todo.
"El Reino de los Cielos es semejante a un
tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo
y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.»
«También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando
perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo
que tiene y la compra."(Mt
13, 44- 46)
El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro y a una perla preciosa.
El que lo encuentra se dispone a entregarlo todo
con alegría para poder poseer la Gracia de Dios que es Cristo Jesús. ¿Qué nos
pide Jesús? No nos pide mucho, como tampoco pide poco, Él lo pide todo. Pero no
obliga, nos seduce (Jer 20, 7) Habla a nuestro corazón, nos muestra nuestra
pecaminosidad, nuestros valores y nos llama a ser Alianza con Él (Os 2, 16. 21)
Pensemos
por un momento en este mercader que encontró la Perla preciosa. Nunca había
encontrado algo tan hermoso. Le dijeron que estaba en venta. Esto yo no lo
puedo comprar. Ha de estar carísimo. Pero alguien le dijo, Usted puede. Si
tiene 100 millones de dólares, como si tiene tan sólo diez pesos, Usted se la
puede llevar. La Perla está disponible para pobres y ricos, para débiles y
fuertes, para sanos y enfermos,sólo que hay que entregarle todo. ¿Qué significa
todo?
Lo primero que hemos de entregar es la Carga
del pecado (Mt 11, 28) Romper con el pecado,
con la corrupción (1 de Jn 1, 8; 2 de Pe
1, 4) Con la disponibilidad de romper las ataduras para ser libres con la
libertad de Cristo (Gál 5,1. 13) Con la disponibilidad de salir fuera para
vivir de encuentros con la Realidad. Poseer la Perla Preciosa pide entregarle
todo al Dueño para pasar a ser tan sólo administradores de la multiforme Gracia
de Dios.
Entregar la Familia, los amigos, los dineros,
las propiedades, las cosas y los
lujos, las cuentas bancarias, los guarda ropas, los amantes, los vicios, las
enfermedades, el tiempo, las diversiones. Y lo más difícil, nuestro egoísmo. Para
después de entregarle todo, volverlo a recibir como regalo de Dios o como un
préstamo para tener la disponibilidad de compartirlo. Con la tarea de administrarlo
según el Reino de Dios.
Te
entrego a tu familia, pero recuerda que es un don para cultivarlo y protegerlo:
“Maridos amen a sus mujeres como Cristo amó a su Iglesia y dio su vida por ella
Así deben los maridos amar a sus esposas.” (Ef 5, 25) “Mujeres están unidas a
sus maridos como la Iglesia está unida a Cristo” “Padre no maltraten a sus
hijos, mas bien edúquenlos en la fe y en el amor.” A los niños les dijo: “Hijos
honren a sus padres, este mandamiento tiene una promesa, tener vida en
abundancia.” Aquí tienes tu dinero y tus cuentas bancarias, pero, recuerda que
es un préstamo, si un pobre te pide prestado, recuerda que al que al pobre le presta
al Señor le presta. Te regreso tu carro, pero, recuerda que cuando alguien necesita
que lo lleves al hospital no te niegues a llevarlo. Te regreso tu ropa y tus
lujos, para que los pongas al servicio de quienes lo necesiten. El Rey, que no
es otro que Dios, es el Dueño, el hombre es tan sólo un administrador.
Lo
único que no le regresó fue a su amante. A todos les dijo: El adulterio es un
crimen, mata la familia y mata el amor; es un sacrilegio profana a la familia
que es sagrada, es una iglesia doméstica y es un fraude andas agarrando lo
alejo. Respétala porque ella es también mi hija, y es de gran valor y yo la
amo. (Is 43, 4) Y a la esposa del Mercader le dijo con Amor: Ama a tu enemiga y
ora por ella, (Lc 6, 27) no la juzgues ni la condenes, (Mt 7, 1) perdónala,
como Dios te ha perdonado a tí. También a la amante le dijo con mucha ternura: “Vete
en paz y no vuelvas a pecar.”
Al
final, antes de que se fueran, le entregó el reloj porque el Señor es también el
dueño del tiempo, y le dijo: ¿A qué hora es la misa los domingos? ¿A qué hora
entras a tu trabajo? Llega a tiempo y no llegues tarde. ¿A qué hora haces tú
oración todos los días?
Publicar un comentario