LA FE ES LLAMADA A SER UNA VIRTUD PROBADA.
Y la voluntad del que me envió es que yo no pierda
nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. La
voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en él,
tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día''. (Jn 6, 39-40)-
El mensaje del evangelio-
En aquel
tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Yo soy el pan de la vida. El que viene
a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Pero como ya les
he dicho: me han visto y no creen. Todo aquel que me da el Padre viene hacia
mí; y al que viene a mí yo no lo echaré fuera, porque he bajado del cielo, no
para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. (Jn 6, 46- 40)-
¿Cuál es la voluntad de Dios?
Esto es
bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se
salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad. (1 de Tm 2, 3- 4)- Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de
su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó.
(1 de Jn 3, 23)- La voluntad de Dios es nuestra santificación y que el Reino de
Dios venga a nosotros (Mt 6, 9)- Vuestra
caridad sea sin fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien; No
te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien. (Rm
12, 9. 21)-
La fe sin amor está vacía, esta muerta. (Snt
2, 14)-
Por eso, el apóstol Pablo añade a la fe el
amor: “amándoos cordialmente los unos a los otros; estimando en más
cada uno a los otros; con un celo sin negligencia; con esp1ritu fervoroso;
sirviendo al Señor; con la alegría de la esperanza; constantes en la
tribulación; perseverantes en la oración; compartiendo las necesitades de los
santos; practicando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen, no
maldigáis. (Rm 12, 10- 14)-
Por la fe y el amor somos testigos del amor de Cristo-
El mismo día de la muerte de Esteban, se desató una violenta persecución
contra la Iglesia de Jerusalén, y todos, menos los apóstoles, se dispersaron
por Judea y por Samaria. Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron
gran duelo por él. Entre tanto, Saulo hacía estragos en la Iglesia: entraba en
las casas para llevarse a hombres y mujeres y meterlos en la cárcel. Los que se
habían dispersado, al pasar de un lugar a otro, iban difundiendo el Evangelio.
Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba ahí a Cristo. (Hechos 8, 1- 6)-
Con la persecución se cumple la voluntad de Dios: Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios
para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su
designio. Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a
reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos
hermanos; y a los que predestinó, a ésos también los justificó; a los que
justificó, a ésos también los glorificó. (Rm 8, 28- 30)-
Con la
muerte de Esteban se desata la persecución contra la Iglesia naciente y sale la
Iglesia hacia los confines de la tierra, como les había dicho el Maestro (Hech
1, 8)- Y los que salieron por donde van pasando van sembrando la Semilla del
Evangelio y van predicando a Cristo y fundan Comunidades cristianas, venidas
tanto de los judíos como de los gentiles.
Predicación
acompañada por signos y señales milagrosas: La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían
oído hablar de los milagros que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos
salían los espíritus inmundos, lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados
quedaban curados. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe,
porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los estaban viendo: de
muchos poseídos salían los espíritus inmundos, lanzando gritos, y muchos
paralíticos y lisiados quedaban curados. Esto despertó gran alegría en aquella
ciudad. (Hechos 8, 1-8)-
La multitud
escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los
milagros que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los
espíritus inmundos, lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban
curados. Esto despertó gran alegría en aquella ciudad. (Hechos 8, 8)
La persecución trae las pruebas espirituales.
Considerad
como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas, sabiendo
que la calidad probada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento; pero
la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e
íntegros sin que dejéis nada que desear. Si alguno de vosotros está a falta de
sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en
cara, y se la dará. (Snt 1, 2- 5)-
En la época
de Santiago la persecución contra la Iglesia había llegado a su culmen. Las
pruebas son la señal que estamos siguiendo a Cristo, hay que superarlas con
sabiduría, con amor, con fortaleza y gozo. La sabiduría es uno de los dones del
Espíritu Santo, y habita en los que tienen una fe sincera, corazón limpio y una
conciencia recta (1 de Tim 1, 5)-
La sabiduría
hay que pedirla Dios con humildad y con amor. Para hacer las cosas según la voluntad
del Señor. Con el don de la sabiduría entendemos que la Iglesia no existe para
servir al Mundo, sino al Señor: no amen al Mundo, amen al Señor (1 de Jn 2,
15)- Así lo dice Santiago: Santiago, siervo de Dios y de Jesucristo el Señor
(Snt 1, 1)- Y Pablo lo confirma al decirnos: Pablo,
apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo
Jesús. (Ef 1, 1)- El Mundo ofrece poder, tener y placer (1Jn 2, 15)-
Cristo nos ofrece persecuciones en esta vida y luego Vida eterna. (Mc 1’, 30)- Servir
al Mundo nos lleva a na vida arrastrada al darle culto al dinero y al pocer.
Escuchemos a Pablo hablarnos de las
persecuciones y de las pruebas.
Por eso me complazco en mis flaquezas, en las injurias, en las
necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridas por Cristo; pues,
cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte. (II Cor 12, 10)-
Hasta tal punto que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las Iglesias
de Dios por la tenacidad y la fe en todas las persecuciones y tribulaciones que
estáis pasando. (II Tes 1, 4)-
En mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en
Iconio, en Listra. ¡Qué persecuciones hube de sufrir! Y de todas me libró el
Señor. (II Tim 3, 11)-
Y todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán
persecuciones. (II Tim 3, 12)-
La señal que hemos vencido en
las pruebas es el Amor.
Hijo, si te
llegas a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba. Endereza tu corazón,
manténte firme, y no te aceleres en la hora de la adversidad. Adhiérete a él,
no te separes, para que seas exaltado en tus postrimerías. Todo lo que te
sobrevenga, acéptalo, y en los reveses de tu humillación sé paciente. Porque en
el fuego se purifica el oro, y los aceptos a Dios en el honor de la
humillación. Confíate a él, y él, a su vez, te cuidará, endereza tus caminos y
espera en él. Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia, y no os
desviéis, para no caer. Los que teméis al Señor, confiaos a él, y no os faltará
la recompensa. (Eclo 1- 8)-
Todas las virtudes que pensamos que tenemos han de ser puestas a
prueba para ser “Virtud probada”: Más aún; nos
gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la
paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, y la
esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. (Rm 5, 3- 5)- Por esto te
recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de
mis manos. Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino
de fortaleza, de caridad y de templanza. (2 de Tim 1, 6-7)-
La aparición
de una virtud cristiana pide obediencia a la Palabra; pide justicia a Dios y al
hombre; pide llevar una vida consagrada a Dios y nunca al Mundo.
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