LA HERENCIA DE SAN PEDRO A LA IGLESIA VIENE DE LA ENSEÑANZA DE CRISTO.

 

LA HERENCIA DE SAN PEDRO A LA IGLESIA VIENE DE LA ENSEÑANZA DE CRISTO.



 

Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios. (Mc 3, 13- 15)-

Primero discípulo y después apóstol, pero sin dejar de ser discípulo para tener como Maestro a Jesús.

Discípulo es aquel o aquella que escucha la Palabra de Dios y la obedece; que acepta pertenecer a Jesús, el Cristo y acepta pertenece a los Doce para formar con ellos a Comunidad de Jesús.  Pues por él, unos y otros tenemos libre acceso al Padre en un mismo Espíritu. Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo.  (Ef 2, 18- 20)-

¿Qué hacer para formar parte del Edificio espiritual?

Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» (Mt 28, 18- 20)-

Lo primero es escuchar la Palabra de Dios y obedecerla (Mt 7, 24)- Para luego ser bautizados y ser una Nueva Creació[um1] n” y ser de Cristo y en comunión con su Cuerpo.  (2 de Cor 5, 17; Gal 3, 26- 27)- Así lo hizo Pedro con la gente que lo había escuchado la Palabra: “Conviértanse y bautícense en el nombre del Señor Jesús para que reciban el perdón de los pecados y reciban el Espíritu Santo” (Hch 2, 37- 38)- Para luego, ser formados en la enseñanza de los Apóstoles, practicar y vivir en comunión fraterna, participar de la Fracción del Pan y de las oraciones (Hc 2 42)- Así lo pidió Jesús a Los Discípulos.  (Marcos 16, 16) Y así bautizo Ananías a Pablo de Tarso después de haberlo evangelizado. ( Hch 9, 18)-

Ahora a vivir como hijos de Dios, rechazando el mal y obedeciendo el bien.

Con palabras de Pedro:  Como hijos obedientes, no os amoldéis a las apetencias de antes, del tiempo de vuestra ignorancia, más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta, como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo. (1 de Pe 1, 14- 16)-

Rechazad, por tanto, toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias. Coman y beban la leche espiritual del Evangelio para que puedan crecer y caminar en el Camino de la rectitud (cfr 1 de pe 2, 1 -3)-

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que, llegada la ocasión, os ensalce; confiadle todas vuestras preocupaciones, pues él cuida de vosotros. Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos. (1 de Pe 5, 6- 9)-

 

Creced en el conocimiento de Dios ( 2 de Pe 3, 18)-

Los medios para el crecimiento del conocimiento de Dios y en la Gracia son: la Palabra de Dios, la oración, la Liturgia y la práctica de la caridad, unidos al Apostolado para trabajar en la edificación de la Iglesia: “Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz vosotros que en un tiempo no erais pueblo y que ahora sois el Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, pero ahora son compadecidos.” (1 de Pe 2, 9- 10)-

Dando testimonio del poder de Dios en medio de los gentiles.

Queridos, os exhorto a que, como extranjeros y forasteros, os abstengáis de las apetencias carnales que combaten contra el alma. Tened en medio de los gentiles una conducta ejemplar a fin de que, en lo mismo que os calumnian como malhechores, a la vista de vuestras buenas obras den gloria a Dios en el día de la Visita. (1 de Pe 2, 11- 12)-

Para Pedro la evangelización es esencial.

Por la escucha y obediencia de la Palabra, rompemos con el pecado y participamos de la naturaleza divina: “Por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.” (2 de Pe 1, 4)- Con palabras de san Pablo: “Hemos pasado de la muerte a la vida; hemos pasado del hombre viejo al hombre Nuevo, Jesucristo resucitado. (Ef 4, 23 24)-

La señal que hemos pasado de la muerte a la vida es el Amor, padre de todas las virtudes. Buscar el crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad.

Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento, al conocimiento la templanza, a la templanza la tenacidad, a la tenacidad la piedad, a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad. Pues si tenéis estas cosas y las tenéis en abundancia, no os dejarán inactivos ni estériles para el conocimiento perfecto de nuestro Señor Jesucristo. Quien no las tenga es ciego y corto de vista; ha echado al olvido la purificación de sus pecados pasados. (2 de Pe 1, 5- 9)-

La herencia del primer Vicario de Cristo.

Por tanto, hermanos, poned el mayor empeño en afianzar vuestra vocación y vuestra elección. Obrando así nunca caeréis. Pues así se os dará amplia entrada en el Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Por esto, estaré siempre recordándoos estas cosas, aunque ya las sepáis y estéis firmes en la verdad que poseéis. Me parece justo, mientras me encuentro en esta tienda, estimularos con el recuerdo, sabiendo que pronto tendré que dejar mi tienda, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. Pero pondré empeño en que, en todo momento, después de mi partida, podáis recordar estas cosas. Os hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad. (2 de Pe 9- 16)- Porque recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime Gloria le dirigió esta voz: «Este es mi Hijo muy amado en quien me complazco.» (2 de Pe 1, 17)-

La herencia de Pedro es la descendencia de la fe, sin la cual nuestra fe está muerta (Snt 2, 14)- Es el modo para crecer en el conocimiento de Dios y en su gracia. “Creced, pues, en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. A él la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” (2 de Pe 3, 18)-

 

El Mensaje a los Presbíteros, llamados ancianos.

A los ancianos que están entre vosotros les exhorto yo, anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que está para manifestarse. Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según Dios; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; no tiranizando a los que os ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey. Y cuando aparezca el Mayoral, recibiréis la corona de gloria que no se marchita. De igual manera, jóvenes, sed sumisos a los ancianos; revestíos todos de humildad en vuestras mutuas relaciones, pues Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. (1 de Pe 5, 1- 5)-

 

 

 

 

 

 

 

 


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