DE MARÍA NACIÓ JESÚS LLAMADO EL CRISTO.

 


DE MARÍA NACIÓ JESÚS LLAMADO EL CRISTO.


Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz; Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.

David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce. (Mt 1, 1-17)

¿Qué nos quiere decir san Mateo al presentarnos estas lista de nombres? Desde Abraham hasta José, el esposo de María de la cual nació Cristo. Mateo escriba para judíos que vivían, tanto el Palestina como en la diáspora. Lo que realmente dice es que Jesús es el cumplimiento de todas las Promesas. Pertenece a la raza humana y que es el descendiente de David. Jesús es el Mesías prometido al Pueblo de Israel y en su ascendencia se encuentran tres mujeres que no son judías: Tamar, Rut y Betsabé. Los esposos que engendraron hijos con ellas. Son Judá, Booz y David

Lo que Mateo nos dice es que Jesús, el hijo de María es el Mesías. (Ungido, Cristo) Jesús es el Cristo y Cristo es Dios que se hizo hombre para cumplir sus Promesas de Salvación. San Juan lo dice: “La Palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros” (Jn 1, 14) ".En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron."(Jn 1, 1- 5)

Jesús es Hombre verdadero y es Dios verdadero. “Engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre.” Es la segunda Persona de la Santísima Trinidad. Con palabras de Pablo decimos: "Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza." (2 de Cor 8, 9) Es decir se encarnó en el vientre de María, tomó rostro humano para amarnos con un corazón de hombre. San Juan lo dice: "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él."(Jn 3,16-17) Y Jesús confirma a lo que viene: "El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas."(Jn 10, 10-11)

En el Pueblo de Israel Dios se había reservado una “Pequeña porción” “Un pequeño rebaño” que a lo largo de los siglos y en medio de la opresión de las potencias extranjeras, iban encarnando la “Esperanza Mesiánica.” Esperaban un Mesías espiritual que traería la Justicia para terminar la opresión extranjera. Esta Esperanza Mesiánica tiene una promesa y un cumplimiento.

La Promesa la encontramos en Ezequiel y los profetas: "Por eso, profetiza. Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo abro vuestras tumbas; os haré salir de vuestras tumbas, pueblo mío, y os llevaré de nuevo al suelo de Israel. Sabréis que yo soy Yahveh cuando abra vuestras tumbas y os haga salir de vuestras tumbas, pueblo mío. Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestro suelo, y sabréis que yo, Yahveh, lo digo y lo haga, oráculo de Yahveh.»" (Ez 37, 12- 14)

El cumplimiento lo encontramos en Pablo: "Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!" (Ga 4, 4- 6)

Jesús viene a traernos a Dios. Es Emmanuel, Dios con nosotros (Mt 1, 23) Dios a enviado a un poderoso Salvador: "Yahveh tu Dios está en medio de ti, ¡un poderoso salvador! El exulta de gozo por ti, te renueva por su amor; danza por ti con gritos de júbilo, como en los días de fiesta. Yo quitaré de tu lado la desgracia, el oprobio que pesa sobre ti."(Sof 3, 17- 18)

"He aquí que yo haré exterminio de todos tus opresores, en el tiempo aquel; y salvaré a la coja y recogeré a la descarriada, y haré que tengan alabanza y renombre en todos los países donde fueron confundidas. En aquel tiempo os haré venir, en aquel tiempo os congregaré. Entonces os daré renombre y alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando yo vuelva a vuestros cautivos a vuestros propios ojos, dice Yahveh."(Sof 3, 19- 20)

Jesús es el que recoge, une y reconcilia, libera, salva y enseña. Para eso nos da su Palabra, nos da su vida, se da a sí mismo. "El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz." (Flp 2, 6- 8) Se hizo hombre sin dejar de ser Dios. Por 33 años se cobijó con nuestra humanidad para realizar la Obra del Padre (Jn 4, 34) "Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SENOR para gloria de Dios Padre."(Flp 2, 9- 11)

La pregunta de Jesús sobre su persona: "Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos."(Mt 16, 16- 17) Podemos conocer a Dios en Cristo Jesús porque él se nos da a conocer. La respuesta de Pedro es la misma que la repuesta de la toda la Iglesia. Respuesta que no se puede copiar ni rebuscarla en libros. Brota de la experiencia de la presencia de Jesús en nuestro corazón (Ef 3, 17) Jesús entra, nace y crece en nuestros corazones mediante la escucha y la obediencia de su Palabra: "Yo a los que amo, los reprendo y corrijo. Sé, pues, ferviente y arrepiéntete. Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo." (Apoc 3, 19- 20)

Jesus no entra en nuestros corazones con las manos vacías. Lleva en sus manos la dote para la Novia de la cual habla Oseas: "Yo te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y en derecho en amor y en compasión, te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Yahveh."(Os 2, 21- 22) La semilla de la justicia y el derecho es la Palabra de Dios. La Palabra abre el camino para que venga el segundo regalo: el Perdón de nuestros pecados Viene entonces el tercer regalo: el conocimiento de Dios y la fidelidad. Hay en cada uno de los tres regalos, una presencia: el Don del Espíritu Santo que actualiza en nuestra vida la Obra redentora de Cristo.

El diálogo más liberador de la Historia:

"Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue."(Lc 1, 28- 38)

LA PALABRA SE HIZO CARNE Y PUSO SU MORADA ENTRE NOSOTROS (Jn 1, 14)



Publicar un comentario

Whatsapp Button works on Mobile Device only

Start typing and press Enter to search