LOS QUE HABÍAN CREÍDO TENÍAN UN SOLO CORAZÓN Y UNA SOLA ALMA

 


LOS QUE HABÍAN CREÍDO TENÍAN UN SOLO CORAZÓN Y UNA SOLA ALMA

Iluminación: A vosotros os salva el bautismo, el cual no es remoción de las manchas del cuerpo, sino la petición que hace a Dios una buena conciencia, en virtud de la resurrección de Jesucristo, que está a la diestra de Dios. (Cf. 1Pe 3, 21-22ª)

La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía. Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno. José, levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa hábil para exhortar), tenía un campo; lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles. (Hch 4, 32-37)

Una cosa es ser dueño y otra cosa es ser administrador. El dueño absoluto es el Señor, nosotros, tan solo somos administradores. Y a un administrador lo que se pide es que sea fiel (1 de Cor 4, 1) Pues ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido?(1 de Cor 4, 7) Los dones que hemos recibido son para nuestra realización y para la realización de los demás. Aprendamos a compartir. El camino es el de Cristo Jesús: “Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza.”(2 de Cor 8, 9) La generosidad nos lleva a compartir lo que sabemos, lo que tenemos y lo que somos.

Todo nace del Nuevo Nacimiento del Espíritu, de vivir de encuentros con el Señor Jesús que murió y resucitó para que nuestros pecados fueran perdonados y para darnos vida eterna. (Rm 4, 25) El Encuentro con Cristo resucitado es liberador, nos quita nuestra cargas; (Mt 11, 28- 29) es reconciliador, nos reconcilia con Dios y con los hombres;(Ef 2, 14) es gozoso, porque participamos de la resurrección de Jesucristo; (Rm 6, 3-4) es glorioso porque participamos de la Pasión de Cristo (Rm 8, 18)

 

“La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.” Todo como fruto del Encuentro con Jesús resucitado: “Si habéis sido resucitados con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios. Poned vuestro corazón en las cosas del cielo, no en las de la tierra.” (Col 3, 1-2) Saber distinguir entre lo bueno y lo malo: lo bueno es compartir los valores naturales, intelectuales y espirituales. Para eso hay que gozar de la libertad de los hijos de Dios (Gál 5, 1) Según la enseñanza de Jesús: “Entró de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio.» Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano.» El la extendió y quedó restablecida su mano.” (Mc 3, 1- 5)

Extender la mano es compartir, en la mano tullida se encuentra la parálisis, no se puede compartir, encontramos barreras como son la avaricia, la codicia, el despilfarro, entre otras. Cristo ha muero y ha resucitado para hacer de nosotros, de un caos, en universo ordenado. Convierte la inversión de valores que lleva a la idolatría, en orden que anima, exhorta, enseña, salva y corrige: Primero Dios, luego el hombre, después la creación que ha sido creada para el servicio común, todo fue creado para todos.

Así que, no se gloríe nadie en los hombres, pues todo es vuestro: ya sea Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro, todo es vuestro; y vosotros, de Cristo y Cristo de Dios. (1 de Cor 3, 21- 23) Todo lo creado viene de Dios, todo es para ustedes, si ustedes son de Cristo. Por eso Pablo nos dice: "Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él." (Col 3, 1- 4)

“Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.” Todo se hacía con libertad, sin engaño y sin manipulación, todo era para todos, a nadie se forzaba, todo era con decisión personal. No había legalismos, ni rigorismos ni perfeccionismos, todo era con amor que se manifestaba en el servicio, donde había esto, había LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD.

“José, levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa hábil para exhortar), tenía un campo; lo vendió y puso el dinero a disposición de los apóstoles.” Bernabé había sido elegido para ser el Misionero de Cristo. Fue el descubridor de Pablo y compañero de Misiones. Era muy generoso, era pobre espiritualmente, manso, humilde y misericordioso, (Col 3, 12) por eso pudo enriquecer con su pobreza a muchos (cf 2 de Cor 8, 9)

De Santiago: "¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe? Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: «Idos en paz, calentaos y hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta."(Snt 2, 14- 17) "Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado."(Snt 4, 17)

De Juan: “Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad.” (1 de Jn 3, 17- 18)

De Pablo: "Mirad: el que siembra con mezquindad, cosechará también con mezquindad; el que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia. Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para colmaros de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, todo lo necesario, tengáis aún sobrante para toda obra buena.” (2 de Cor 9, 6- 8)



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