EL QUE VIENE DE LO ALTO ESTÁ POR ENCIMA DE TODOS.

 


EL QUE VIENE DE LO ALTO ESTÁ POR ENCIMA DE TODOS.

"El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu. El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él''. (Jn 3, 31-36)


El que viene de lo alto está por encima de todos. Porque es la Palabra que se hizo hombre y puso su Morada ente nosotros, el Hijo de Dios (Jn 1,14) Es Emmanuel, Dios con Nosotros  (Mt 1, 23) Es el Amor, la Verdad y La Vida de Dios que se ha encarnado en el vientre de María, la Madre. (Jn 14, 6) Es la Vida y la Luz que el Padre nos dado (Jn 8, 12) Es el pan vivo bajado del cielo (Jn 6, 51) Es el Buen Pastor que busca a las ovejas perdidas (Jn 10, 10) Es la resurrección y la vida (Jn 11, 25) Él nos ha traído a Dios. (Jn 20, 28)

Pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. Pertenece a la tierra, busca y anhela las cosas de abajo, nunca a las de arriba (cf Co 3, 1- 3) Su vida es mundana y pagana, es pecaminosa, vive en la carne (Gál 5, 16) Dando culto a los ídolos: el poder, el placer y el dinero (1 de Jn 2, 15) Su vida y su culto no es agradable a Dios (Heb 11, 6; Rm 8, 8)

El que viene del cielo está por encima de todos. Estar por encima de todo, en sentido religioso no es el que domina o es superior a los demás, sino el que es Cabeza, principio de vida, el primero en creer, en vivir, en celebrar y anunciar lo que cree, es un testigo de la Verdad que nos hace libres (Jn 8, 32)

Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. Ser testigos de la Vida que Dios nos ha dado, vida que está en Cristo y que es Dios (1 de Jn 5, 12) Ser testigos de la Verdad que es Cristo. Damos testimonio de palabra y de obra. Proclamando lo que Jesús ha hecho de nosotros: una Nueva Creación. Y negándonos al mal y haciendo el bien, para la gloria de Cristo Jesús.

El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. El testimonio de Dios es que nos envió a su Hijo, creer que Jesús es el Hijo de Dios que ha venido a traernos vida eterna (Jn 10, 10) Es dar testimonio de Dios, el Veraz, Vivo y Verdadero. La voluntad de Dios es que creamos en su Hijo que nació de Mujer y que es Dios verdadero y hombre verdadero, engendrado no creado, de la misma Naturaleza del Padre.

Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu. Jesús es el Cristo, el Mesías, el Ungido con el Espíritu Santo para realizar la Obra del Padre, la liberación de los hombres del dominio del pecado: “El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.” (Lc 4, 18- 19)

El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. Entre el Padre y el Hijo hay una confianza ilimitada. El Padre confía en su Hijo, y él confía en su Padre y se abandona en sus manos. Su confianza lo hace decir: “Mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre y llevar a cabo su Obra” (Jn 4, 34) E Padre confía en su Hijo, y lo hace ser Señor y Juez de vivos y de muertos.

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna.” Creer en Cristo Jesús es abrirle las puertas de nuestro corazón para que él entre en nuestra vida (Apoc 3, 20) Creer en Jesús es confiar y abandonarse en sus manos; es obedecer su Palabra para pertenecerle y amarlo y seguirle. Creer es amar como Jesús amó, sin medida y hasta el extremo. (Jn 13,1. 34)

“Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él.'' La rebeldía es hija de la soberbia. El rebelde rechaza la Palabra de Dios y  le endurece su corazón. Jesús en su envío dice a los Apóstoles: Y les dijo: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará.”  (Mc 16, 15- 16)

Creer en Jesús es vivir su Evangelio, ponerlo en práctica, amando y siguiendo a Jesus que nos lleva a su Pascua para pasar la vida eterna con él y con los suyos. En Comunión, Participación y en Misión con Jesús y con la Comunidad de hermanos.

 

 

 

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