ÉSTE ES UN VERDADERO ISRAELITA EN EL QUE NO HAY DOBLEZ.

 


ÉSTE ES UN VERDADERO ISRAELITA EN EL QUE NO HAY DOBLEZ.

 En aquel tiempo, determinó Jesús ir a Galilea, y encontrándose a Felipe, le dijo: "Sígueme". Felipe era de Betsaida, la tierra de Andrés y de Pedro.

Felipe se encontró con Natanael y le dijo: "Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley y también los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José". Natanael replicó: "¿Acaso puede salir de Nazaret algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y lo verás".

Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: "Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez". Natanael le preguntó: "¿De dónde me conoces?" Jesús le respondió: "Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera". Respondió Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel". Jesús le contestó: "Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver". Después añadió: "Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre". Jn 1, 43-51

Jesús sigue llamando a sus discípulos. Los elige para estar con ellos para un día enviarlos a predicar con la fuerza del Espíritu Santo (Mc 3, 13-14) Hoy le toca a Felipe, el de Betsaida, paisano de Andrés y de Pedro. Felipe es el mismo que un día le dice a Jesús: "Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» 9.Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras." (Jn 14, 9- 10)


Felipe, ha encontrado a Jesús que lo ha llamado. Ahora, es testigo, comparte con sus amigos. Se encuentra a Natanael y le dice: Hemos encontrado al Mesías: el mismo del que hablaron Moisés y los profetas. Y le dice de quien se trata: Es Jesús de Nazaret, el hijo de José el carpintero. Eran muy conocidos. Pero Natanael cuestiona: ¿Podrá salir algo bueno de Nazaret? Nazaret, tierra de galileos pobres, sencillos, analfabetas, y con muchos paganos. Felipe con decisión le dice: “Ven y lo verás.” Y lo lleva con Jesús para que te encuentres con él.

 

Jesús lo ve llegar, lo conoce, pero ahora lo mira con una mirada que traspasa su corazón y le dice: "Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez". Un hombre justo y virtuoso que ama a Dios y a su Pueblo. Es un hombre que camina en la verdad y en la justicia. Natanael le preguntó: "¿De dónde me conoces?" Jesús le respondió: "Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera". La higuera hace referencia a la religión. Tal vez Natanael era un especie de Rabbino que daba la Palabra de Dios o un catequista que instruía a los niños. O Jesús lo miró en momentos de oración de Natanael con Dios. Se trata de un conocimiento amoroso, lleno de amor.



Respondió Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel". La profesión de fe de los Apóstoles. Según Pedro: "Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»"(Mt 16, 16) Cristo significa Mesías y Ungido con el Espíritu Santo para ser sacerdote, profeta y rey. Ese es Jesús. (cf Lc 3, 22).

El diálogo de Jesús con Natanael es revelador: "Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre". El Cielo está abierto desde el día del Bautismo de Jesús, después con su sangre abrirá el camino para que el Espíritu Santo venga a su Pueblo, y para que todos podamos llegar y entrar a la Casa del Padre en un mismo Espíritu. Es el llamado a servir. Los ángeles son servidores de Dios. Natanael es conocido por  Bartolomé, Apóstol de Jesucristo. Originario de Caná, la casa del vino. Era uno de los Doce (Hch 1, 12- 14) Su nombre significa: “Dios ha dado.” Según la tradición, después de la ascensión del Señor, predicó el Evangelio en la India, donde recibió la corona del martirio.

Todo bautizado es un llamado a ser discípulo de Cristo. Discípulo es aquel o aquella que están en Cristo o que son de Cristo, son una Nueva Creación (2 de Cor 5, 17) Jesús llama a sus discípulos a entrar en Comunión con él. Para escuchar su Palabra y obedecerla, para aceptar pertenecer a Cristo y pertenecer a los Doce. Después del Encuentro con Jesús, el discípulo es llevado al “desierto” para ser formado por Jesús, para luego ser enviado como apóstol a predicar la Palabra y llevar el amor de Dios a los hombres.

San Bartolomé ruega por nosotros para que seamos fieles a la Misión encomendada por Jesús a su Iglesia. "Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.»"(Mc 16, 15- 18)



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