POR EL LIBRE ALBEDRÍO DIOS HACE A LOS HOMBRES RESPONSABLES DE SUS ACTOS.
Iluminación a) Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.» (Gn 2, 16- 17)-
hAZ EL BIEN Y RECHAZA EL MAL,
Iluminación b) Esto dice el Señor: "Mira: Hoy pongo delante de ti la vida y el bien o la muerte y el mal. Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor tu Dios, siguiendo sus caminos, cumpliendo sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y te multiplicarás. El Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazón se resiste y no obedeces, si te dejas arrastrar y te postras para dar culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que perecerás sin remedio y que, pasado el Jordán para entrar a poseer la tierra, no vivirás muchos años en ella. Deuteronomio 30, 15-20
MIL AÑOS DESPUÉS..
Iluminación c) No digas: «Por el Señor me he apartado», que lo que él destesta, no lo hace. No digas: «Él me ha extraviado», pues él no ha menester del pecador. Toda abominación odia el Señor, tampoco la aman los que le temen a él. El fue quien al principio hizo al hombre, y le dejó en manos de su propio albedrío. Si tú quieres, guardarás los mandamientos, para permanecer fiel a su beneplácito. Él te ha puesto delante fuego y agua, a donde quieras puedes llevar tu mano. Ante los hombres la vida está y la muerte, lo que prefiera cada cual, se le dará. (Eclo 15, 11- 17)-
Ilumiación d) «No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!" (Mt 7, 21- 23)
Tú eliges y tú decides, pero de lo que hagas tú eres responsable.
Tienes libre albedrío para elegir y para decidir entre el bien y el mal (Gn 2, 16- 17) Entre lo bueno y lo malo (Rm 12, 9) Entre la carne y el Espíritu (Gál 5, 16) Entre el Ego y el Amor (Jn 15, 9) Entre el hombre viejo y el hombre nuevo (Ef 4, 23- 24) Entre los Vicios y las Virtudes (Rm 12, 9) Entre la Luz y las tinieblas (Ef 5, 7-8) Entre el pecado y la Gracia (Ef 2, 4- 6) Entre la esclavitud y la libertad (Gál 5, 1) Entre la aridez y las aguas vivas (Slm 1, 1- 6; Jn 7, 37) Entre el camino ancho y el camino angosto (Mt 7, 13- 14) Jesús no obliga tan sólo nos dice: «El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. (Mt 12, 30). Jesús no engaña y no manipula él siempre nos dirá: Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. (Lc 9, 23)-
Jesús eligió el amor a su Padre y a los hombres y por un acto de amor hemos sido redimidos. Ahora puede ofrecernos la salvación como regalo que se puede aceptar o rechazar. Jesús realiza la Obra del Padre y el Espíritu Santo la actualiza hoy, en nuestra vida. La Obra del Espíritu Santo es hacer que el mundo crea en Jesús para que creyendo se salve. ¿Quién rechace la Obra del Espíritu Santo, quién podrá salvarlo?
El Espíritu Santo es la Luz de Cristo que viene a iluminarnos para que reconozcamos nuestros pecados, nos arrepintamos y recibamos el perdón de los pecados (Jn 16, 8-9) El pecado contra el Espíritu Santo es negar o rechazar su trabajo en nosotros: «Por eso os digo: Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada” (Mt 12, 31)- El Espíritu Santo hizo de Jesús un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios: ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! (Hb 9, 14)-
Jesús toma la firme determinación de subir a Jerusalén.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día". Lucas 9, 22-25
Jesús sabe a qué va a Jerusalén, ca a padecer, va a sufrir y va a morir y al tercer día resucitará. Esto se los dice a sus discípulos de muchas maneras y con toda claridad, aunque ellos no lo entendían y tenían miedo hacerle preguntas, porque en el fondo sabían que podían correr la misma suerte de su Maestro.
Luego, dirigiéndose a la multitud, les dijo: "Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. (Lc 9, 23)- Discípulos y pueblo en general son invitados a subir con Jesús a Jerusalén a participar de su “asunción” Para luego empezar el camino de la Ascensión: muerte, resurrección y ascensión de Jesús. La Cruz es el camino de la Resurrección, son dos momentos de un mismo acontecimiento.
Pablo nos dirá: “No se bajen de la Cruz” para no caigan en la sepultura y vuelvan a la muerte (cfr Gál 5, 24) Juan nos dirá: “Permanezcan en m amor”, es decir, permanezcan en mi Cruz para que sigan muriendo al pecado y viviendo para Dios, por la acción del Espíritu Santo (cfr Jn 15, 9; Gal 5, 25).
La señal que hemos muerto al pecado y que vivimos para Dios es el Amor a Dios y al prójimo (1 de Jn 3, 14) Es la señal que hemos pasado de la muerte a la vida. Es la señal que hemos pasado del Yo al nosotros, de lo mío a lo nuestro, y todo porque estamos en Cristo. Él es el sentido de nuestra vida, es lo que puede llenar nuestros corazones de Paz y de Gozo en el Espíritu. Vale la pena negarse a sí mismo que significa morir al Ego para vivir para Cristo.
¿De qué le sirve al hombre traer llenos sus bolsillos de dinero si su corazón está vacío de Amor? Sin amor no hay paz y no hay gozo, hay angustia y hay depresión: “Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?''(Lc 9, 24- 25)-
La Cuaresma, es un tiempo muy especial para llenar nuestro corazón de Amor, de paz y de Gozo Enel Espíritu Santo (Rm 14, 17) ¿Cómo lograrlo? Viviendo de encuentros con Jesús, en su Palabra; en la oración que brota de u corazón limpio, de la Confesión, en a Eucaristía y en la práctica de la caridad. Estos son a la vez los medios para crecer en la Fe, la Esperanza y la Caridad.
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