|¿QUÉ ES LA
CUARESMA?
1.
Miércoles de Ceniza: el inicio de la cuaresma
La imposición de las
cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra
vida definitiva se encuentra en el Cielo. Cómo no recordar aquellas palabras
tan llenas de sentido: “Polvo eres, y en polvo te convertirás”
La Cuaresma comienza con
el Miércoles de Ceniza y es un tiempo dedicado a Dios. Tiempo para una escucha
más atenta de su Palabra, de una oración íntima, de penitencia auténtica y ayuno
que a Dios le agrada. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del
corazón. Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
• “Concédenos, Señor, el
perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”
• “Recuerda que polvo eres
y en polvo te convertirás"
• “Arrepiéntete y cree en
el Evangelio”.
2.
Origen de la costumbre
Antiguamente los judíos
acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio como signo de
su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios (Is 58).
En los primeros siglos de
la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación
el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la
comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su
voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la
Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el
siglo XI, la Iglesia acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de
penitencia y conversión.
Las cenizas que se
utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año
anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a
nada.
También, fue usado el
período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche
de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
La imposición de ceniza es
una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo
se va a convertir en polvo.
Nos enseña que todo lo
material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en
nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida,
sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos
los hombres. Y por eso seremos juzgados.
Cuando el sacerdote nos
pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener
amistad con Dios. La ceniza se impone a los niños y a los adultos.
3.
¿Cuál es el simbolismo de la ceniza?
1)
Tomar conciencia de que sé es un ser débil y necesita de vez en
cuando hacer un alto en su vida diaria encaminada- se quiera o no se quiera-
hacia el encuentro con el Señor en la Pascua a través de la muerte.
2)
Quien más quien menos es consciente de sus defectos y de su
condición de que no es coherente con en su conducta. Esto le conduce a
mejorarse y a darle una nueva orientación a su existencia, siendo alegre para
él mismo, para los otros y según el criterio de su propia fe.
3)
Esta debilidad encuentra su recuperación en el hontanar de donde
mana el agua limpia y la fuerza que Dios concede a todo aquel o aquella que
acuden a él mediante la plegaria más frecuente en estos cuarenta días de marcha
hacia la glorificación de Dios y del propio ser humano, mediante el ayuno y
abstinencia el miércoles de ceniza y viernes santo, y la abstinencia todos los
viernes de cuaresma. Lo hacen quienes tengan de 14 a 59 años.
Cuando se vive este tiempo
especial bajo la óptica de lo religioso- en cualquier religión entonces este
símbolo de la ceniza recobra todo el esplendor que aparece en las primeras
páginas de la Biblia:”Dios formó al hombre con el polvo de la tierra. Eso es lo
que significa el nombre de “Adán”.
Y se le recuerda al
hombre- sumido en mil negocios estresado por el trabajo: “hasta que vuelvas a
la tierra, pues de ella fuiste hecho”. Todo este proceso está permeado por
dolor, el sufrimiento, la alegría y el gozo, el luto y el arrepentimiento.
Todo ser humano siente la
necesidad de profundizar en los interrogantes de su existencia y en los motivos
de por qué actúa de una u otra forma. Toda persona- alguna vez en su vida-
recuerda frases como éstas:” La vida no es más que una muerte lenta” (San
Agustín).
4.
Propósitos para cuaresma
• Miércoles de Ceniza: Asistiré
con toda mi familia a la iglesia para recibir la ceniza.
• Jueves después de
Ceniza: Leeré un pasaje del evangelio sobre la Pasión de Jesús para conocer
más de Él.
• Viernes después de
Ceniza: Haré un sacrificio en la comida por amor a Jesús.
• Sábado después de
Ceniza: Rezaré un misterio del Rosario por todos los que están alejados de
Jesús.
• 1er Domingo de
Cuaresma: Me confesaré con mucha devoción para renovar mi amistad con
Jesús.
• Lunes I semana de
Cuaresma: Cumpliré con mis responsabilidades con alegría y sin quejarme.
• Martes I semana de
Cuaresma: Haré un acto de caridad con alguien más sin que nadie se de
cuenta.
• Miércoles I semana de
Cuaresma: Hablaré sólo cosas buenas y positivas de los demás.
• Jueves I semana de
Cuaresma: Rezaré un Padrenuestro con toda mi familia antes de comer
pidiendo por las familias que no están unidas.
• Viernes I semana de
Cuaresma: Haré un sacrificio por amor a Jesús.
• Sábado I semana de
Cuaresma: Rezaré un misterio del Rosario ofreciéndolo por los que están en
pecado mortal.
• II Domingo de Cuaresma:
Visitaré a Jesús durante 15 minutos en el sagrario.
• Lunes II semana de
Cuaresma: Daré algo mío a alguien que lo necesite más que yo.
• Martes II semana de
Cuaresma: Cumpliré con mis responsabilidades con alegría y sin quejarme.
• Miércoles II semana
de Cuaresma: Haré un acto de caridad sin que nadie se de cuenta.
• Jueves II semana de
Cuaresma: Leeré un pasaje del evangelio sobre la Pasión de Jesús para
conocer más de Él.
• Viernes II semana de
Cuaresma: Rezaré el Vía Crucis.
• Sábado II semana de
Cuaresma: Rezaré un misterio del Rosario por los sacerdotes y misioneros.
• III Domingo de
Cuaresma: Invitaré a misa a algún familiar o amigo que esté alejado de
Dios.
• Lunes III semana de
Cuaresma: Ordenaré aquella área de mi casa que tengo más descuidada.
• Martes III semana de
Cuaresma: En la comida platicaremos de las cosas buenas que hemos recibido
de Dios.
• Miércoles III semana
de Cuaresma: Haré un acto de caridad por alguien más sin que se den cuenta.
• Jueves III semana de
Cuaresma: Hablaré sólo cosas buenas y positivas de los demás.
• Viernes III semana de
Cuaresma: Perdonaré de corazón a todas las personas con las que pueda estar
enojada o alejada.
• Sábado III semana de
Cuaresma: Rezaré un misterio del Rosario ofreciéndolo por todos los que aún
no están bautizados.
• IV Domingo de
Cuaresma: Comulgaré con mucha devoción.
• Lunes IV semana de
Cuaresma: Leeré un pasaje del evangelio sobre la Pasión de Jesús para
conocer más de Él.
• Martes IV semana de
Cuaresma: Cumpliré con mis responsabilidades con alegría y sin quejarme.
• Miércoles IV semana
de Cuaresma: Daré algo mío a alguien que lo necesite más que yo.
• Jueves IV semana de
Cuaresma: Rezaremos en familia antes de ir a dormir pidiendo por las
familias desunidas.
• Viernes IV semana de Cuaresma:
Rezaré el Vía Crucis.
• Sábado IV semana de
Cuaresma: Rezaré un misterio del Rosario ofreciéndolo por los que están en
pecado mortal.
• V Domingo de
Cuaresma: Visitaré a Jesús durante 15 minutos en el sagrario.
• Lunes V semana de
Cuaresma: Haré un sacrificio en la comida por amor a Jesús.
• Martes V semana de
Cuaresma: Cumpliré con todas mis responsabilidades con alegría y sin
quejarme.
• Miércoles V semana de
Cuaresma: Compartiré un consejo con alguien que lo necesite.
• Jueves V semana de
Cuaresma: Rezaré un Padrenuestro por el Santo Padre.
• Viernes V semana de
Cuaresma: Haré tres sacrificios ofreciéndolos por el arrepentimiento de los
pecadores.
• Sábado V semana de
Cuaresma: Rezaré un misterio del Rosario por el arrepentimiento de las
personas que ofenden a Dios
• Domingo de Ramos: Participaré
de los oficios del Domingo de Ramos.
• Lunes Santo: Escribiré
una carta para cada uno de los miembros de mi familia agradeciéndoles por su
amor.
• Martes Santo: Haré
un sacrificio en la comida por amor a Jesús.
• Miércoles Santo: Haré
un acto de caridad sin que nadie se de cuenta.
• Jueves Santo: Asistiré
a los oficios para agradecer a Jesús que se quedó en la Eucaristía.
• Viernes Santo: Rezaré
el Vía Crucis en una iglesia.
• Sábado Santo: Rezaré
un Rosario para acompañar a María en su dolor.
• Domingo de
Resurrección: ¡ALEGRÍA! Asistiré a misa para celebrar la victoria de Jesús
sobre el pecado.
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