Un fraterno y saludo muy cordial para todos Ustedes.
«En verdad, en verdad os digo que
el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por
otro lado, ése es un ladrón y un salteador; pero el que entra por la puerta es
pastor de las ovejas. A éste le abre el portero, y las ovejas atienden a su
voz; luego las llama una por una y las saca fuera. Cuando ha sacado a todas, va
delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. En cambio, no
seguirían a un extraño; huirían de él, pues las ovejas no reconocen la voz de
los extraños.» Jn 10, 1- 5
Estamos en la semana del Buen
Pastor. ¿de quién se trata? De Aquel que dijo de sí mismo” Yo doy mi vida por
los míos y vengo para que tengan vida y para que tengan de abundancia (Jn 10,
10). Es Buen Pastor por que su vida y sus pensamientos, sus sentimientos, sus
preocupaciones y sus luchas eran la salvación integral de todos los hombres,
pobres y ricos, justos y pecadores. Se interesaba por los niños y los bendecía,
amaba a sus amigos, curaba a los enfermos, liberaba a los oprimidos, anunciaba
al Reino de su Padre, enseñaba a los hombres a vivir en comunión, el arte de
amar y de servir. Algo, no hacía acepción de personas, por proclamar la verdad
y al final cargando con el odio de los hombres los amó y se entregó por todos.
Murió para que nuestros pecados fueran perdonas , y resucitó para darnos
Espíritu Santo.
Todos los que crean en Jesús el
Cristo, es una nueva Creación: Un hijo de Dios, un hermano del Señor Jesús, un
templo del Espíritu Santo, un miembro del Cuerpo de Jesucristo. Quién muere y
resucita con Cristo es un regalo de Dios para la humanidad y un don de Dios
para la Iglesia.
Jesús es Buen Pastor porque nos
dio su Palabra para hacernos sus discípulos misioneros para liberarnos del
dominio del pecado, para reconciliarnos con sus Padre y entre los hombres, para
transformarnos y para promovernos al invitarnos a ser como Jesús amándolo y siguiéndolo.
Dos cosas nos invita: Ámame y Sígueme. Esto implica a aborrecer el mal y amar
apasionadamente el el bien (Rom 12, 9). Del Encuentro con Cristo nos limpia,
nos libera y nos consagra para ser conducidos a la salvación por la fe en
Cristo Jesús, nos conduce por la acción del Espíritu Santo a la perfección por
la Caridad. (2 Tim 3, 14ss)
Todos los que tengamos personas a
nuestro cargo somos pastorcitos. ¿De cuáles? Falsos y verdaderos al estilo de
Cristo. Unos dan muerte y otros dan vida. Padres de familia, Maestros,
Empresarios, patrones, pastores religiosos. Podemos educar en la Verdad, en la
Responsabilidad, en la Libertad y en el Amor. Trabajemos en cuatro acciones: la
educaciónn la economía, la politica y la religión. Que todo tenga al servicio
del hombre y no poner al hombre al servicio del dinero o del sistema. No hagamos
acepción de personas porque todos somos dignos como personas y como hijos de
Dios. No se puede servir a Dios señores, al dinero o al Señor que nos amó hasta
la entrega de su vida. Educamos en los Valores para no quedarnos vacíos y
simples bosquejos de hilachos humanos, llenos de dinero, pero vacíos de Amor,
de Paz y de Alegría.
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