LIBRES CON LA LIBERTAD DE LOS HIJOS DE DIOS.

 


LIBRES CON LA LIBERTAD DE LOS HIJOS DE DIOS.

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: "Anda, baja del monte, porque tu pueblo, el que sacaste de Egipto, se ha pervertido. No tardaron en desviarse del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se han postrado ante él y le han ofrecido sacrificios y le han dicho: 'Éste es tu dios, Israel; es el que te sacó de Egipto' ". El Señor le dijo también a Moisés: "Veo que éste es un pueblo de cabeza dura. Deja que mi ira se encienda contra ellos hasta consumirlos. De ti, en cambio, haré un gran pueblo". Moisés trató de aplacar al Señor, su Dios, diciéndole: "¿Por qué ha de encenderse tu ira, Señor, contra este pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder y vigorosa mano? ¿Vas a dejar que digan los egipcios: 'Los sacó con malas intenciones, para hacerlos morir en las montañas y borrarlos de la superficie de la tierra'? Apaga el ardor de tu ira, renuncia al mal con que has amenazado a tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, siervos tuyos, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: 'Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo y les daré en posesión perpetua toda la tierra que les he prometido'". Y el Señor renunció al castigo con que había amenazado a su pueblo. Ex 32, 7-14

"Anda, baja del monte, porque tu pueblo, el que sacaste de Egipto, se ha pervertido.” Hacía ya cuarenta días que Moisés había subido a la montaña. Cuarenta días que el pueblo no tenía pastor. ¿No sería mucho tiempo? El pueblo se impacientaba y hasta decía: ¿No se lo tragaría algún animal? ¿No se habrá muerto? Y el grito se comenzaba a escucharse: “Queremos ver a Dios.” Y le piden a Aarón que les haga un dios, un becerro de oro, como los dioses de Egipto, y se los hizo. Ahora decía: “este es el dios que nos sacó de la esclavitud de Egipto.” “Un buey que traga yerba” (Slm 105, 20) Habían invertido los valores, del Dios vivo y verdadero a un becerro de oro.

 

¿Cuáles son nuestros becerros de oro, hoy día? Todo aquello que ponemos en el corazón en lugar de Dios o de Cristo. Puede ser un hombre de carne y hueso, Jeremías nos dice: "Así dice Yahveh: Maldito sea aquel que fía en hombre, y hace de la carne su apoyo, y de Yahveh se aparta en su corazón."(Jer. 17, 5) Pueden ser nuestros lujos, comprados a precio de oro y plata. Pueden ser el poder, el tener y el placer (1 de Jn 2, 15) Pueden ser las “ideologías” que no son vida, que nos alienan y nos esclavizan. Pueden ser las cosas de Dios, sus obras, cuando las confundimos con Dios. Dios es todo aquello que amamos con todo nuestro corazón, con nuestra mente y con nuestras fuerzas, las cosas, los lujos o nuestras ideologías. Todo aquello que fue creado no debe de ser adorado, sólo a Dios, se adora.

 

Se han hecho un becerro de metal, se han postrado ante él y le han ofrecido sacrificios y le han dicho: 'Éste es tu dios, Israel; es el que te sacó de Egipto' " El ídolo esclaviza, oprime y aplasta. Por ejemplo el alcohol empobrece, embrutece y despersonaliza. Pide y exige sacrificios, la vida misma, tu familia con todo y tus hijos. Tus bienes y tus valores, no descansa hasta verte convertido en un chatarro inútil, luego, cundo ya lo le sirves de deshecha y te tira.

 

El Señor le dijo también a Moisés: "Veo que éste es un pueblo de cabeza dura. Deja que mi ira se encienda contra ellos hasta consumirlos. De ti, en cambio, haré un gran pueblo". Moisés ha cambiado, ya no es el mismo que salió de Egipto, ahora se hace solidario con su pueblo, lo defiende e intercede por él: "¿Por qué ha de encenderse tu ira, Señor, contra este pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder y vigorosa mano? ¿Vas a dejar que digan los egipcios: 'Los sacó con malas intenciones, para hacerlos morir en las montañas y borrarlos de la superficie de la tierra'? Moisés toca con su oración el corazón de Dios. ¿Lo liberaste para matarlo?

Ahora recurre a sus predilectos y le recuerda sus promesas: “Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, siervos tuyos, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo y les daré en posesión perpetua toda la tierra que les he prometido”.

Hoy día, desde el día de Cristo, el predilecto de Dios es su Hijo que hizo de su Voluntad la delicia de su Vida (Jn 4, 34) Que guardó sus mandamientos (Jn 15, 9) Qué se hizo obediente hasta la muerte de Cruz (Flp 2, 8) Qué fue fiel hasta la muerte abandonándose en las manos de Dios, en el último momento de su vida ( Lc 23, 46) Ahora nosotros podemos adorar a Dios en espíritu y en verdad. Lo que significa adorar a Dios en el Hijo por la acción del Espíritu Santo con fe sincera, con un corazón limpio y con una conciencia recta, es decir, con Amor. (1 de Tim 1, 5) Y lo que pedimos lo hacemos al Padre por su Hijo Jesucristo, en virtud de sus méritos que son muchísimos.

 

Y el Señor renunció al castigo con que había amenazado a su pueblo. El mensaje de los profetas, es sobre todo el Mensaje de Dios. Es relativo, el profeta anuncia un castigo, pero el pueblo se arrepiente, no hay castigo. El profeta anuncia una lluvia de bendiciones, pero el pueblo se desvía, no hay lluvia de bendiciones. ¿Qué hay? Una palabra que invita al arrepentimiento: Arrepiéntanse para que sus pecados sean perdonados y aliméntense para que puedan crecer y puedan caminar (Mc 5, 43) en la verdad que nos hace libres (Jn 8, 31- 32)

La idolatría es el pecado de Israel y el de la Iglesia, la medicina para todos es la Fe que viene de la escucha de la Palabra de Dios (Rm 10, 17) La fe nos deja Luz, Fuerza y Amor. Nos lleva a la Liberación, a la Reconciliación y a la Tierra prometida, una tierra que mana leche y miel, vino y agua.

"Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amo, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo - por gracia habéis sido salvados - y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús, a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios; tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe. En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos." (Ef 2, 4- 10)


"Para ser libres nos libertó Cristo. Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. " (Gál 5, 1) "Porque, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; sólo que no toméis de esa libertad pretexto para la carne; antes al contrario, servíos por amor los unos a los otros."
(Gál 5, 13) La libertad viene de la escucha y de la obediencia de la Palabra de Dios. (cf Jn 8, 31- 32)

¿Libres de qué? Libres de toda idolatría, y ¿Libres para qué? Libres para amar y servir a Dios y al prójimo. Con la Libertad de los hijos de Dios.

 

Publicar un comentario

Whatsapp Button works on Mobile Device only

Start typing and press Enter to search