EN ESTO LE TRAJERON UN PARALÍTICO POSTRADO EN UNA CAMILLA

 

EN ESTO LE TRAJERON UN PARALÍTICO POSTRADO

EN UNA CAMILLA

Lecturas del día 30 de junio.

"El sacerdote de Betel, Amasías, mandó a decir a Jeroboam, rey de Israel: «Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; ya no puede la tierra soportar todas sus palabras. Porque Amós anda diciendo: "A espada morirá Jeroboam, e Israel será deportado de su suelo."»Y Amasías dijo a Amós: «Vete, vidente; huye a la tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. Pero en Betel no has de seguir profetizando, porque es el santuario del rey y la Casa del reino.» Respondió Amós y dijo a Amasías: «Yo no soy profeta ni hijo de profeta, yo soy vaquero y picador de sicómoros. Pero Yahveh me tomó de detrás del rebaño, y Yahveh me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo Israel." Y ahora escucha tú la palabra de Yahveh. Tú dices: "No profetices contra Israel, no vaticines contra la casa de Isaac." Por eso, así dice Yahveh: "Tu mujer se prostituirá en la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán a espada, tu suelo será repartido a cordel, tú mismo en un suelo impuro morirás, e Israel será deportado de su suelo".»"(Amós 7, 10- 17)

Betel significa la “Casa de Dios” o “Santuario del Señor”. Estaba en el Reino del Norte, después de la división en el reino de Israel quedaron con 10 tribus en el reino del Norte y una en el reino del Sur con su capital Jerusalén  Jeroboam había mandado hacer dos becerros de oro para competir con la devoción del Templo en Jerusalén. Había mucha idolatría y mucho desconocimiento de Dios. Amós de Tecoa vivía en el reino del Sur. Dios lo llamó para ir a predicar su Palabra al reino del Norte. Amós es conocido como el profeta de la justicia. Predicó contra el rey, los sacerdotes, los terratenientes, los comerciantes contra los falsos profetas y contra el mismo pueblo, razón por la que no era popular.  Tanto los sacerdotes como los falsos profetas estaban al servicio del Rey. El santuario pertenecía al Rey, era su negocio.

Amós, profeta de Dios, habla sus palabras, y las dice antes de que sucedan: "A espada morirá Jeroboam, e Israel será deportado de su suelo." Anuncia la muerte del rey y la deportación del pueblo. Todos irán al exilio. El sacerdote va a visitar al rey y a decirle todo lo que Amós está predicando. Se ponen de acuerdo y deciden prohibir Amós que siga predicando: “huye a la tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. Pero en Betel no has de seguir profetizando, porque es el santuario del rey y la Casa del reino.»” Porque todo es del rey, el culto, la religión, los sacrificios son parte de su negocio. En la época de Amós sucedió lo que pasaba en la época de Isaías:

"Oíd una palabra de Yahveh, regidores de Sodoma. Escuchad una instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. «¿A mí qué, tanto sacrificio vuestro? - dice Yahveh -. Harto estoy de holocaustos de carneros y de sebo de cebones; y sangre de novillos y machos cabríos no me agrada, cuando venís a presentaros ante mí. ¿Quién ha solicitado de vosotros esa pateadura de mis atrios? No sigáis trayendo oblación vana: el humo del incienso me resulta detestable. Novilunio, sábado, convocatoria: no tolero falsedad y solemnidad. Vuestros novilunios y solemnidades aborrece mi alma: me han resultado un gravamen que me cuesta llevar. Y al extender vosotros vuestras palmas, me tapo los ojos por no veros. Aunque menudeéis la plegaria, yo no oigo. Vuestras manos están de sangre llenas: lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda. Venid, pues, y disputemos - dice Yahveh -: Así fueren vuestros pecados como la grana, cual la nieve blanquearán. Y así fueren rojos como el carmesí, cual la lana quedarán. Si aceptáis obedecer, lo bueno de la tierra comeréis." (Is 1, 10- 19)

Era una religión con mucho folklor, con mucha alabanza y muchos rezos y sacrificios, pero vacía de fe auténtica, de justicia y de caridad a Dios y a los pobres. Una religión sin conversión al Señor: Tus manos están vacías y están llenas de sangre” Una religión sin Moral no era agradable a Dios, estaba llena de protagonismo religioso, muchos sacrificios, pero, nada de obediencia a Dios. “Obediencia quiero y no sacrificios” lo dice el profeta en nombre de Dios.

Amasías dijo a Amós: «Vete, vidente; huye a la tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. Amós responde al sacerdote Amasías: Yo no soy profeta ni hijo de profeta, yo soy vaquero y picador de sicómoros. Pero Yahveh me tomó de detrás del rebaño, y Yahveh me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo Israel." No pertenezco a una escuela de profetas, no vivo ni como de la predicación. “Soy vaquero y picador de sicómoros.” Pero soy enviado del Señor a predicar al pueblo del Israel, pueblo de Dios. El Señor me sacó de detrás del rebaño y aquí me tienes  para darte la Palabra de Dios, te guste o no te guste. Aunque mi palabra sea incomoda y no te agrade, me vas a escuchar. Y ahora le dice al sacerdote lo que le va a suceder a él y a su Familia:

“Y ahora escucha tú la palabra de Yahveh. Tú dices: "No profetices contra Israel, no vaticines contra la casa de Isaac." «Por eso, así dice Yahveh: "Tu mujer se prostituirá en la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán a espada, tu suelo será repartido a cordel, tú mismo en un suelo impuro morirás, e Israel será deportado de su suelo"

Está profecía se cumple el año 722 a. de Cristo. El imperio más poderoso de la tierra, los ninivitas al mando de su general Senaquerib, vino les puso sitió los derrotó, los soldados usaron a la esposa del sacerdote, mataron a sus hijos e hijas y se llevaron a la inmensa mayoría de la gente, sólo dejaron a los más viejos,  y trajeron gente de otros pueblos. El sacerdote fue llevado al exilio y allá murió. Trajeron a otras gentes y nacieron los samaritanos con una mezcla de varios pueblos, y se terminó el reino del Norte. Los samaritanos son enemigos de los judíos. (Jn 4,1s) ¿Qué es lo que realmente sucedió? Que todos, sacerdotes, políticos y ricos, todos rechazaron al profeta de Dios que los invitaba a la conversión. Se burlaban de él y lo rechazaban. No hubo arrepentimiento como sucedió en Nínive en la época de Jonás.

El relato evangélico: "Subiendo a la barca, pasó a la otra orilla y vino a su ciudad. En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡ Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados.» Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: «Este está blasfemando.» Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados te son perdonados", o decir: "Levántate y anda"? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice entonces al paralítico: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".» El se levantó y se fue a su casa. Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres." (Mt 9, 1- 7)

La fe es creer en Dios que se ha manifestado en Jesús, su Hijo. La fe es sobre todo confiar en Jesús que trae la “Palabra de Dios,” “La Vida de Dios” (Jn 10, 10) “El fuego del Espíritu “ (Lc 12, 49) Con su muerte y resurrección nos ha traído el Perdón de nuestros pecados y la Paz, la resurrección y la vida (Jn 11, 25) y nos dado Espíritu Santo.

“En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡ Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados.»” Tal vez el enfermo le había pedido a la pastoral de enfermos que lo llevaran con Jesús. Él se admira por la fe de aquel equipo. Su corazón estaba encendido con la llama del Amor y de la Compasión, razón por la que lo primero que hace es perdonar los pecados de aquel hombre. Primero su alma y después su cuerpo, primero lo espiritual y después el material. El paralítico experimentó su perdón, se sintió reconciliado con Dios y con los demás, experimentó la salvación de Dios en todo su ser.

Los escribas y fariseos, expertos en Biblia, se dijeron: ¿Qué significa esto? Sólo Dios perdona, este hombre ha blasfemado. Pero Jesús reconociendo el corazón de estos hombres, se dispone a continuar la obra comenzada: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados te son perdonados", o decir: "Levántate y anda"? Ellos no sabían lo que había pasado a Jesús en el río Jordán el día de su bautismo que fue ungido con el Espíritu Santo para ser el Mesías de Dios y realizar la Obra del Padre, la salvación de los hombres.

Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice entonces al paralítico -: "Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".» Como si Jesús le hubiera dicho: Dios te ha dado dos pies para que te pongas de pie y camines, y por donde vayas pasado ve irradiando el rostro de los hombres con el brillo que resplandece tu rostro. Ahora eres responsable y libre, ahora puedes hacerte caso de tu familia, ve edifícala, constrúyela, vive para ella. Cultívala y protégela (Gn 2, 15) El se levantó y se fue a su casa. Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres." Unos se admiran y glorifican a Dios; mientras que otros se llenan de rabia y le llaman la atención al que fue paralítico, y le dicen: No te es lícito cargar tu camilla en sábado. Jesús les dice: el sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. (Lc 6. 5)

Hoy hemos sido testigos de algo muy parecido. Dicen a algunos católicos: ¿Porqué se confiesan con los hombres, pecadores, igual o peor que ustedes? La respuesta la da la Sagrada Escritura: Porque Cristo confirió a los hombres el poder de perdonar los pecados: Todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra, así como el Padre me envió, también yo los envió a ustedes, le dio autoridad para anunciar su evangelio, para santificar a los hombres y para conducir a la Vida eterna: Les da su Misión, el Espíritu Santo y el Ministerio de la Reconciliación: “Vayan y perdonen los pecados, a quienes les perdonen les quedaran perdonados ya los que no se los perdonen, les quedaran retenidos (Jn 20, 19- 23)

Los sacerdotes en la Iglesia no perdonan los pecados por méritos propios, lo hacen por los méritos de Jesucristo que son muchísimos. Qué hermoso será cuando todos, volvamos a decir con fe: es por Cristo y por su virtud volviendo hacer lo mismo que hizo aquella gente “Y al ver esto, la gente temió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres



Publicar un comentario

Whatsapp Button works on Mobile Device only

Start typing and press Enter to search