1 TRAS LAS HUELLAS DE JESÚS (EN PROCESO DE SANACIÓN INTEGRAL)

Tema 1. Tras las huellas de Jesús.

Objetivo: mostrar el camino del discipulado como medio de realización humana y cristiana para despejar dudas  y aceptar el Proyecto que Dios nos ofrece en Cristo como el medio que nos lleva a la Plenitud.

Iluminación: “Vengan a mí los que están cansados y agobiados por la carga; acepten mi yugo que es suave y ligero, y aprendan de mí que son manso y humilde de corazón” (Mt 11, 28s).

1.   El encuentro con Cristo.

El encuentro con Cristo es el punto de partida que nos inicia en el camino de la vida espiritual. Encuentro liberador y gozoso. Jesús, el Señor se acerca al pecador para irradiarlo con su luz y hacerlo entender que anda equivocado, que se vuelva a la Casa del Padre. Con voz amable, pero, firme dijo a la mujer samaritana, y nos dice a nosotros:  "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva" (Jn 4, 10).

El encuentro de Jesús con aquella mujer nos dice que todo encuentro con el Señor es liberador, porque nos quita la carga; es gozoso, porque nos comparte el triunfo de su resurrección y derrama su amor en nuestros corazones redimidos por su sangre. Es luminoso porque nos invita a enyugarnos con él: caminar, trabajar, padecer, sufrir, morir y resucitar con él a la vida de los hijos de Dios.

2.   Crecer y madurar para ser hombres y mujeres para la entrega.

Para ser servidores de Cristo y de su Iglesia, como discípulos misioneros, al estilo del Maestro que nos dice: “No he venido a ser servido, sino a servir y a dar mi vida por muchos” (Mt 20, 28).

Discípulo es aquel que ha escuchado y obedecido la Palabra que sana, limpia, libera y transforma. Está en comunión íntima con un Alguien que lo ha elegido para estar con Él y para enviarlo con la fuerza del Espíritu a consolar, iluminar, liberar, sanar, alimentar y revestir a los de corazón quebrantado.

El discípulo, hombre nuevo igual que Cristo, es un ser responsable de sí mismo y de los demás, es respuesta y fruto de la escucha y obediencia a la Palabra de Dios que llama a crecer, madurar y dar frutos que se deben compartir. El hombre responsable está hecho de Verdad, Justicia, Libertad y Amor. Es un ser integro, honesto, sincero, leal, fiel.

3.   Ponerse en camino de Éxodo.

Ponerse encamino de éxodo es entrar, conducido por el Espíritu en un proceso creciente de liberación, dejando atrás el “Exilio”, la tierra de la servidumbre, de la esclavitud, de la manipulación. Salir de situaciones de desgracia, de no salvación que no son queridas por Dios para ir al Encuentro de la realidad. Lo que implica:
Ø  Padecer la acción del Espíritu que ilumina las tinieblas del corazón para convencer al hombre de su pecaminosidad y necesidad de salvación. Effata, significa apertura… Disponibilidad.
Ø  Disponibilidad para salir de la mentira, del odio, de la muerte, de las esclavitudes.
Ø  Disponibilidad de dejarse transformar y revestir con las vestiduras de la salvación: la verdad, la Justicia, la Libertad, el amor.

4.   ¿Cuál es el pecado que no puedo dejar?

Ø  Es el pecado escondido ante los ojos de los demás; pecado alimentado con mis criterios, actitudes, infantilismos, apegos.
ü  Urge cerrar y romper con círculos viciosos.
ü  Usa tu creatividad. Nunca supongas nada.
ü  No des las cosas por echas.
ü  Todo con el máximo esfuerzo.
ü  No estás solo, contigo está Dios, tu Comunidad, tus amigos, los Ángeles.

5.   Invocar al Señor.

 “Señor Jesús échame la mano, necesito de tu ayuda. Yo sólo no puedo. Deseo crecer en la conciencia de que necesito ser evangelizado. Aún me falta mucho camino por andar.
Ø   
Ø 
¿Qué debo pedir? Ilumina Señor las tinieblas de mi corazón.
Ø  ¿Qué nos dice Jesús? Nos hace una invitación a salir (Lc 9, 58).
Ø  ¿Qué espera de mí? Que nos pongamos detrás de Él (Lc 9, 59)
Ø  ¿Qué debo saber?    Que no hay tiempo que perder (Lc 9, 60)
Ø  ¿Qué debo recordar? Profundizar el Mensaje (Lc 9, 61-62)
Ø  Sin el amor al prójimo no hay moral cristiana (1Ts 3, 12; Gá 5, 14).


6.   No impidáis la acción del Espíritu (1 Ts 5,19)

Todo crecimiento está presidido por Dios, Él toma la iniciativa (Jn 6, 67). No hay méritos personales. Todo es gracia que se debe acoger como don inmerecido para que el Espíritu Santo fluya en nuestro corazón purificándolo y transformándolo.

Dejarse transformar en Cristo por una progresiva vida según el Espíritu (Rm 8, 9) Discípulo es aquel que seducido por el Señor Jesús toma la firme determinación de seguir a Cristo.

Ø  Colócate detrás de mí, dice el Señor Jesús (Mt 16, 23).

Ø  Renuncia, huye, da muerte, apártate, sepárate (2 Pe 1, 4; 1 Cor 6, 18; 2 Tim 2, 22; Col 3, 5ss), para ir al encuentro del Señor.

Ø  Seguir a Jesús, es orientar la vida hacia la Casa del Padre, siguiendo las huellas de Jesús que nos precede; ser conducidos para renovarse y revestirse con el traje de luz (Rm 13, 11s)

Ø  Fortalécete en el Señor con la energía de su poder (Ef 6, 10s). Ser una fortaleza del Señor, y en Él para poder resistir en el día malo. LA FUERZA DEL SEÑOR ES EL AMOR

7.   La experiencia del discipulado.

La experiencia se sitúa en tres etapas que se relacionan entre sí para dar consistencia a la vida espiritual.

Ø  Etapa de iluminación o primera evangelización (Hech 2, 21ss).
Ø  Etapa de separación, alejamiento, es el volver a casa rompiendo con las atadura de pecado (Hech 2, 37s); es despojarse; es huir de las situaciones de esclavitud (2 Pe 1,4).
Ø  Etapa de ornamentación o cultivo de las virtudes para poder crecer en el conocimiento de Dios y revestirse de Cristo (Ef 4, 13).

Salir del exilio para ponerse en camino de éxodo. El exilio es la tierra de la servidumbre, de la esclavitud, de la opresión, del individualismo, de la explotación, de los vicios… Dios llama a salir, rompiendo ataduras, nudos, venciendo obstáculos y barreras. Salir es abandonar la mediocridad, la superficialidad, la charlatanería. Salir fuera para ponerse en camino éxodo hacia la “Tierra prometida”; una tierra que mana “leche y miel” (Ex 33, 3), es decir, paz, ternura y gozo espiritual.

Salir del conformismo, del totalitarismo, de la mediocridad, de una vida superficial, mundana y pagana. Salir del individualismo egoísta; de una vida conducida por cualquier espíritu que no sea el Espíritu de Dios (Rm 14, 23) para poder entrar en el proceso que lleva a la madurez humana. Sus frutos son la Verdad, la Justicia, la Libertad y el Amor. Ponerse en camino de éxodo es quitarse el traje de tinieblas para revestirse de Cristo (Rm 13, 13ss), el Hombre Nuevo.

Salir y ponerse en camino es entrar en un proceso de crecimiento y de madurez en el que se debe avanzar, para no retroceder. El que no avanza retrocede. Un modelo del hombre de la escucha es Abraham que escuchó el llamado del Señor, salió fuera y se puso en camino.

8.   A ejemplo de Abraham.

Abraham, el padre de todos los creyente, un arameo errante, es el Modelo de hombre que por su respuesta al llamado de Dios adquirió un corazón según la voluntad de Dios: humilde, generoso, obediente y valiente.

Ø  Dios habla a Abraham. Lo llama por amor a ser grande, ser bendición para la humanidad (Génesis 12, 1-3).
Ø  Abraham escucha, se levanta y se pone en camino: obedece a Dios (v. 4-6).
Ø  El Señor le hace una promesa a Abraham: A tu descendencia le daré esta tierra (v. 7).
Ø  Abraham construye un altar para dar culto a Dios e invoca su Nombre (v. 8).

9.   Las áreas básicas para trabajar.

Tres son las áreas básicas donde el hombre está llamado a trabajar en comunión con el Espíritu Santo.

·         La unidad consigo mismo, con Dios, con los demás y con la naturaleza. Es la unidad que nos propone la fe (Jn 17,21; Ef 4,13). Con la gracia del Espíritu Santo, el hombre nuevo va aprendiendo “el arte de vivir en comunión”,  con Dios como hijo, con los demás como hermano, con la creación como amo y señor y consigo mismo con dominio propio. “Dichosos los que trabajan por la paz, serán llamados hijos de Dios” (Mt 5, 9).

·         La libertad de los hijos de Dios (Gál 5, 1; 5, 13). Libertad del pecado o de todo aquello que estorbe al crecimiento del Reino para proyectarse como hombre libre hacia la madurez humana; Hacia los terrenos de Dios que es Amor, Verdad y Justicia.

·         La amistad, es decir, el amor a Dios, a uno mismo, al prójimo y a la Creación (Jn 15, 14) Para formar con otros una Comunidad fraterna, solidaria y misionera. Amigo significa amado.

10.              El itinerario a seguir.

El Profeta Jeremías hizo una invitación a sus contemporáneos, y hoy a nosotros: “Cultiven el barbecho de su corazón” (Jer 4, 3) No demos las cosas por echas, Dios invita, llama a los hombres a madurar como personas y a crecer en la fe. Cuando el hombres escucha y responde a los llamados de Dios se convierte en un ser responsable, libre, sincero y capaz de amar. El camino no es fácil, y en él hay muchos obstáculos, sin embargo, no estamos solos, Dios camina con su Pueblo.

El camino está lleno de experiencias gozosas, liberadoras, luminosas y gloriosas. El Método que la lógica me propone y la vida me ha mostrado, conlleva los siguientes pasos:

·         Hacer silencio para escuchar, al estilo de Elías (1 Re 19, 13).
·         Alimentarse para tener hambre (Jn 4, 34).
·         Caminar para avanzar (Lc 9, 63)
·         Disminuir para crecer (Jn 3, 30).
·         Salir para ir al Encuentro de (Jn 11, 43).
·         Despojarse para revestirse de (Rm. 13,11ss).
·         Pedir para recibir, y buscar para encontrar (Mt 7, 7).
·         Recibir para ofrecerse (La Eucaristía) (compromiso).

El resultado es un hombre más humano. Más compasivo, misericordioso y generoso. Más disponible para hacer la voluntad de Dios, vivir de encuentros con los hermanos, y más capaz de negarse a sí mismo por lograr los dos objetivos primeros.

a)   Reflexionar por grupos.
b)   Hacer oración individual y comunitaria.
c)   Tener un plenario para intercambiar ideas y experiencias.
d)   ¿En qué te puedes comprometer en favor de los demás?



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