LA
GRACIA DE DIOS ES DIOS MISMO QUE SE NOS DONA.
Hablamos
de la Gracia increada: "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo
único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna."
(Jn 3, 16)La Gracia de Dios es el Amor que se hizo hombre para salvarnos y
elevarnos del pecado a la santidad de Dios. Para hacernos hijos de Dios.
Cristo
es la Gracia de Dios en nuestros corazones: "Que Cristo habite por la fe
en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, podáis
comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y
la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento,
para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios." (Ef
3, 1"A 7—19)
La
fe cristiana es Trinitaria, participar de la Gracia es participar de la naturaleza
divina: “vosotros, gracia y paz abundantes por el conocimiento de nuestro
Señor. Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la
piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia
gloria y virtud, por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas
y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la
naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la
concupiscencia."( 2 de Pe 1, 2- 4)
La
Gracia es el Espíritu Santo del cual participamos todos por nuestro Bautismo: "Pues
del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los
miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un solo
cuerpo, así también Cristo. Porque en un solo Espíritu hemos sido todos
bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y
libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu."( 1 de Cor 12,
12- 13)
La
fe, la esperanza y la caridad son la Gracia de Dios en nuestra vida: "Habiendo,
pues, recibido de la fe nuestra justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro
Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a
esta gracia en la cual nos hallamos, y nos gloriamos en la esperanza de la
gloria de Dios. Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que
la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud
probada, esperanza, y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado."(Rm
5, 1- 5)
La
cruz de Cristo es una Gracia, todo lo bueno para nuestra salvación es Gracia de
Dios. "En efecto, yo por la ley he
muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado: y no
vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en
la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo
por mí. No tengo por inútil la gracia de Dios, pues si por la ley se obtuviera
la justificación, entonces hubiese muerto Cristo en vano." (Gál 2,
19- 21)
El
que ha resucitado con Cristo anhela y desea la Gracia de Dios (Col 3, 1) Desea
la Gracia de Dios no sólo para sí mismo, sino para todos. "Dice el que da
testimonio de todo esto: «Sí, vengo pronto.» ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! Que la
gracia del Señor Jesús sea con todos. ¡Amén!" (Apoc 22, 20- 21)
El
amor, la paz, el gozo y la santidad son Gracia de Dios. No apaguen las velas
por que se pierde la Gracia. No a la mentira, a la envidia, a la malicia, a la
hipocresía, a la maledicencia ( 1 de Pe 2, 1) "Procurad la paz con todos y la santidad,
sin la cual nadie verá al Señor. Poned cuidado en que nadie se vea privado de
la gracia de Dios; en que ninguna raíz amarga retoñe ni os turbe y por ella
llegue a inficionarse la comunidad. " (Heb 12, 14- 15)
Dios
es mi todo, mi Gracia, mi salvación. ¿Cuánto vale la Gracia? Dios nos entregó a
su Hijo y el Hijo nos entregó su vida, (1 de Jn 4, 10. 13) La Gracia de Dios es
carísima fue pagada a precio de Sangre. "En Dios sólo el descanso de mi alma,
de él viene mi salvación; sólo él mi roca, mi salvación, mi ciudadela, no he de
vacilar." (Slm 62, 2- 3)
No abaratemos la
Gracia llevando una espiritualidad mundana, pagana y carnal. Todo don perfecto
viene de Dios, ¿Porqué presumirlo? Porque mejor no compartirlo con los menos
favorecidos. (1 de Cor 4, 7) "El motivo de
nuestro orgullo es el testimonio de nuestra conciencia, de que nos hemos
conducido en el mundo, y sobre todo respecto de vosotros, con la santidad y la
sinceridad que vienen de Dios, y no con la sabiduría carnal, sino con la gracia
de Dios." (1 de Cor 1, 12)
Todo
trabajo que se hace por amor es Gracia de Dios. Pablo siembra, Apolo riega,
pero, es Dios el que lo hace crecer (1 de Cor 3, 6) "Mas, por la gracia de
Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí. Antes bien,
he trabajado más que todos ellos. Pero no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo."
(1 de Cor 15. 10)
Es
Dios el que hace su Obra en nosotros. Y, ¿Nuestros méritos? Todo es Gracia de
Dios. Nuestros méritos son los que salen del corazón traspasado de Cristo. "Yo
soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da
mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada." (Jn 15,
5)
"Pero
Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amo, estando muertos
a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo - por gracia
habéis sido salvados - y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en
Cristo Jesús, a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante
riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Pues
habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros,
sino que es un don de Dios; tampoco viene de las obras, para que nadie se
gloríe. En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las
buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos." (Ef
2, 4- 10)
Somos
salvados por la Gracia de Dios manifestada en Cristo Jesús: "Nosotros
somos judíos de nacimiento y no gentiles pecadores; a pesar de todo, conscientes
de que el hombre no se justifica por las obras de la ley sino sólo por la fe en
Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús a fin de conseguir la
justificación por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley, pues por las
obras de la ley nadie será justificado"(Gál 2, 16)
Nada para
presumir, la conversión es gracia de Dios. Todo lo bueno es gracia de Dios. El
cristiano es aquel que sabe decir gracias Señor por lo que soy, por lo que
tengo y por lo que hago. Tomar conciencia de nuestra pecaminosidad es Gracia de
Dios. “Hazme volver y volveré” “Conviérteme
y me convertiré” “Santifícame, Señor y seré santo” Y si no peco es por Gracia
de Dios que me defiende y me protege.
Hablamos de la
Gracia Creada: Las virtudes, los dones del espíritu, los carismas, los
Sacramentos, la Iglesia, todo es Don de la Gracia. Amar y servir a Dios y a los
hombres, es gracia de Dios. Todo lo que la Gracia increada hace y transforma es
gracia creada, y todo lo que ha sido creado no es Dios, no debe de ser adorado.
Pero viendo las Maravillas que Dios hace podemos estallar en grito de júbilo y
dar gracias a Dios por todo lo que de Él viene.
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