LLAMADOS A SER HOMBRES NUEVOS

LLAMADOS A SER HOMBRES NUEVOS




OBJETIVO. Presentar el Evangelio de Jesucristo a los hombres de hoy para ayudarles a vivir plenamente y a descubrir el sentido de la vida aceptando ser los discípulos misioneros del Señor Jesús.





Hombre, ¿Quién eres Tú?
·         Eres un ser en proyección. Un proyecto incompleto que es preciso seguir realizando. No estamos hechos nos estamos haciendo.

·         Eres un ser social. No te realizas solo; el hombre necesita de los demás y los demás necesitan de él. Hombre eres un ser social por excelencia. No fuiste creado para vivir en solitario, sino vivir con otros y para otros. Gn. 2, 18.

·         Hombre eres un ser en comunión; en comunión contigo mismo, con Dios, con los demás y con a naturaleza.

·         Hombre eres ante todo un buscador de valores: Busca sentirse bien, ser feliz: Todo lo que hace lleva ese tinte. Se pasa la vida buscando razones para ser feliz o sentirse bien. Juega football, se va de parranda, comete fraudes, miente etc. Todo para sentirse bien y muchas veces importante.

a.      Luces y sombras.
Hablemos primero de las sombras ¿Sabía usted que los peores enemigos del hombre son el individualismo, el relativismo y la manipulación?

¿Cuál es la doctrina del individualismo?
La doctrina la sintetizamos  en siete palabras:”estando yo bien los demás allá ellos”. No existe preocupación por los otros, solo se buscan los intereses personales. El hombre se encierra en sí mismo, vive para sí mismo, no mira, no escucha, no se comunica con otros que están a su alcance. Solo sus criterios son importantes.  El mundo está lleno de seres individualistas.

¿Cuál es la doctrina del relativismo?
Está teoría se basa en la mentira: y en la más grande de todas: valorar al ser humano por lo que tiene.”Cuanto tienes cuanto vales”. Valorar al hombre por los trapos que trae encima o por el carro que tiene o por la cuanta bancaria. Esos es falsedad, mentira engaño. El relativismo, enemigo de los seres humanos es ciego, no reconoce la valiosa dignidad de los hombres; los valora al revés, los instrumentaliza y los oprime, en otras palabras los convierte en seres oprimidos, en entes sin libertad. En el Relativismo reina el interés personal: valioso es todo aquello que nos sirve, que nos da placer, que está de  nuestro lado. Como diría el refrán popular se ama solo a las bonitas o se quiere a los que nos quieren

¿Cuál es la doctrina de la manipulación?
“Cosificar a los demás” “reducirlos a instrumento de trabajo o de placer para luego descartarlos”. Todo lo anterior implica: “Ser o estar por encima de los demás”. El hombre manipulador se convierte también en un ser manipulable, es un oprimido y a la vez, opresor. Un ser que se hace daño a sí mismo y a los que lo rodean.  “Un lobo para sus hermanos”. La manipulación, es por todo esto,  la peor ofensa contra la dignidad humana.

b.      Luces y sombras.
 Al hablar de luces descubrimos el principal problema del hombre. ¿Cuál será? La respuesta la podemos ubicar en dos maneras:

¨      El hombre es un desconocido en su propia casa. No sabe de donde viene, no sabe para que está aquí ni para donde va.
¨      No sabe distinguir entre lo bueno y lo malo. A lo malo lo llama bueno y a lo bueno lo llama malo.

Bueno lo útil, lo que hace ricos o poderosos, o lo que produce placer o comodidad .El otro vale si me sirve y sino…estorba.  Mientras que lo malo causa fatiga, incomodidad, aburre, etc.

No así para que el tiene la luz: lo malo es todo  lo que impide la realización personal y lo bueno es todo lo que ayuda a crecer como ser humano o todo aquello que permite la realización personal.

¿Qué es Evangelizar?

Evangelizar es enseñar el arte de vivir en comunión.  El Evangelio nos enseña cómo se lleva a cabo la realización del hombre; nos muestra el camino que lleva a la felicidad. Sabemos que el mayor bien que le podemos hacer a una persona no es el de darle cosas, y menos el de reducirlo a la nada o manipularlo, sino el de ayudarle a iniciarse en su proceso de realización, y esto Jesucristo lo hizo por medio de la Evangelización: Dándonos su palabra y su vida.

Evangelizar quiere decir mostrar ese camino, enseñar el arte de vivir. El Señor Jesús dijo al inicio de su vida pública: “! He venido a Evangelizar a los pobres”. Más tarde nos dice: “vengo para que tengan vida en abundancia”.  También nos dice: “he venido a encender un fuego y cuanto ardo en deseos de verlo arder”. (Lc 4, 16s; Jn 19, 19; Lc 12, 49)

Con otras palabras Jesús nos dice: Yo tengo la respuesta a la pregunta  fundamental sobre el hombre. Yo os muestro el camino de la vida, el camino que lleva a la felicidad: más aún, Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn. 14,6).

El capítulo 4 del Evangelio de san Lucas nos describe la acción misionera del Señor: “El Espíritu del Señor está sobre mí me ha ungido para anunciar la Buena Nueva a los pobres....dar vista a los ciegos.....liberar a los cautivos y a los oprimidos....”eso es Evangelizar.  ¿Quienes son los pobres? ¿Dónde se encuentran?

La pobreza más profunda es la incapacidad de alegría, el tedio por la vida, la pérdida del sentido de la vida, el no saber para que se vive. Pobreza que se encuentra hoy muy extendida, no respeta fronteras, ni estratos sociales, ni sexos, ni  religiones. Pobreza que se manifiesta con formas muy diversas. Hoy día son muchísimas las personas que viven arrastrándose buscando razones para sentirse bien. Recurren a la química para ser felices, y al final terminan en situaciones de esclavitud, de desgracia de no salvación. (adicciones) Con el rostro y el corazón endurecidos, pierden la capacidad de sonreír, de dar amor.

La incapacidad de auténtica alegría produce y supone la incapacidad de amar; produce la envidia, el rencor, la venganza, los vicios que arruinan a las personas y llevan el sufrimiento a las familias. Muchos  son los hombres que buscando el camino de la felicidad atrofiaron los dones que Dios les dio para su propia realización y para la realización e los demás: su capacidad de relacionarse con los demás; la capacidad de decidir por sí mismos, de ser libres y de ser responsables.

Los ciegos y los sordos, los mudos y los cojos del Evangelio somos nosotros cuando nos dejamos atrofiar por el pecado, que no es otra cosa que negarse aceptar el Plan de Vida que Dios en su Gran misericordia propone a todo ser humano.

¿Cuál es el Camino?

El Encuentro personal con Jesús el Señor. Lc. 15, 1-4. Jesús Buen Pastor busca a la oveja perdida, la busca hasta encontrarla. ¿Qué significa dejarse encontrar? No es cosa de encontrar a Dios, sino mas bien de dejarse encontrar por él. Lo primero es lo primero Dejarse encontrar significa cuatro sencillas verdades:
·         Reconocer que no somos felices
·         Reconocer que nos hemos equivocado
·         Reconocer que estamos necesitados de ayuda
·         Reconocer que esa ayuda solo puede venir de Dios, es Jesús.
·         Dejarse encontrar es dejar a Jesús lavar nuestros pies y lavar nuestras redes.

El dejarse encontrar por el Buen Pastor nos inicia en un proceso de conversión del corazón que implica: SER JUSTIFICADOS, RECONCILIADOS, SALVADOS Y SANTIFICADOS. HOMBRES EN CAMINO DE REPRODUCIR LA IMAGEN DE JESUS, EL CRISTO DE DIOS. Lo anterior es gracias a la acción del Espíritu Santo que actualiza hoy en nuestra vida la “Obra redentora de Cristo”.    

a)      La Purificación del corazón.  Mediante el reconocimiento de los pecados personales y la firme decisión de huir de la corrupción para participar de la naturaleza divina(2 de Pe 1, 4)

b)     Permanecer en su Amor.    “Permanezcan en mi amor” (Jn. 15,9). Permanecer siendo amados y permanecer amando. Es el modo para que seamos caoaces de dar Gloria a Dios.

c)      Seguir a Jesús.  Cómo discípulos misioneros cultivadores del Reino de Dios. Dejándose conducir por el Espíritu Santo que guía a los hijos de Dios (Rm 8, 14-15) por el camino de la luz y de la verdad, de la justicia y de la santidad. Seguir a Jesús es aceptar el estilo de vida que él nos propone, que él mismo vivió: “Se pasó la vida haciendo el bien y liberando a los hombres de la opresión del Maligno” (Hch 10, 38)

Seguir a Jesús nos lleva al cultivo de todo lo verdadero, lo bueno y lo bello que Dios ha puesto en los seres humanos, para su propia realización y para la realización de los demás, entonces seremos realmente hombres, en el pleno sentido de la palabra. Hombres nuevos para amar, para conocer la verdad y para servir.


Hombre nuevo es aquel, hombre mujer que después de dejarse lavar los pies por el Señor. Se adhieren a Él, hacen suya, su misión y su destino para irse configurando con el Señor Jesús en el amor y en servicio a la causa del Reino. Sin discipulado no hay vida nueva. 

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